La Pascua, sus Enemigos y sus Victorias, 2 de 8, Cientificismo y Laicismo

[Retiro Espiritual con un grupo de Hermanas Dominicas de la Presentación, en Bogotá. Semana Santa de 2014.]

Tema 2 de 8: Cientificismo y Laicismo

En nuestro tiempo y circunstancias la alegría se extingue asfixiada en medio de dificultades exteriores e interiores.
Las dificultades exteriores tienen todas que ver con la pretensión del mundo de endiosarse a sí mismo, declarando a Dios innecesario, inexistente o improcedente. Uno de los nombres que tiene el “mundo,” o el conjunto de lo “mundano,” en latín, es “saeculum” y de ahí viene la palabra “secularización,” que por consiguiente alude a esa tendencia con la que el mundo pretende absolutizarse, ya sea desplazando a Dios, o relegándolo, o abiertamente combatiéndolo.

La secularización tiene tres dimensiones principales: intelectual, política y social.

Entendemos la secularización “intelectual” como aquel movimiento cultural masivo que termina considerando como única palabra cierta a aquella que provenga de la ciencia. Cientificismo y neopositivismo son nombres alternativos para esta tendencia que no sólo descarta el lenguaje religioso sino que, con fuerza y arrogancia semejantes, pisotea el sentido común, la filosofía, el testimonio de la fe y los saberes o tradiciones de los pueblos. Así por ejemplo, lo que se ha pensado y entendido siempre y en todas partes sobre qué es el matrimonio no importa; lo único que sería argumento para oponerse al matrimonio llamado “igualitario” sería un estudio científico que mostrara a base de abundantes estadísticas y correlaciones con fuerza causal por qué es malo tener dos papás o dos mamás. Lo irónico de este abuso arrogante es que la ciencia misma está sometida a numerosas presiones e intereses, que son particularmente notables en el momento de recoger información sobre los seres humanos. ¿Qué teoría científica ha demostrado que puede producir preguntas completamente neutras, asépticas y libres de todo sesgo? La secularización intelectual equivale a la ideología cientificista.

Entendemos la secularización “política” como aquel movimiento cultural que pretende excluir a lo religioso de todas las esferas de lo público, de modo que los textos religiosos sean equiparados a la fantasía; los signos religiosos sean expulsados de las escuelas y demás lugares públicos; y las personas que representan los distintos credos sean considerados únicamente como representantes de intereses particulares ajenos al bien común de la sociedad en su conjunto. La secularización política equivale a la ideología laicista.

La Pascua, sus Enemigos y sus Victorias, 1 de 8, Extintores del fuego del Espíritu

[Retiro Espiritual con un grupo de Hermanas Dominicas de la Presentación, en Bogotá. Semana Santa de 2014.]

Tema 1 de 8: Extintores del fuego del Espíritu

La Pascua invita al creyente a beber de la fuente misma de la que mana toda su salvación y su alegría. ¿Cómo es que esa alegría permanece tan distante de tantas vidas? Podemos dar una primera respuesta, de tipo general, y luego otra respuesta más detallada.

De modo general, diremos que, si la alegría de la Pascua es un fuego admirable, hay que saber que existen “extintores” para ese fuego. Podemos mencionar especialmente tres extintores que de manera general apagan o impiden la genuina alegría pascual.

El primer extintor es la impenitencia, es decir, el amor al propio pecado, o en todo caso, el poner por encima el propio señorío sobre la vida, sin dejar a Dios su trono y lugar en nuestra vida. Este extintor hace su aparición en los evangelios: si al principio de cada uno de ellos vemos a la gente colmada de gozo y admiración por las obras de Cristo, luego observamos que tanto los milagros como la alegría de la gente van desapareciendo. La explicación hay que encontrarla en lo que dice Cristo, quejándose de las ciudades donde había hecho más curaciones y exorcismos: (Mt 11,20-24)

