Seis videos formativos e informativos sobre las discusiones más candentes sobre género, homosexualidad, lobby LGBTI, con argumentos amplios y constructivos. Los menores de edad deberían acceder a este material sólo en compañía de adultos responsables.
En Juan 14, 6 dice Jesús “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre si no es por mí.”
* Si Cristo es el camino quiere decir que tenemos que recorrer con Cristo nuestra vida. Podremos hacer camino con Cristo porque Cristo recorrió nuestros caminos. Recorriendo nuestros caminos, Cristo se hizo camino nuestro.
Primera interpretación: Cristo recorrió nuestros caminos, quiere decir que en la geografía podemos ubicar lugares donde él estuvo: el lago de Galilea, Betania, Nazaret…
Segunda interpretación: Cristo recorrió nuestros caminos, también lo podemos interpretar pensando que Cristo que fue un embrión, que fue un feto, que fue un recién nacido, que fue un niño y un adolescente. Jesús santifico todas las etapas de la vida, podemos decir que Jesús recorrió todos los caminos de la vida humana porque el tuvo todas estas edades hasta llegar a la madurez.
Tercera interpretación: la interpretación emocional, psicológica y existencial: Cristo recorrió los caminos de la soledad, del abandono, de la tristeza, de la alegría, la oración, esperanza y de la amistad. Todas estas realidades, que son etapas que nosotros vamos recorriendo en el camino de la vida, las conoció Cristo.
* Cristo no experimento la vejez en término de años pero lo propio de la vejez, es decir, el despojo, la perdida de fuerzas, ver que se aproxima la muerte, todo este proceso sí lo vivió en su pasión y en su cruz. Cristo en su cruz termino de recorrer todas las edades de la vida humana. Nada hay en el corazón humano que sea ajeno a Jesucristo. Nada que tú vivas, que te oprima, que te perturbe, que te amenace, nada es ajeno a Jesucristo.
Cómo se forma un Cristiano
* Cristo a través de su propia entrega, a través de su propio desgaste, nos muestra cómo se forma un cristiano. El caminar de Cristo lo vamos a dividir en 7 grandes etapas que nos van a ayudar a entender las 7 grandes etapas del cristiano.
* Formar a un hombre o a una mujer para que verdaderamente viva como cristiano no es un asunto instantáneo, llegar a ser verdaderamente cristiano toma tiempo y cubre unas etapas.
Primera etapa: tomar conciencia de que cuando yo me dejo llevar por la soberbia destruyo a otros y destruyo mi vida.
* Marcos 1: El ministerio publico de Jesús empieza junto al rio Jordán con el arrepentimiento de los pecados. Es clave reconocer que nuestra arrogancia, nuestra soberbia nos lleva al desastre. El día en que tu descubres que la soberbia lleva al desastre, ese día empiezas a ser cristiano. El día en el que tu renuncias a la soberbia, ese día reconoces que necesitas de Dios.
Segunda etapa: sanación y liberación.
* Marcos 1: “La gente se agolpaba al frente de la puerta donde estaba Jesús y cura y expulsa a muchos demonios.” La sanación y la liberación para muchas personas es lo que mas le gusta en la vida cristiana pero no lo es todo, es solo la segunda etapa.
Tercera etapa: la enseñanza de Cristo.
* Necesitamos ser sanados de los errores, equivocaciones, engaños, mentiras y traumas que hay en nuestra mente. A través de su palabra poderosa, Jesucristo limpia el corazón humano. Juan 15, 3: “Ustedes están limpios por la palabra que les he anunciado.” En la medida en que descubrimos de los labios de Cristo la grandeza del reino de Dios vamos también descubriendo nuestra dignidad.
Cuarta etapa: asumir un compromiso de cercanía con Cristo y un verdadero compromiso de discípulo.
* Es el momento de dar testimonio y estar visiblemente con Él. Muchas personas van de evento en evento, de congreso en congreso, para que lo sigan sanando y curando, el problema de eso es que cuando nosotros estamos concentrados de que nos curen nuestras dolencias y nos arreglen nuestros problemas, en el fondo no terminamos el timón de nuestras vida a Jesucristo. Si nosotros no damos el paso de que Cristo lleve el control de nuestra vida seremos siempre espectadores.
* Hasta la tercera etapa la persona piensa: “yo quiero que Cristo esté a mi servicio”, después de la cuarta etapa la persona piensa: ” yo quiero estar a su servicio.”
Quinta etapa: descubrir el camino de la humildad y la caridad dentro de la comunidad.
* En Mateo 20, nos damos cuenta de que empieza una discusión de los discípulos: quien es el más importante. No basta con que tu digas que quieres servir o que quieres ser discípulo.
