¿Son inmorales los juegos de azar?

“La utilización de los juegos de azar o de apuestas en sí misma, no es inmoral. Sí lo es, el uso inadecuado de los mismos. Son actividades que necesitan de un riesgo, normalmente económico y es en ellas donde las personas que presentan conducta dependiente o adictiva, no tóxica, encuentran su infierno particular…”

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Un testimonio desde Conyers, GA

Padre Nelson mi esposa Marisol y yo queremos dar le las gracias por sus oraciones. Nosotros lo conocimos en nuestra parroquia de St. Pius x en conyers, Ga durante los retiros que usted ha venido. De una manera especial durante el último retiro que usted vino a san pius x. yo le pedí que hiciera una oración especial por nosotros por que hacia 6 años que nos casamos y mi esposa había quedado infértil desde que tuvo un aborto espontaneo a los 4 meses de que nos casamos. Aun no hacia un año que usted le había dicho a mi esposa que la virgen le regalaría un bebe para Diciembre y esta vez usted le hizo una oración a mi esposa en el vientre. Nosotros hemos aprendido a confiar en Dios dejándole todos nuestros planes, deseos y angustias. Sin embargo, mi esposa y yo esperamos ese Diciembre con un poco de ansiedad por que queríamos saber lo que sucedería aunque sabíamos que todo estaba en las manos de Dios.

Llego Diciembre y nada pero gracias a Dios aprendimos a confiar mas en Dios y nuestro consuelo era, “Dios sabe cuando nos lo dará.” A lo largo de nuestro servicio a Dios en la Iglesia hemos conocido a Usted y muchos otros sacerdotes y laicos que han orado por mi esposa y por mí. Dios ha sido muy generoso con nosotros por que nos ha puesto en el camino de personas tan llenas del amor de Dios. El no poder tener hijos aprendimos en confiar en Dios de una manera especial por que nada nos asía sentir mal por el echo de no poder tener hijos. Yo tenia la certeza de que Dios nos regalaría un bebe, mi esposa y yo vivíamos sin preocupación como si era una realidad solo era cuestión de esperar. El 20 de Agosto cumplimos 2 años de que mi esposa, un grupo de personas y yo iniciamos un grupo de oración ala Divina Misericordia. Cada Domingo alas tres de larde nos hemos reunido para rezar la Coronilla y cada primer Domingo del mes el Padre John expone el santísimo para que nosotros estemos una hora en adoración, oración y alabanza. Sin explicación basada en la ciencia mi esposa tiene hoy 10 semanas de embarazo aun cuando ella no iniciaba un tratamiento para ayudarla a ovular el cual lo iniciaría hasta Diciembre 2007. Mi esposa concibe el día 16 de agosto y nosotros nos damos cuenta que ella esta embarazada 5 semanas después para gloria de Dios. Mi esposa y yo vemos en todo esto la mano de Dios que nos ha favorecido de una manera especial exactamente 2 años después del primer retiro de La Divina Misericordia en nuestra parroquia y así mismo en Atlanta.

Hoy que Dios nos ha dado el regalo de ser padres por segunda vez se lo hemos entregado a el y a la protección de la Santísima virgen María. Mi esposa y yo solo queremos darle gloria a Dios y queremos ofrecerlo para mayor gloria de su nombre. Padre por favor ore por mi esposa, por nuestro bebe y por mi para que seamos dóciles a su voluntad aun en mi ignorancia y mi temor de no saber lo que Dios nos tiene preparado.

Gracias y que Dios lo bendiga. — Juan Y Marisol Méndez, Apóstoles Eucarísticos de La Divina Misericordia, St. Pius X Conyers, GA

Aprender a adquirir perspectiva histórica: hubo crímenes no vistos como tales

El maltrato y la sujeción servil de los indígenas eran prácticas consideradas en el siglo XVI más o menos como en el siglo XX son considerados el aborto, el divorcio o la práctica de la homosexualidad, es decir, como algo que, sin ser ideal -ni tampoco practicado por la mayoría-, debe ser tolerado, pues de su eventual eliminación se seguirían males peores.

