Cinco Minutos de Sensatez, cap. 2

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Analiza este caso: justicia y mundo gay

Dos hermanas de avanzada edad piden los beneficios fiscales de una pareja gay. Las ancianas, que siempre vivieron juntas, han acudido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos al verse discriminadas por la ley

Dos ancianitas inglesas que siempre han vivido juntas tienen miedo de que al morir una de ellas el Estado se lleve buena parte de la herencia, quizá incluso la casa familiar. Cosa que no pasaría si fuesen “mujer y mujer”, es decir, pareja lesbiana. Así que han llevado el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos: quieren poder heredar como si fuesen un matrimonio.

Como recuerda el Telegraph, desde el 2005 las parejas homosexuales, aunque no son matrimonio en Inglaterra, tienen los beneficios fiscales de un matrimonio en tanto que “unión civil”. Los esposos (o parejas civiles) no tienen que pagar impuestos por heredar de un cónyuge muerto. Los hermanos y parientes sí.

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Cinco Minutos de Sensatez, cap. 1

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La Conciencia Moral

La relación que hay entre libertad del hombre y Ley de Dios tiene su base en el “corazón” de la persona, o sea, en su conciencia moral: En lo mas profundo de su conciencia -afirma el Concilio Vaticano II-, descubre el hombre una Ley que el no se dicta a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal…

La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquella.

En el lenguaje bíblico, la palabra corazón designa lo profundo del ser humano, fuente y origen de los más intensos sentimientos de la vida afectiva y, en especial del amor. El corazón del hombre es la fuente misma de su personalidad consciente, inteligente y libre, el lugar de sus elecciones decisivas, el de la Ley no escrita y de la acción misteriosa de Dios. Es como el lugar de encuentro del hombre con Dios.

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Reglas Mínimas de Convivencia

SI abriste, cierra
SI encendiste, apaga
SI conectaste, desconecta
SI desordenaste, ordena
SI ensuciaste, limpia
SI rompiste, arregla
SI no sabes arreglarlo, busca al que sepa
SI no sabes qué decir, guarda silencio
SI debes usar algo que no te pertenece, pide permiso
SI te prestaron, devuelve
SI no sabes cómo funciona, no toques
SI es gratis, no lo desperdicies
SI no es asunto tuyo, no interfieras
SI no sabes hacerlo mejor, no critiques
SI no puedes ayudar, no molestes
SI promestiste, cumple
SI ofendiste, discúlpate
SI no sabes, no opines
SI opinaste, hazte cargo
SI algo te sirve, tràtalo con cariño
Y sobre todo…..

SI NO PUEDES HACER LO QUE QUIERES, TRATA DE QUERER LO QUE HACES.

La Paz Del Mundo Vendrá Así…

Si tú crees que una sonrisa es más fuerte que un arma,
Si tú crees que lo que une a los hombres es más fuerte que lo que los separa,
Si tú crees en el poder de una mano extendida,
Si tú crees que ser diferente es una riqueza y no un peligro… entonces vendrá la paz.

Si tú sabes mirar al otro con un poquito de amor,
Si tú sabes preferir la esperanza a la sospecha,
Si tú estás persuadido que te corresponde tomar la iniciativa antes que al otro,
Si todavía la mirada de un niño llega a desarmar tu corazón… entonces vendrá la paz.

Si tú puedes alegrarte del gozo de tu vecino,
Si la injusticia que golpea a los otros te indigna tanto como la que tú sufres,
Si para ti el extranjero es un hermano,
Si tú sabes dar gratuitamente un poco de tu tiempo por amor… entonces vendrá la paz.

Si tú sabes aceptar que el otro te preste su ayuda,
Si tú compartes tu pan y sabes dar con él un pedazo de tu corazón,
Si tú crees que el perdón consigue más que la venganza,
Si tú sabes cantar la felicidad de otro y bailar su alegría… entonces vendrá la paz.

Si tú puedes escuchar al desdichado que te hace perder tu tiempo y entretenerlo con una sonrisa,
Si tú sabes aceptar la crítica y hacer que te sea provechosa sin rechazarla ni defenderte,
Si tú sabes acoger y aceptar un punto de vista diferente al tuyo,
Si tú rehusas darte golpes por tus culpas en el pecho de otros… entonces vendrá la paz.

Si para ti, el otro es ante todo un hermano,
Si para ti la cólera es una debilidad, no una manifestación de fuerza,
Si tú prefieres ser herido antes de hacer daño a alguien,
Si tú no te sientes tan importante que “después de ti el diluvio”… entonces vendrá la paz.

Si tú alcanzas y te colocas al lado del pobre y del oprimido sin creerte un héroe,
Si tú crees que el amor es la única fuerza de disuasión,
Si tú crees que la paz es posible…
Entonces vendrá la paz.

Este es el mensaje proclamado por 4000 “Niños Cantores” del mundo, reunidos en Bruselas en su Congreso Internacional de 1992.