* Si trasladas a la iglesia la lógica del mundo, no has evangelizado al mundo sino que has mundanizado a la iglesia. La señal principal de la mundanización de la iglesia es la búsqueda de los primeros puestos. Empezar a vivir la humildad y la caridad en la comunidad es la escuela del verdadero discipulado. El verdadero servidor tiene siempre dos preocupaciones, que brille la gloria de Cristo, y cómo podrá Cristo hacer mejor uso de los dones y talentos que él mismo me ha dado para bien de mis hermanos.
* La paciencia ante las imperfecciones de mis hermanos me perfecciona.
Sexta etapa: Oración continua y penitencia.
* Mateo 26, 41: “Estén atentos y oren para no caer en tentación, el espíritu esta dispuesto pero la carne es débil.”
Séptima etapa: de pie junto a la cruz.
* Estar dispuestos a padecer lo que haya que padecer y a perder lo que haya que perder con tal de no perder a Cristo.
[Retiro “Católico Soy” versión 2015. Advertencia: la naturaleza del tema de este retiro y el lenguaje directo propio de estas discusiones puede no ser apropiado para menores de edad sin acompañamiento de sus padres o responsables.]
Tema 6 de 6: ¿Qué hacer?
1. Formación permanente: retiros, cursos, jornadas, congresos.
[Retiro “Católico Soy” versión 2015. Advertencia: la naturaleza del tema de este retiro y el lenguaje directo propio de estas discusiones puede no ser apropiado para menores de edad sin acompañamiento de sus padres o responsables.]
Tema 5 de 6: Causas de la omnipresencia del tema de género
* A cualquier observador atento le llamará la atención que habiendo tantos temas graves y urgentes en tantos países, de repente pareciera que el único tema relevante, o por lo menos, el que recibe una atención constante y destacada, es este asunto de género. ¿Por qué sucede así? Podemos decir que, sobre la base de un “caldo de cultivo” largamente preparado, han entrado con fuerza intereses muy claramente identificables.
* El “caldo de cultivo” tiene dos ingredientes fundamentales: el naufragio emocional y la atomización de la sexualidad humana.
* “Naufragio emocional” o “existencial” es durísima situación de soledad en que millones y millones de personas se encuentran por muchos factores, sobre todo el individualismo y la obsesión por la satisfacción a través de tener más y más dinero. El efecto más notable de ese abandono es que muchas personas tratan de aferrarse a sus cosas, sus placeres, o sus amores ocasionales con la misma fuerza de un náufrago a la única tabla de salvación que ha podido encontrar. Si la persona a la que otro logra aferrarse es del mismo sexo entonces ambos tratarán de defender, más allá de todo argumento, la relación que les hace posible sobrevivir emocionalmente.
* Llamamos “atomización de la sexualidad” a la mentalidad, creada o impulsada grandemente por la difusión de la pornografía, que hace que el sexo no se vea como encuentro de personas sino como acceso a una colección de objetos de deseo: una boca, unos pechos, unos genitales. Las relaciones sexuales, así entendidas, son notoriamente pobres, frágiles y provisionales, de modo que se impone la lógica de que “todo vale” con tal de encontrar algo de placer o algún tipo de refugio afectivo.
* Preparado así el terreno resulta fácil a los políticos oportunistas presentarse como abanderados de la causa de la “discriminación” de los náufragos. Toda responsabilidad social y todo criterio moral desparecen de la escena, y los improvisados líderes logran lo único que les interesaba: los votos suficientes para acceder al poder. Únase a ello las gigantescas ganancias que trae el sexo comprado y vendido como artículo de consumo, en sus más diversas formas.
* Finalmente, una mal entendida misericordia facilita que, incluso en ambientes cristianos y católicos, avance con fuerza la mentira, pues resulta cómodo predicar un dios falso que no exige lo primero que reclamo Cristo al empezar su misión: “Convertíos.” esta falsa misericordia se queda solamente con acoger al náufrago pero no le ofrece la riqueza del amor que salva sino la pobreza de un falso amor de complicidad y mediocridad.
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Tema 4 de 6: Otras palabras-bandera y palabras-dragón
* Hay otras palabras-bandera de uso frecuente en nuestro tiempo, cuando se trata de conquistar terreno para la causa LGBTI. Es el caso del lenguaje sobre los “derechos.” Con el único problema de que, según conveniencia, unos derechos se suprimen por afirmar otros, con lo cual la condición de quienes no comparten las ideas que se nos quieren imponer queda bloqueada con apariencia de legalidad. Así sucede por ejemplo cuando los padres pierden el derecho de educar a sus hijos en la sexualidad según los principios que consideran correctos porque el Estado impone un modelo único de educación sexual que se supone que asegurará la tolerancia y la convivencia ciudadana en el futuro de esos niños. En ocasiones los materiales impuestos sólo pueden calificarse de manuales de corrupción pero los papás no pueden oponerse so pena de perder la custodia de sus propios hijos. Cabe bien la pregunta: ¿qué pasa con el derecho de estos padres?
