MEMORIA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
El Papa nos pone en la ruta de la audacia y obediencia de Ignacio, y la sencillez y alegría de Francisco.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
MEMORIA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
El Papa nos pone en la ruta de la audacia y obediencia de Ignacio, y la sencillez y alegría de Francisco.
Nadie en la Biblia habla tanto del infierno como Cristo: su amor le lleva a prevenirnos del peor de todos los riesgos.
MEMORIA DE SANTA MARTA DE BETANIA
Marta de Betania es uno de los primeros rostros de lo podemos llamar una santidad laical.
DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
Perseverar en la oración no es tratar de convencer a Dios sino disponernos a recibir su voluntad y sus dones.
La gran fiesta en honor de Yahvéh era llegar a la comunión con su propia vida a través del signo de la sangre.
MEMORIA DE SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA, PADRES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Si algo debemos retener de los padres de la Virgen es que sin duda pertenecen al Pequeño Resto de Israel.
FIESTA DEL APÓSTOL SANTIAGO
Para la obra de Dios valemos todos: también los intensos.
Faraón había comprado la pasividad de los israelitas con abundante comida; Dios rompe esa estrategia dándoles pan del cielo.
Al presentarnos escenas de la historia del pueblo de Dios, la Iglesia quiere que saquemos enseñanza para nuestra propia historia y vida.
MEMORIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA
Todo lo que en nosotros estuvo al servicio del pecado ahora debe quedar al servicio de Dios.
DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
Al que está completamente lleno de sí mismo no le cabe la bendición de Dios.
Cuando Cristo se aparta de los fariseos no está simplemente protegiéndose: está propiciando un encuentro profundo con sus discípulos.
Cuando Cristo habla de su propia humildad no la pierde porque a ello le mueve la sola caridad.
Lo que Dios “esconde” a los arrogantes es modo también de hacerlos peregrinos, y así al final pobres y humildes.
No bastan los prodigios, milagros y sanaciones para que un corazón humano se abra a Dios.
Las enseñanzas que Cristo da de modo especial a sus discípulos muestran que el discipulado mismo es un camino.