El Mensaje de Madonna

Por qué este texto:

Madonna ha causado un impacto inmenso a lo largo de su carrera como cantante y actriz. Muchos católicos sentimos tristeza por el género de ejemplo que ella presenta y por sus actitudes blasfemas. La pregunta es: ¿qué valores mueven a esta mujer y qué ofrece ella?

Encontré no hace mucho un programa de televisión sobre su estilo de trabajo. Un programa sin escenas explícitamente lascivas, porque estaba dedicado a engrandecer la figura de la “Estrella del Pop”.

Mi primer impulso fue despedirme del televisor, pero luego pensé el programa no era abiertamente obsceno, y que no era mala idea conocer en qué apoya su vida una persona que es modelo e ideal de realización humana para millones y millones de personas.

Las palabras que siguen, pues, son textuales o casi textuales. Y cumplen su propósito: ayudarnos a ver qué sirve de base a una vida que marca tantas vidas.

Saque cada uno sus conclusiones.

Declaraciones:

o

Odio a los que odian.
o Me gusta que me adoren.
o No soy la mejor cantante ni la mejor bailarina, pero logro lo que quiero con ellos [el público].
o Puedo lo que puede mi dinero: soy rica.
o Trato de seguir adelante con todo, y que todo siga su camino.
o El que no tiene implantes no es humano.

Credo:

o Tu familia son tus amigos.
o Harás todo lo que tú quieras.
o No dudes.

Dicen sobre ella sus colaboradores:

o Es impaciente; simplemente quiere que todo sea perfecto.
o Sabe defenderse tras varias capas, porque ha aprendido que nadie se acerca sin un interés.
o Tarda mucho, o nunca confía en nadie.

Por: Fr. Nelson Medina, O.P.

El Mensaje de Madonna

Por qué este texto:

Madonna ha causado un impacto inmenso a lo largo de su carrera como cantante y actriz. Muchos católicos sentimos tristeza por el género de ejemplo que ella presenta y por sus actitudes blasfemas. La pregunta es: ¿qué valores mueven a esta mujer y qué ofrece ella?

Encontré no hace mucho un programa de televisión sobre su estilo de trabajo. Un programa sin escenas explícitamente lascivas, porque estaba dedicado a engrandecer la figura de la “Estrella del Pop”.

Mi primer impulso fue despedirme del televisor, pero luego pensé el programa no era abiertamente obsceno, y que no era mala idea conocer en qué apoya su vida una persona que es modelo e ideal de realización humana para millones y millones de personas.

Las palabras que siguen, pues, son textuales o casi textuales. Y cumplen su propósito: ayudarnos a ver qué sirve de base a una vida que marca tantas vidas.

Saque cada uno sus conclusiones.

Declaraciones:
o Odio a los que odian.
o Me gusta que me adoren.
o No soy la mejor cantante ni la mejor bailarina, pero logro lo que quiero con ellos [el público].
o Puedo lo que puede mi dinero: soy rica.
o Trato de seguir adelante con todo, y que todo siga su camino.
o El que no tiene implantes no es humano.

Credo:
o Tu familia son tus amigos.
o Harás todo lo que tú quieras.
o No dudes.

Dicen sobre ella sus colaboradores:
o Es impaciente; simplemente quiere que todo sea perfecto.
o Sabe defenderse tras varias capas, porque ha aprendido que nadie se acerca sin un interés.
o Tarda mucho, o nunca confía en nadie.

Por: Fr. Nelson Medina, O.P.

Misión es…

Partir, caminar, dejarlo todo, salir de sí mismo,
romper la costra del Egoísmo que nos encierra en nuestro yo.

Es dejar de dar vueltas dentro de nosotros mismos,
Como si fuésemos el centro del mundo y de la Vida.

Es no dejarnos aturdir por los problemas del pequeño mundo al que pertenecemos: La Humanidad es más grande.

Es sobre todo, abrirse a los otros como hermanos, descubrirlos y salir a su encuentro.

Y, si para encontrarlos y amarlos, es necesario Surcar los mares y volar a través del cielo, entonces, MISION ES PARTIR HASTA LOS CONFINES DEL MUNDO.

Monseñor H. Cámara

Misión es…

Partir, caminar, dejarlo todo, salir de sí mismo,
romper la costra del Egoísmo que nos encierra en nuestro yo.

Es dejar de dar vueltas dentro de nosotros mismos,
Como si fuésemos el centro del mundo y de la Vida.

Es no dejarnos aturdir por los problemas del pequeño mundo al que pertenecemos: La Humanidad es más grande.

Es sobre todo, abrirse a los otros como hermanos, descubrirlos y salir a su encuentro.

Y, si para encontrarlos y amarlos, es necesario Surcar los mares y volar a través del cielo, entonces, MISION
ES PARTIR HASTA LOS CONFINES DEL MUNDO.

Monseñor H. Cámara

Bienaventuranzas de los Comunicadores

XXXVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Felices los comunicadores que trabajan por la paz. Los que, sin traicionar la verdad de las noticias, permiten ver, junto con la información, un canto de esperanza.

