Una Monja de Clausura

La vida monástica es grandiosa y simple también. Lo esencial es invisible. La virtud es silenciosa, alegre, contemplativa; no hace ruido, es caritativa, servicial, todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo acepta, nada exige, nada reclama, tiene capacidad de asombro, de resistencia física y espiritual, de abnegación total.

Todo esto y mucho más adornó la vida de una monja humilde, callada, sonriente y sencilla que vivió 67 años en la vida contemplativa.

Como suele suceder, en vida quizá pasó desapercibida, en cambio cuando su existencia terminó…. todo ha sido distinto.

Nada se improvisa, así como se vive en la cotidianidad se trasciende hacia la eternidad.

Gracias Señor por la existencia de MARIA REBECA DE LOS SANTOS, por esta monja que en escasos 5 años sembró en mi vida: caridad, fraternidad, humildad, obediencia, fe, alegría y otras más.

Vivió su vida ordinaria de amor a Dios, de una manera extraordinaria. Llegó ya a la contemplación del rostro de Dios en su gloria. El Señor reciba mi oración por su descanso feliz en brazos del Amado y tenga a bien renovar espiritualmente nuestra comunidad con base en la vida abnegada y ejemplar de nuestra hermana mayor.

SOR MARLY O.P.

Un testimonio sobre el Papa

Me han pedido que escriba un poco sobre el Papa, con la excusa de que encontrándome relativamente cerca, puedo tener una apreciación más “objetiva” (que la del periodismo internacional, supongo…). En realidad, una cierta distancia me ha permitido comparar las noticias que se dan en Argentina respecto a las de Europa sobre el tema, y comprobar que las mismas se manejan y trasmiten allá con menos consideración y sentido de la fe que aquí…

Alguien podría objetar: ¿qué tiene que ver la fe con una noticia?

Y la pregunta nos mete en el meollo mismo de lo que quisiera expresar: es imposible comprender la vida, el ministerio y el atardecer de una gigante de la fe como Juan Pablo II si no se posee al menos un poco de la misma. Igual que un vitral visto desde fuera de una iglesia es sólo un conjunto irregular e incomprensible de vidrios partidos, pero visto desde dentro revela formas y figuras maravillosas.

Por eso, quienes hablan e informan sin fe (y a veces con un increíble desconocimiento incluso de las estructuras e instituciones eclesiales) fácilmente pueden caratular la actitud del Papa de “ensañamiento pastoral con el poder”, “terquedad polaca”, “voluntarismo estoico”, “no-resignación para aceptar lo evidente”, etc.; y lo mismo dígase de una cierta “información” según la cual el Vaticano debe exhibir casi ritualmente al Papa para justificar la serena marcha del “establishment” eclesiástico, que sería la curia romana…

Juan Pablo II, “atleta de Dios”, que solamente se hace eco de todo este cúmulo de información acerca de su casi cotidiano funeral para bromear sobre el tema (y ese es uno de sus tantos signos de “buena salud”), continúa serenamente su carrera hacia la meta, animado por la esperanza y la perseverancia que han iluminado su vida y su pontificado. Las pseudo-profecías de tantos antiguos y nuevos pretendidos “vaticanistas” (que en realidad no son sino chismosos eclesiásticos) lo tienen sin ningún cuidado; y paradójicamente, toda esta información difusa y verborrágica, lejos de reflejar la verdad más profunda, chapucea en las aguas del más capital de todos los pecados de la post-modernidad: la superficialidad.

Juan Pablo II sintetiza bien a los apóstoles que ha unido al elegir su nombre: es discípulo de Juan, el apóstol místico y contemplativo que en la intimidad compartida con el Señor aprendió los misterios del Reino; y de Pablo, el viajero incansable, apóstol sin fronteras… ¡Vaya si su nombre ha sido programático de su pontificado!…

Y me permito una última apreciación, de tipo más personal: agradezco todos los días al Altísimo por habernos regalado, en la misma persona, a un Papa joven, inteligente, deportista, emprendedor y misionero; y también anciano, achacoso y discapacitado (uso a propósito esta palabra fuerte)… En este Papa, tan sobrenatural y tan humano, se revela la cercanía de un Dios que se hizo carne por nosotros, y también la realidad siempre presente de la Cruz, que es signo de salvación.

