Advertencia sobre la Asociación María Madre de la Divina Gracia

“El “Centro Mariano de Aurora“, antes llamado “Casa de Redención” es un culto New Age con fachada cristiana que confunde a los fieles católicos en Uruguay, Argentina y Brasil. Afirman tener apariciones y mensajes de la Virgen María, utilizan vestimenta similar a los frailes católicos y a las monjas, invitan al rezo del Rosario y utilizan la devoción al Padre Pío como medio de captación, pero hablan de reencarnación, extraterrestres, reiki, curas planetarias y trasmutaciones. ¿Quiénes son y en qué creen?…”

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LA GRACIA del Lunes 6 de Junio de 2016

El pobre de espíritu es quien capta el Evangelio pues se desprende de ídolos, no se fascina por placeres, no se deja amedrentar por amenazas y acepta que sólo Dios es Dios.

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Breve ordo para la semana del 5 al 11 de junio de 2016

Videos de micro-homilías para esta semana:

https://www.youtube.com/playlist?list=PLRmr1_QLb8pdzTUM6iDu9P9OHLNqMOyNd


Liturgia de las Horas para esta semana:

5 de junio de 2016:

Lunes 6:

Martes 7:

Miércoles 8:

Jueves 9:

Viernes 10:

Sábado 11: Memoria de San Bernabé, apóstol


Ejemplo de la fecundidad de la Palabra de Dios

Hay en los Evangelios un texto que ha generado un número de diversas interpretaciones: “Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad. Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad. Por tanto, si todo tu ser disfruta de la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz.»” (Lucas 11,34-36; hay una versión ligeramente abreviada en Mateo 6,22-23).

Santo Tomás de Aquino, en su Catena Aurea, algunos de los modos como estas expresiones de Cristo han sido entendidas. ¿A qué se refiere el Señor con esta “lámpara” o “antorcha”? He aquí lo que han dicho algunos Padres de la Iglesia:

* Para San Beda, San Agustín y San Gregorio Magno, se trata de que nuestros pensamientos e intenciones sean puros y rectos.

* Para Remigio y para San Ambrosio, es la fe, que recibe su luz de la Palabra Divina.

* Para Teófilo, y también para el Pseudo-Crisóstomo y para Orígenes, Cristo está hablando de la inteligencia humana que, al reflexionar sobre los hechos maravillosos de Cristo, puede descubrirlo como Hijo de Dios.

* Para San Gregorio Nacianceno, puede entenderse también que el Señor está hablando de los prelados, que deben iluminar y guiar al pueblo.

* Para San Jerónimom hay aquí una alusión a la inocencia, que no debe perderse; o también a la capacidad de juzgar rectamente, o sea, con “sentido.”

* Para San Hilario, se trata de la “luz del corazón,” que brota de la Resurrección de Cristo y que corresponde, según su descripción, a la gracia divina.

Es hermoso ver cómo una palabra tan breve ha generado tanta fecundidad en la predicación de la Iglesia. ¿Cómo lo aplicarías a tu propia vida?

LECTIO 20160604

LECTURA ESPIRITUAL. #LectioFrayNelson para la Inmaculado Corazón de la Virgen María

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El fraude de la vacuna del Papiloma

“El catedrático Álvarez-Dardet hace un llamamiento urgente a los padres para que no vacunen a sus hijas contra el virus del papiloma: “La vacuna no es necesaria ni efectiva; y ni siquiera es segura. Es inútil y peligrosa”. El último adjetivo no es baladí: en enero de 2015, el gobierno de Estados Unidos tenía constancia de 38.217 reacciones adversas, incluyendo 220 muertes, 1.284 discapacidades, 3.945 hospitalizaciones e incluso 100 casos de cáncer cervical…”

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LA GRACIA del Domingo 5 de Junio de 2016

DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C

Dejemos que Cristo marque una diferencia total en nuestras vidas al entregarle nuestros anhelos más profundos y los fracasos que no hemos podido superar.

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La crisis de la relación entre el hombre y el medio ambiente

461 El mensaje bíblico y el Magisterio de la Iglesia constituyen los puntos de referencia esenciales para valorar los problemas que se plantean en las relaciones entre el hombre y el medio ambiente.969 En el origen de estos problemas se puede percibir la pretensión de ejercer un dominio absoluto sobre las cosas por parte del hombre, un hombre indiferente a las consideraciones de orden moral que deben caracterizar toda actividad humana.