* En la supuesta defensa de los “derechos” de la mujer, o del “derecho” a una muerte llamada “digna,” se multiplican otro tipo de desmanes. Es sabido que en países de más larga tradición de eutanasia se dan casos de presiones para que los pacientes, que ya están en condición de fragilidad psicológica y emocional, pidan “voluntariamente” ser asesinados. Hay datos de médicos que preguntan a sus pacientes cuándo piensan morir. ¿Es eso digno?
* Un término repetido con frecuencia, y en realidad vacío de toda consistencia racional, es que “ya estamos en el siglo XXI.” A poco de examinar ese tipo de “argumento” uno comprueba su completa vaciedad: ¿Eso qué demuestra? Si se tratara, por ejemplo, de definir si robar es malo, ¿por qué el siglo en que uno vive importaría? No mucho más hay que decir de lemas pobres intelectualmente hablando como que hay que tener la mente “abierta” (y la pregunta obvia es: ¿abierta a qué exactamente?), o que “ganó el amor” (donde la pregunta es: ¿qué entiendes por amor?).
* Las palabras-dragón se apoyan en la lógica coja que hemos venido examinando. Por ejemplo, el término “discriminación.” ¿Es malo discriminar? La pregunta es: ¿discriminar qué o a quién? Si pretendo sentarme en la oficina de gerencia de una empresa donde ni siquiera me conocen, y los guardias de seguridad me impiden entrar, ¿diré que me están discriminando? La respuesta es obvia: sí me discriminan, y con razón. A ese edificio, y a esas oficinas, no entran todos. Eso es discriminación. Por supuesto, esto no valida TODO tipo de discriminación pero sí indica que no debemos asustarnos por el hecho de que nos lancen una palabra así. De nuevo, la clave es preguntarse qué es lo propio y lo correcto. De ahí saldrán límites, y esos límites indican que no todos hacen o pueden todo.
* En cuanto al verbo “juzgar,” que a menudo se usa para desacreditar el discurso de algún creyente, siempre para indicar que uno no debería opinar de la vida de nadie, hay aclaraciones que son necesarias. La expresión de Cristo sobre “no juzgar” no elimina la enseñanza de Cristo sobre la corrección fraterna. ¿Qué indica eso? Si “no juzgar” significara “no te metas en la vida de nadie,” ¿cómo podríamos cumplir lo que Cristo nos manda sobre corregirnos unos a otros? Es obvio que el “no juzgar” debe tener otro sentido. Y lo tiene: “juzgar” en lengua hebrea, es tomar el lugar del juez, y el único juez es Dios, cuyos “juicios” indican la verdad definitiva y el destino final de cada persona. De modo que “no juzgar” equivale a: “No pretendas tomar el lugar de Dios creyendo que puedes conocer o definir el desenlace final de la vida de otra persona.” Por supuesto, ese mandato no implica que suspendamos toda opinión sobre todo comportamiento pues entonces ni siquiera la predicación sería posible.
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Tema 3 de 6: Tolerancia, libertad y naturaleza
* Tres de las palabras-bandera más repetidas, en el contexto de la lucha por una supuesta “igualdad” entre todos los humanos, igualdad que incluiría el “derecho” de casarse con lo que cada quien desee, son: tolerancia, libertad y naturaleza.
* El criterio general para responder, de modo razonado y respetuoso, frente a las palabras-bandera es hacer las necesarias distinciones. “Sí… pero”: tal es el lenguaje necesario en este caso. por ejemplo: creemos en la igualdad entre hombre y mujer PERO tal igualdad se refiere a la dignidad como seres humanos, y a los derechos fundamentales que se derivan directamente de ello. Cada uno de tales derechos tiene que ser demostrado como inherente e idéntico en hombre y mujer, y por eso, no existe el “derecho humano a parir” por dar un ejemplo.
* La tolerancia es una palabra importante para la convivencia social pero a nadie se le ocurre que TODO deba ser tolerado. Además, y es lo mismo que sucede con la política comunista, pasa en esto que se exige tolerancia hasta que se logra el poder. Conseguido el poder, se procede a castigar con absoluta intolerancia a los que se resisten a pensar como se les ordena que piensen.
