Una breve catequesis sobre las fechas dentro del tiempo litúrgico del adviento.
LA GRACIA del Sabado 22 de Diciembre de 2012
En el encuentro de Isabel y la Virgen María se abrazan el Antiguo y el Nuevo Testamento.
LA GRACIA del Viernes 21 de Diciembre de 2012
¿Qué sucede cuando una persona verdaderamente acoge a Jesucristo?
LA GRACIA del Jueves 20 de Diciembre de 2012
La Virgen María, especialmente en el misterio de su Anunciación, nos muestra cómo acoger el Evangelio.
LA GRACIA del Miercoles 19 de Diciembre de 2012
No basta con “portarse bien.” El paso adicional es creer, tener certeza que Dios tiene para nosotros y a través de nosotros.
LA GRACIA del Martes 18 de Diciembre de 2012
El Espíritu Santo no suplanta a José, sino que bendice y hace fecundo el amor virginal de José y María.
LA GRACIA del Lunes 17 de Diciembre de 2012
Explicación sobre las dos fases del adviento.
LA GRACIA del Domingo 16 de Diciembre de 2012
Las razones de nuestra alegría no están en que las cosas vayan bien sino en que, gracias a Dios, pueden mejorar realmente.
LA GRACIA del Sabado 15 de Diciembre de 2012
Grave contradicción padeció Juan Bautista: admirado pero poco obedecido.
LA GRACIA del Viernes 14 de Diciembre de 2012
El adviento no es sólo dulce espera o amable camino al encuentro: implica quitar obstáculos.
La Humildad de Cristo, 12 de 12, Votos y Vida Consagrada
[Retiro Espiritual “De Nazareth a la Cruz; de la Cruz a la Luz,” ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, con ocasión de su IX Capítulo General Electivo en Diciembre de 2012.]
Tema 12: Votos y Vida Consagrada
* Tres miradas concurrentes:
(1) La vida comunitaria es el “voto integral.” Allí donde se vive la dimensión comunitaria en plenitud resulta natural vivir en pobreza, castidad y obediencia. Donde la comunidad es frágil o de un ambiente malsano, la observancia de los votos resulta casi imposible.
(2) Los votos no sólo tienen un valor religioso: tocan realidades antropológicas hondas que acontecen allí donde hay seres humanos. El tener, el poder y el disfrutar; el dinero, las decisiones y los afectos: hay modos distintos de describir cómo los votos apuntan a lo más profundo de nuestros anhelos, temores y sueños.
(3) La humildad del cuerpo es la pobreza; la humildad del corazón es la castidad; la humildad de la mente es la obediencia.
La Humildad de Cristo, 11 de 12, El Resucitado
[Retiro Espiritual “De Nazareth a la Cruz; de la Cruz a la Luz,” ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, con ocasión de su IX Capítulo General Electivo en Diciembre de 2012.]
Tema 11: El Resucitado
* En tiempos de Jesús eran famosos los “triunfos,” desfiles ostentosos con que los generales romanos mostraban en la Urbe sus logros, ganando así poder y capacidad de influencia. Lo militar y lo político iban unidos de modo que el despliegue civil de una victoria militar tenía mucho sentido.
* El Resucitado es el caso opuesto. Su victoria es inmensa, cósmica, definitiva, pero no hay triunfalismo en su modo humilde y caritativo de acercarse a los discípulos. ¿Por qué? Porque la ostentación y la opresión son inútiles cuando se trata de convertir corazones, y ese es el propósito de Cristo, en su Encarnación, su ministerio público, su muerte dolorosa en la Cruz, su actuar ya resucitado.
* Impresiona que el Señor Jesús, tanto en su despedida en la Cena, y después, ya resucitado, se abaja con humilde amor ante la obra del Espíritu Santo: “Os conviene que yo me vaya” (Juan 16,7), y “Aguardad la Promesa del Padre” (Hechos 1,4-5).
* Es el Espíritu quien nos hace coherederos. Es el Espíritu quien nos hace hijos, y es nuestra filiación la que nos permite participar de la vida propia del Hijo.
La Humildad de Cristo, 10 de 12, Eucaristia
[Retiro Espiritual “De Nazareth a la Cruz; de la Cruz a la Luz,” ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, con ocasión de su IX Capítulo General Electivo en Diciembre de 2012.]
Tema 10: Eucaristía
* Una de las expresiones más elocuentes de la humildad de cristo es su presencia viva de donación y amor en la Divina Eucaristía.