El segundo extintor es la arrogancia que pretende imponer sobre la mirada de Dios la propia mirada, y sobre sus planes, los nuestros. Hasta qué punto tal orgullo nos vuelve impermeables al gozo que Dios ofrece se nota en escenas como la curación del ciego de nacimiento, que se cuenta en el capítulo 9 de San Juan. ¡Un hombre que no veía, que nunca había podido ver, ha sido curado, y ve perfectamente! ¿Trae eso alegría a los fariseos? No. Sólo trae averiguaciones, sospechas y amenazas. Primero dudan de que el milagro sí haya sucedido. Luego se enfangan en discusiones sobre cómo pudo suceder. Pero tales discusiones son en el fondo estériles. El veredicto de ellos ya está dado: Jesús no puede venir de Dios. están tan seguros de eso que sus preguntas no son apertura a la verdad sino deseo de constatar su sentencia. No pueden alegrarse porque tampoco pueden sorprenderse. Y no quieren sorprenderse porque sólo creen en su perspectiva y su plan.

El tercer extintor es la desesperación. De modo dramático aparece en el desenlace de Judas Iscariote. Desesperarse es pretender achicar a Dios, declarando nuestras culpas más grandes que su poder, y considerando más graves nuestros errores que su sabiduría y su providencia. Por supuesto, el “dios” disminuido del desesperado es un mero producto de su imaginación y carece del poder de salvar.

Impenitencia, arrogancia y desesperación extinguen y eclipsan la alegría.

Qué es ser cristiano, 11 de 16, Filiación y fraternidad en la Iglesia

[Serie de catequesis para las Monjas Dominicas del Monasterio de la Madre de Dios, en Baeron, Jenchen, Corea del Sur. Cada predicación fue traducida del español al coreano frase por frase, lo cual da un ritmo diferente a esta serie.]

Tema 11 de 16: Fraternidad y autoridad en la Iglesia

* Los manifestantes de la Revolución Francesa hablaban de fraternidad, pero claramente estaban abusando del término. La verdad es que no hay fraternidad sin una paternidad previa, y entre los objetivos que ellos querían no estaba proclamar la paternidad de Dios ni de nadie.

* La filiación, el ser hijos, es parte esencial de la Buena Nueva: por la acción del Espíritu Santo, que Cristo mereció para nosotros en la Cruz, hemos sido hechos partícipes de la naturaleza divina, según enseña el apóstol San Pedro.

* En consecuencia, la fraternidad en la Iglesia no es asunto de conveniencia, utilidad o simpatía sino conciencia de que mi hermano ha nacido de la misma fuente y de la misma gracia de la que yo he nacido.

Qué es ser cristiano, 10 de 16, Dimensión comunitaria y eclesial de la fe

[Serie de catequesis para las Monjas Dominicas del Monasterio de la Madre de Dios, en Baeron, Jenchen, Corea del Sur. Cada predicación fue traducida del español al coreano frase por frase, lo cual da un ritmo diferente a esta serie.]

Tema 10 de 16: Dimensión comunitaria y eclesial de la fe

* La Iglesia no nació como nacen las escuelas de filosofía, ni como nacen las empresa de asociados.

* En una escuela filosófica, cada uno entiende según puede, y aplica según el propio criterio. En una empresa de asociados, es la base la que da el poder a los jefes o líderes.

* La Iglesia nace de la predicación, como se ve ya desde Pentecostés: los convocados por el mensaje de aquellos primeros testigos son también los primeros creyentes. Y por la misma razón, aquellos que predican–los apóstoles–tienen la primera autoridad en la interpretación del mensaje, y en lo que ese mensaje significa para la vida de la Iglesia.

Qué es ser cristiano, 09 de 16, Convertirse de corazón

[Serie de catequesis para las Monjas Dominicas del Monasterio de la Madre de Dios, en Baeron, Jenchen, Corea del Sur. Cada predicación fue traducida del español al coreano frase por frase, lo cual da un ritmo diferente a esta serie.]

Tema 9 de 16: Convertirse de corazón

* La misericordia sin arrepentimiento se vuelve complicidad. Pero arrepentirse es algo que nuestra sociedad rechaza, porque lo asocia con debilidad, que produce descrédito.