La tendencia a la explotación « inconsiderada » 970 de los recursos de la creación es el resultado de un largo proceso histórico y cultural: « La época moderna ha experimentado la creciente capacidad de intervención transformadora del hombre. El aspecto de conquista y de explotación de los recursos ha llegado a predominar y a extenderse, y amenaza hoy la misma capacidad de acogida del medio ambiente: el ambiente como “recurso” pone en peligro el ambiente como “casa”. A causa de los poderosos medios de transformación que brinda la civilización tecnológica, a veces parece que el equilibrio hombre—ambiente ha alcanzado un punto crítico ».971

462 La naturaleza aparece como un instrumento en las manos del hombre, una realidad que él debe manipular constantemente, especialmente mediante la tecnología. A partir del presupuesto, que se ha revelado errado, de que existe una cantidad ilimitada de energía y de recursos utilizables, que su regeneración inmediata es posible y que los efectos negativos de las manipulaciones de la naturaleza pueden ser fácilmente absorbidos, se ha difundido y prevalece una concepción reductiva que entiende el mundo natural en clave mecanicista y el desarrollo en clave consumista. El primado atribuido al hacer y al tener más que al ser, es causa de graves formas de alienación humana.972

Una actitud semejante no deriva de la investigación científica y tecnológica, sino de una ideología cientificista y tecnócrata que tiende a condicionarla. La ciencia y la técnica, con su progreso, no eliminan la necesidad de trascendencia y no son de por sí causa de la secularización exasperada que conduce al nihilismo; mientras avanzan en su camino, plantean cuestiones acerca de su sentido y hacen crecer la necesidad de respetar la dimensión trascendente de la persona humana y de la misma creación.

463 Una correcta concepción del medio ambiente, si por una parte no puede reducir utilitariamente la naturaleza a un mero objeto de manipulación y explotación, por otra parte, tampoco debe absolutizarla y colocarla, en dignidad, por encima de la misma persona humana. En este último caso, se llega a divinizar la naturaleza o la tierra, como puede fácilmente verse en algunos movimientos ecologistas que piden se otorgue un reconocimiento institucional internacionalmente garantizado a sus ideas.973

El Magisterio ha motivado su contrariedad a una noción del medio ambiente inspirada en el ecocentrismo y el biocentrismo, porque ésta « se propone eliminar la diferencia ontológica y axiológica entre el hombre y los demás seres vivos, considerando la biosfera como una unidad biótica de valor indiferenciado. Así se elimina la responsabilidad superior del hombre en favor de una consideración igualitaria de la “dignidad” de todos los seres vivos ».974

464 Una visión del hombre y de las cosas desligada de toda referencia a la trascendencia ha llevado a rechazar el concepto de creación y a atribuir al hombre y a la naturaleza una existencia completamente autónoma. El vínculo que une el mundo con Dios ha sido así roto: esta ruptura ha acabado desvinculando también al hombre de la tierra y, más radicalmente, ha empobrecido su misma identidad. El ser humano ha llegado a considerarse extraño al contexto ambiental en el que vive. La consecuencia que deriva de todo ello es muy clara: « La relación que el hombre tiene con Dios determina la relación del hombre con sus semejantes y con su ambiente. Por eso la cultura cristiana ha reconocido siempre en las criaturas que rodean al hombre otros tantos dones de Dios que se han de cultivar y custodiar con sentido de gratitud hacia el Creador. En particular, la espiritualidad benedictina y la franciscana han testimoniado esta especie de parentesco del hombre con el medio ambiente, alimentando en él una actitud de respeto a toda realidad del mundo que lo rodea ».975 Debe darse un mayor relieve a la profunda conexión que existe entre ecología ambiental y « ecología humana ».976

465 El Magisterio subraya la responsabilidad humana de preservar un ambiente íntegro y sano para todos: 977 « La humanidad de hoy, si logra conjugar las nuevas capacidades científicas con una fuerte dimensión ética, ciertamente será capaz de promover el ambiente como casa y como recurso, en favor del hombre y de todos los hombres; de eliminar los factores de contaminación; y de asegurar condiciones de adecuada higiene y salud tanto para pequeños grupos como para grandes asentamientos humanos. La tecnología que contamina, también puede descontaminar; la producción que acumula, también puede distribuir equitativamente, a condición de que prevalezca la ética del respeto a la vida, a la dignidad del hombre y a los derechos de las generaciones humanas presentes y futuras ».978

NOTAS para esta sección

969Cf. Pablo VI, Carta ap. Octogesima adveniens, 21: AAS 63 (1971) 416-417.

970Pablo VI, Carta ap. Octogesima adveniens, 21: AAS 63 (1971) 417.

971Juan Pablo II, Discurso a los participantes en un Congreso Internacional sobre « Ambiente y salud » (24 de marzo de 1997), 2: L’Osservatore Romano, edición española, 11 de abril de 1997, p. 7.

972Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 28: AAS 80 (1988) 548-550.

973Cf., por ejemplo, Consejo Pontificio de la Cultura – Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Jesucristo, Portador del agua de la vida. Una reflexión cristiana sobre la ‘‘Nueva Era”, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2003, p. 35.

974Juan Pablo II, Discurso a los participantes en un Congreso Internacional sobre « Ambiente y salud » (24 de marzo de 1997), 5: L’Osservatore Romano, edición española, 11 de abril de 1997, p. 7.

975Juan Pablo II, Discurso a los participantes en un Congreso Internacional sobre « Ambiente y salud » (24 de marzo de 1997), 4: L’Osservatore Romano, edición española, 11 de abril de 1997, p. 7.

976Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 38: AAS 83 (1991) 841.

977Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 34: AAS 80 (1988) 559-560.

978Juan Pablo II, Discurso a los participantes en un Congreso Internacional sobre « Ambiente y salud » (24 de marzo de 1997), 5: L’Osservatore Romano, edición española, 11 de abril de 1997, p. 7.


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