Entre aquella situación moral y ésta hay, sin embargo, una diferencia importante. Mientras que en el XVI hispano se alzaba contra aquellos males un clamor continuo de protestas, que modificaba con frecuencia las conciencias y conductas, y que llegaba a configurar las leyes civiles, en cambio, en el siglo XX, las denuncias morales de los males aludidos son mucho más débiles, afectan menos las conciencias y conductas, y desde luego no tienen fuerza para modelar las leyes.

Eran otros tiempos, sin duda. La primera época de España en las Indias era un tiempo muy diverso del nuestro actual, y no podríamos juzgar rectamente a aquellos hombres sin colocarnos mentalmente en su cuadro histórico cultural y circunstancial. Por lo demás, si hiciéramos una comparación entre la moralidad de los encomenderos o de los representantes de la Corona en las Indias, y el grado de honradez de los empresarios o políticos españoles e hispanoamericanos de hoy, probablemente saldrían ganando aquéllos. Y de los soldados, funcionarios, artesanos y comerciantes, habría que decir lo mismo.

Será mejor, pues, que no juzguemos a aquellos hombres con excesiva dureza, ya que nuestro presente no nos permite hacer duras acusaciones a nuestro pasado. Y menos aún deben hacerlas quienes hoy más las hacen, es decir, aquéllos que durante cuarenta años no han tenido nada que denunciar en los países esclavizados por el comunismo en Europa, sino que por el contrario, cuando eran invitados a visitarlos, volvían cantando alabanzas…

El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Un caso de inseminación artificial humana

Una de mis hijas tiene dos años y medio de casada, no han tenido hijos, hace cerca de un año que el esposo sufrió un cáncer en un testículo, razón por la cual le fue extirpado y además fue sometido a quimioterapia, razones por las cuales las probabilidades de que pueda engendrar normalmente, son mínimas, sin embargo al momento de descubrirle el cáncer, fue necesario tomar una muestra de semen, la cual una vez examinada fue congelada, no me han preguntado nada al respecto, pero se que hay dos opciones para utilizar ese semen, una es con la fecundación invitro, sistema que de hecho rechazo por la forma que hasta donde conozco se procede en estos casos, es decir se fecundan varios óvulos y luego no se con que criterio se selecciona uno, para ser implantado y los demás se desechan o se convierten en cobayos para experimentación; la otra opción es sobre la que quiero hacer mi pregunta, sería la inseminación artificial, la cual al tratarse del semen de su legítimo esposo, no veo un impedimento, pero dada mi ignorancia al respecto, pido su orientación al respecto ¿Sería o no recomendable utilizar este procedimiento? – E.V.

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Lo más seguro es tener una actitud comprensiva pero firme: la inseminación artificial no es moralmente correcta. Según el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (promulgado por el Papa Benedicto XVI en 2005), leemos:

499. ¿Por qué son inmorales la inseminación y la fecundación artificial?

La inseminación y la fecundación artificial son inmorales, porque disocian la procreación del acto conyugal con el que los esposos se entregan mutuamente, instaurando así un dominio de la técnica sobre el origen y sobre el destino de la persona humana. Además, la inseminación y la fecundación heterólogas, mediante el recurso a técnicas que implican a una persona extraña a la pareja conyugal, lesionan el derecho del hijo a nacer de un padre y de una madre conocidos por él, ligados entre sí por matrimonio y poseedores exclusivos del derecho a llegar a ser padre y madre solamente el uno a través del otro.”

El Catecismo de la Iglesia Católica (promulgado por el Papa Juan Pablo II en 1992) enseña la misma doctrina que su posterior Compendio:

2376. Las técnicas que provocan una disociación de la paternidad por intervención de una persona extraña a los cónyuges (donación del esperma o del óvulo, préstamo de útero) son gravemente deshonestas. Estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales heterólogas) lesionan el derecho del niño a nacer de un padre y una madre conocidos de él y ligados entre sí por el matrimonio. Quebrantan “su derecho a llegar a ser padre y madre exclusivamente el uno a través del otro” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, 2, 4).

[Apuntes de Daniel Iglesias.]