Hermano, No Te Rindas

No te rindas, aún estás a tiempo de abrazar la vida y comenzar de nuevo, aceptar tu sombra, liberar el lastre y retomar el vuelo.

No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, abrir las esclusas, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

Continuar leyendo “Hermano, No Te Rindas”

No Te Detengas…

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

No te mires con tus ojos, contémplate con la mirada de Dios.

No pienses en lo largo que es el camino de tu transformación,

sino en cada paso que puedes dar para ser lo que Dios quiere que seas.

Continuar leyendo “No Te Detengas…”

La Vida Duele

La vida duele. Sí, sin duda, la vida duele muchas veces.

Para la sociedad y en lo individual, la vida está cargada de momentos difíciles donde lo único que queda es seguir adelante; no simplemente en darle la vuelta a la gran piedra que nos estorba en el camino, sino en cargar la piedra, empujarla a un lado y llevarla a donde no estorbe a los viajeros que vienen detrás.

“La vida”, escuché decir hace muchos años a mi anciano profesor de historia, son dos pelotas rebotando en las paredes de un cuarto cerrado; es el movimiento de verlas, y sentirlas, en su viaje constante y ante el siempre inminente peligro de chocar entre ellas y salir disparadas en dirección contraria a donde iban, para continuar el movimiento, para volver nuevamente a ese juego de desplazamiento y a la siguiente interrogante del momento del futuro choque.

Continuar leyendo “La Vida Duele”

Aliento!

Cuando las preocupaciones te agobien y sientas que tu cuerpo ya no puede más, no te encierres en una idea solamente: desahógate, y piensa que en ese momento estás viviendo un instante de tu larga vida.

Y todos los problemas son circunstanciales y las circunstancias son igual que las olas: vienen y se van. La felicidad espiritual no consiste en borrar de la mente las preocupaciones ni olvidarlas; la tranquilidad espiritual consiste en la búsqueda constante de soluciones para nuestros problemas.

Continuar leyendo “Aliento!”

Hay Personas

Hay personas calladas, que necesitan de alguien para conversar.

Hay personas tristes, que necesitan de alguien que las consuele.

Hay personas tímidas, que necesitan de alguien que las ayude a vencer la timidez.

Hay personas solas, que necesitan de alguien para jugar.

Hay personas con miedo, que necesitan de alguien que les de la mano.

Continuar leyendo “Hay Personas”

¡Se parecen tanto!

Diversos estudios han demostrado que el cerebro de las personas radicalmente optimistas y el de las personas absolutamente pesimistas trabajan de modo muy similar. Ciertamente hay diferencias bioquímicas notables, por ejemplo en las dopaminas, pero ello no parece deberse a la manera como el cerebro trabaja sino que es un fruto de su propio modo de obrar.

Continuar leyendo “¡Se parecen tanto!”