* Ante todo, se trata de la “Última Cena.” El sentido de lo “último” no es el del comercio y la publicidad actuales, para los cuales la “última” colección es sólo la última que ha salido al público. En la Biblia, lo “último” indica aquello que ya no tiene sucesor, es decir: lo definitivo. La Última Cena es entonces aquella en la que se da el todo de Cristo: es su ofrenda, su holocausto de amor.
* Para la catequesis es necesario recordar esa primacía de la dimensión sacrificial. Elimínese la idea de que la Eucaristía es una grata comida de amigos que se sienten a gusto unos con otros.
* El lavatorio de los pies es en sí mismo una expresión de humildad, por ser tarea de esclavo. Pero dice más: los pies lavados son la acogida, el hacer sentir en casa. Lavar los pies en la Última Cena es invitar a quedarse para siempre en el espacio del amor de comunión ofrecido en Cristo.
* La Última Cena es comida pascual. No mira sólo al pasado. Celebra algo que está sucediendo; es transformante. Comer la Pascua es volverse Pascua.
La Humildad de Cristo, 09 de 12, Maria y los Pobres de YHWH
[Retiro Espiritual “De Nazareth a la Cruz; de la Cruz a la Luz,” ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, con ocasión de su IX Capítulo General Electivo en Diciembre de 2012.]
Tema 9: María y los Pobres de YHWH
* La santidad excepcional de la Virgen María hace que uno fácilmente la vea como un caso también excepcional, y en ese sentido, desconectado de su pasado, y de la gente y cultura de su tiempo. Su santidad se ve entonces como algo ajeno al curso de la historia humana, algo que reposa únicamente en la impenetrable voluntad de Dios, como si se tratar de un capricho. Por supuesto, ese actuar divino no genera inspiración ni responsabilidad alguna de parte de quien no ha recibido esos dones.
* Las cosas cambian cuando se recorre el camino que hizo la fe del pueblo elegido. El desierto ocupa un lugar importante porque es el espacio, físico y existencial, en el que los ídolos aparecen en toda su impotencia, y la providencia de Dios se muestra como revelación de su majestad y soberanía. El despojo del desierto es así paradójicamente una buena noticia: ser llevado al desierto es ser llamado a renovarse en el amor y la fidelidad, como la predicó Oseas.
* Pero el corazón humano no acepta de buen grado esa ley del despojo. Fue una circunstancia forzosa, el destierro a Babilonia, lo que terminó de romper el corazón arrogante e idólatra, de modo que el pueblo que salió de ese abismo de dolor pudo conocerse en su propia miseria y pecado. Es el tono que se encuentra en las confesiones penitenciales de los primeros tres capítulos del libro de Baruc.
* Ese es también el tono humilde del “Pequeño Resto,” cuya nota principal es la humildad y la confianza en Dios. Tal es la espiritualidad de Nazareth, de la Virgen María, y de las bienaventuranzas.
LA GRACIA del Jueves 13 de Diciembre de 2012
La conversión no es complicada: es reconocer que uno no es grande sino pequeño, y que Dios no es pequeño sino grande.
La Humildad de Cristo, 08 de 12, El Siervo de YHWH
[Retiro Espiritual “De Nazareth a la Cruz; de la Cruz a la Luz,” ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, con ocasión de su IX Capítulo General Electivo en Diciembre de 2012.]
Tema 8: El Siervo de YHWH
* La segunda parte del libro de Isaías, que va del capítulo 40 al 55, incluye cuatro pasajes que se conocen como “Cánticos del Siervo.” Son textos de hermosa y densa poesía, que han despertado interés y abundante discusión. Se ha dicho que esa figura, arropada en misterio, corresponde al pueblo judío, o a algún profeta en especial, o a los profetas en general, o que alude al Mesías. Lo cierto es que los cristianos, desde tempranas horas de la fe, han leído esa parte de Isaías reconociendo ante todo a Cristo.
* Ejemplo típico es el pasaje del diácono Felipe y el etíope que iba leyendo uno de estos Cánticos en su carruaje. La interpretación de Felipe ve el misterio del Cristo sufriente en la descripción del capítulo 53 de Isaías.
* Estas prefiguraciones tienen un valor inmenso cuando se trata de encontrar el sentido teológico de la Pasión, más allá del sufrimiento más visible, que es el corporal.