* El cristianismo predica el arrepentimiento no para hundirnos en la desesperación sino para abrirnos desde la verdad de lo que somos al amor que Dios nos ha dado en su Hijo.

* Aunque la vida tiene numerosos condicionamientos y los márgenes de la libertad humana a veces son muy estrechos, en esa rendija de libertad se juega nuestra posibilidad de abrirnos al amor que transforma.

Cánticos Cristológicos, 4 de 4, Benedictus y Magnificat

[Retiro de Semana Santa en el Convento de Santo Domingo, en Bogotá, versión 2014.]

Tema 4: Cristo en los Cánticos de Zacarías y de la Santísima Virgen

* Parecidos entre estos Cánticos:

Alabanza, gratitud, alegría.
Memoria de las maravillas de Dios.
Certeza de salvación.
Protagonismo de la misericordia.
Conciencia del momento único.

* Diferencias entre Zacarías y María:

La pregunta: ¿Cómo estaré seguro? / ¿Cómo será esto?
Su modo de situarse ante la gracia: Futuro / Presencia
Tipo de experiencia que cuentan: Más general / Más personal
Anuncio: Salvación / Salvación y justicia

* Títulos que Cristo recibe:

Fuerza de salvación
Misericordia real
Sol que nace de lo alto
Brazo de Dios, que hace obras grandes

Cánticos Cristológicos, 3 de 4, Colosenses

[Retiro de Semana Santa en el Convento de Santo Domingo, en Bogotá, versión 2014.]

Tema 3: Cristo en Colosenses 1,12-20

* En la Grecia antigua se juntaban dos mundos: Oriente y Occidente. En ciudades como Colosas se multiplican los predicadores y de la misma forma abunda todo tipo de filosofías y religiones. Algunas de estas teorías hablan de fuerzas y misterios, y usan un lenguaje complejo, a la vez que usan símbolos que apuntan las dimensiones trascendentes del cosmos.

* Los hombres de aquella época, lo mismo que nosotros, terminan por preguntarse qué o quién gobierna el mundo. Están convencidos de que las fuerzas en juego no son solamente las que alcanzan a ver nuestros ojos. Sus mentes se abren a un mundo espiritual en que hay muchos poderes y muchos señores.

* Pablo ve en esa situación una oportunidad para afirmar la primacía de Cristo: Él es el Señor, de TODO, lo que vemos y lo que no vemos, lo que conocemos, y lo que no conocemos, incluso más allá del alcance de nuestra imaginación.

Cánticos Cristológicos, 2 de 4, Efesios

[Retiro de Semana Santa en el Convento de Santo Domingo, en Bogotá, versión 2014.]

Tema 2: Cristo en Efesios 1,3-10

* Las Cartas a los Efesios y a los Colosenses son de las llamadas “de la cautividad.” Pablo está prisionero y su reclusión le lleva a profundizar en el misterio de Cristo, hacia dimensiones más eclesiales, e incluso cósmicas.

* Lo que maravilla al Apóstol es que Dios ha podido, en Cristo y a través de Cristo, crear un pueblo nuevo a partir de dos pueblos que se detestaban: judíos y gentiles.

* El camino que abrió Cristo fue mostrar que el pecado abunda y da fruto de muerte en uno y otro pueblo, y por eso ambos pueden encontrar en Cristo un nuevo comienzo y una esperanza firme.

Cánticos Cristológicos, 1 de 4, Filipenses

[Retiro de Semana Santa en el Convento de Santo Domingo, en Bogotá, versión 2014.]

Tema 1: Cristo en Filipenses 2,6-11

* El apóstol san Pablo tuvo una relación particularmente cercana con la comunidad de Filipos.

* Cristo “no retuvo ávidamente” ser igual a Dios: no está aferrado a lo que es. Cristo es libre hasta de sí mismo.

* Cristo, haciéndose “esclavo” se hace “como uno de tantos”: la condición humana es de esclavitud, pero servir al Señor Dios es servir al que más y mejor nos ama.