* Con la naturaleza, en cuanto al avance de la presencia social de la práctica homosexual, se han intentado varias cosas: (1) Se ha buscado una hipotética base genética (el “gen gay”) sin ningún éxito. (2) Se han planteado paralelos de comportamiento homosexual en especies animales–lo cual no demuestra nada porque hay todo tipo de robos, crueldades y engaños en el mundo animal, y eso no validad tales comportamientos en los humanos. (3) Se han usado recursos ridículos como presentar imágenes de rayos X de seres humanos abrazándose o besándose como un modo de sugerir que “en el fondo” o “adentro” somos iguales todos y que por consiguiente todo da lo mismo. Eso equivale a presentar cortes de tejido cerebral de personas muy bondadosas o muy crueles para deducir de ahí que da lo mismo una cosa que otra.
* Además, incluso si hubiera un factor natural, por ejemplo genético, que llevara a una tendencia homosexual, eso tampoco demostraría nada porque de hecho ya se conocen casos en que los factores genéticos empujan, por ejemplo, hacia el suicidio o hacia la promiscuidad. A nadie se le ocurre que por existir esas tendencias, que podrían llamarse innatas, sus respectivos portadores quedan exentos de responsabilidad y pueden obrar según el impulso de sus genes. La cualidad moral de qué es un comportamiento bueno o de malo no puede resolverse estudiando el ADN.
* En cuanto a la libertad, no hay que dejarse engañar. Es verdad que la definición usual de libertad en el diccionario moral de mucha gente es: “hacer lo que me da la gana.” Pero esa definición es vergonzosamente ingenua porque quien así piensa pone su vida en manos de quien le maneje las ganas. Y ciertamente hay personas, empresas y centros de poder que tienen mucha habilidad para producir y dirigir las “ganas.” Usan lo que se conoce genéricamente como “marketing.”
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Tema 2 de 6: Igualdad y complementariedad
* Una de las palabras preferidas cuando se trata de argumentar, por ejemplo, en favor del matrimonio de personas del mismo sexo es “igualdad.” En muchos lugares se habla de “matrimonio igualitario” para referirse a este tipo de unión.
* Lo interesante es que esas afirmaciones de igualdad, impuestas culturalmente, no resisten análisis científico. Desde la embriología hasta la psicología evolutiva, lo que encontramos entre hombres y mujeres son numerosas diferencias, y a la vez, una vocación de complementariedad.
* En particular, no resulta difícil descubrir, desde la estructura neuronal misma del cerebro masculino, en qué sentido y con cuánta intensidad necesita de lo femenino, en cuanto apoyo, descanso y anticipación de su meta.
* Un poco más difícil es descubrir en qué sentido hay una base biológica que enseña cómo la mujer necesita del hombre. Al final se descubre que la “abundancia” que caracteriza el mundo sensorial, afectivo e intelectual de la mujer, halla en el varón, si este es admirable, un cauce para realizarse a sí misma.
* Pero todo este hermoso balance de igualdad en la dignidad, y de complementariedad en sus caminos de vida, se pierde cuando se afirma, con tremenda irresponsabilidad, que da lo mismo uno que otro sexo.
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Tema 1 de 6: Recordemos que estamos en guerra semántica
* Las persecuciones son de distintas clases. El Estado Islámico te quita la cabeza; la guerra semántica te la cambia.
* Caso típico es el de la palabra “meditación” que para la mayoría de la gente hoy se asocia con dejar la mente en blanco y practicar alguna variante de yoga o de budismo zen. Para el cristiano, meditar era una cosa muy distinta: reflexionar pausadamente sobre la Palabra de Dios o sobre la predicación de la Iglesia, típicamente en el contexto de un retiro espiritual.
* Una parte importante de la guerra semántica es usar determinadas palabras como clichés, lemas o eslógans que tienen mucha fuerza en el imaginario colectivo. Su valor es de símbolo de una causa, y por eso funcionan como “palabras-bandera” Entre esas palabras actuales tenemos términos como “igualdad,” “inclusión,” “tolerancia” y algunos otros. La gente no los analiza ni cuestiona más sino que los asume ingenuamente y forma bloque para defenderlas sin darse cuenta de los muchos matices que esas mismas palabras requieren.
* Otras palabras, en cambio, quedan convertidas en “palabras-dragón,” es decir, términos con los que se pretende atacar, marginar o incluso “demonizar” a quienes se atrevan a pensar de modo distinto a como se supone que todos debemos pensar. Entre esas palabras-dragón están “discriminación,” “hipocresía,” y “estás juzgando.”
Jesús nos envía a convertir corazones y a hacer retroceder las tinieblas a través de la predicación; y a llevar el bálsamo de la misericordia a quienes están maltratados y agotados.
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El Señor nos pide confiar con todo el corazón en sus promesas, porque Él no nos defrauda; y desconfiar en el mundo que sólo brinda ilusiones, abundancia, prosperidad e inmediatez.
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