Sí: en la debilidad del Papa resplandece su verdadera fuerza; en su voz tenue y dolorida la fuerza de la Palabra; en su cuerpo limitado, la omnipotencia del Espíritu. En el Papa, discapacitado, fuerza de Dios y sabiduría de Dios, se manifiesta cuál es la verdadera fuerza de la Iglesia: la que la hace levantarse de todas las calamidades y persecuciones… La que hace que la sangre de sus mártires sea semilla de nuevos cristianos.

Los que alguna vez han subido a una montaña alta saben bien que los últimos metros no se suben con las piernas, sino con la cabeza y el corazón… sinó, no se llega. Juan Pablo II sigue porque sabe que para guiar a la Iglesia lo que más necesita no son sus piernas… ¿¡Cómo no va a saberlo Él, apóstol predilecto del que realizó lo más grande con las manos y los pies inmóviles… clavados en una cruz?!

Dentro de pocos días participaré de la beatificación de Madre Teresa, celebración culminante de los XXV años de pontificado del Papa. Si pudiese aproximarme a él, le diría sólo una cosa:

“Gracias, Santo Padre. La fuerza joven de tu esperanza fue crucial en los años en que decidí mi vocación. Ahora tu debilidad (¡la debilidad de Pedro!) es la que me confirma en la fe”.

UN SACERDOTE.

La Humildad Y La Cordura

Creo que una de las predicaciones que más han tocado mi vida la recibí en el Foyer de Charité de Zipaquirá. Yo no estaba haciendo retiro sino que pasaba por el lugar, un lugar que amo mucho, y era tiempo de la Misa, de modo que ese fue el recurso que usó mi Dios para permitirme escuchar algo que ahora les comparto.

En realidad se puede decir con muy pocas palabras: la soberbia es locura; la humildad es cordura.

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Paradojas De Nuestro Tiempo

Ahora tenemos edificios más altos, pero templos más pequeños; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos.

Gastamos más dinero, y nos gastamos cada vez más; compramos más, pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas, cosas más útiles y menos tiempo para usarlas.

Tenemos más educación y menos sentido común; más conocimientos y menos juicio; más expertos y más problemas; más medicinas y menos bienestar.

Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida; reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enfurecemos demasiado rápido; nos acostamos muy tarde, nos levantamos muy cansados; casi no leemos; vemos demasiada TV, y casi nunca rezamos.

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Regalos Que No Cuestan

El regalo de Escuchar: Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Solo escuchar.

El regalo del Cariño. Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos; éstas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.

El regalo de la sonrisa. Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu regalo dirá: “me gusta reír contigo”.

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La Misión De Las Manos

“Quien cultiva su tierra, se hartará de pan; quien persigue sombras, es un imbécil” (Proverbios 12, 11)

No tenemos en nuestras manos las soluciones para los problemas del mundo. Pero frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando el Dios de la historia venga, nos mirará las manos.

El hombre de la tierra no tiene el poder de suscitar la primavera. Pero tiene la oportunidad de comprometer sus manos con la primavera. Y es así que la primavera lo encuentra sembrando. Pero no sembrando la primavera; sino sembrando la tierra para la primavera. Porque cada semilla, cada vida que en el tiempo de invierno se entrega a la tierra, es un regalo que se hace a la primavera. Es un comprometer las manos con la historia.

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Soledad Fecunda

De vez en cuando y por un lapso de toda una mañana o de una tarde entera, sumérgete en baños de soledad y silencio. Es una disciplina excelente que fortalecerá tu espíritu y te ayudará a ir encontrándote con tu ser más profundo y verdadero. No le temas a la soledad. Aprende a amarla. Continuar leyendo “Soledad Fecunda”

Cómo Hacemos Sentir A Las Personas Que Nos Rodean?

El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de la línea aérea British Airways tuvo lugar el siguiente suceso: a una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona tan desagradable. La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver por si acaso podría encontrar algún lugar libre. Todos los demás pasajeros observaron la escena con disgusto, no sólo por el hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase. La señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella persona. Minutos más tarde regresó la azafata y le informó a la señora :

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