Felices los que pueden sustraerse de la tentación de hacer de la violencia un producto que “vende”; los que no caen en el recurso fácil de intentar sensibilizar al lector, al oyente o al televidente con “golpes bajos”, con la morbosidad que presentan algunos casos o con el escándalo que moviliza.

Felices los que aprovechan las noticias para difundir iniciativas a favor de la paz; los que apoyan y difunden proyectos solidarios.

Felices y benditos, los que ponen los medios que tienen a su alcance al servicio de la unidad, de la comunión y de la armonía de los hombres.

Trabajan por la paz quienes erradican toda manifestación de odio que puede filtrarse en sus mensajes; quienes no hacen (ni queriendo ni sin querer) apología de la maldad o del delito; quienes manifiestan en contra de la discriminación racial, social o religiosa de cualquier signo o denominación; quienes, no sólo encaran acciones a favor de la paz, sino también aquellos que están atentos a no cometer omisiones que puedan atentar contra la paz.

Felices, entonces, todos los que descubren en la paz un valor que va más allá del orden y la tranquilidad.

Las Cruces y la Cruz

Hay cruces casi “inevitables”: Ciertas edades, ciertos climas, ciertos trabajos, ciertos caracteres, ciertas convivencias, ciertas palabras, ciertos silencios, ciertos momentos….y uno debe asumirlas.

Hay cruces que te “endosan”: En forma de calumnia, en forma de contagio, en forma de palmada, en forma de convivencia, en forma de timo, en forma de contrato, en forma de chapuza, en forma de aislamiento…. Evito y soporto este tipo de cruces.

Hay cruces que “te atrapan”: Te atrapa la droga, te atrapa el placer, te atrapa la pasión, te atrapa el dinero, te atrapa el juego, te atrapa el falso amor, te atrapa la envidia, te atrapa el poder, te atrapa la fama….. Huyo de este tipo de cruces.

Hay cruces como “de temporada”: Cruces de adviento, cruces de cuaresma, cruces de Semana Santa, cruces de entierro y funeral, cruces de ayuno y abstinencia, cruces de casa de Ejercicios, cruces de Campaña a favor de…… No me fío de estas cruces.

Hay cruces de “competición”: Trabajo mas que nadie, disimulo más que nadie, aguanto más que nadie, callo más que nadie, sufro más que nadie, doy más que nadie, me mortifico más que nadie, rezo más que nadie…. Me río de estas cruces.

Hay, sin embargo, una cruz que admiro y me causa asombro; y con la que Puedo y debo cargar:

– La de quien procura que el otro no tenga cruz.
– La de quien ayuda al otro a llevar su cruz.
– La de quien se mortifica para no mortificar.
– La del que sufre sencillamente porque… ama.

¡Esta es la Cruz de Jesús!

La Fuerza del Amor

El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que amamos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.

Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia, el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.

El amor nos da el valor de:

– Luchar por nuestros sueños.
– Dar la vida por los que llevamos en el corazón.
– Modificar nuestra propia existencia.
– Cambiar nuestro ser.
– Rebasar el límite de nuestras potencialidades.

El amor nos da la fuerza:

– Para respetar a los seres que amamos.
– Para sonreír a pesar de las adversidades.
– De la humildad para pedir perdón.
– La grandeza de la comprensión.
– La nobleza de perdonar.

El amor nos da el poder:

– Para manifestar nuestras emociones.
– Para alcanzar estrellas.
– Para convertir nuestros sueños en realidades.
– Entregar nuestra vida por un ideal.

El amor nos transforma en seres superiores, nos despierta nuestra capacidad de asombro, nos da la sensibilidad de la contemplación, nos impulsa a niveles infinitos, nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un espíritu invencible y nos impulsa a alcanzar lo imposible.

El amor es la fuerza que Dios deposita en el corazón de todos los seres humanos, a cada uno corresponde decidir vivir como un paladín o un cobarde, como un conquistador o un conformista, como un ser excelente o un mediocre, como un ser lleno de luz o quien permanece por siempre en la oscuridad, el amor hace nacer la fuerza para atrevernos a ser auténticos colaboradores en la grandeza de la creación.

Pregúntate:

Si de verdad amas, ¿Estás luchando con todas tus fuerzas para conquistar lo que deseas?

– El valor para luchar por tus hijos.
– Cuidar de tus padres.
– Conceder el perdón a tu enemigo.
– Pedir humildemente perdón a quien ofendiste.

Pregúntate:

¿Tienes la fuerza para amarte a ti mismo, de convertirte en el ser que estás llamado a ser?

¿Te atreverías a hacer de tu vida una obra magistral digna de las manos que te crearon?

¿Tendrás el valor de ser un auténtico hijo de Dios?

¿Tienes la fuerza del amor?

Disfruta la vida inmensamente, y sé feliz.

Abecedario para la Navidad

Agradecer a Dios el habernos regalado las personas con las que convivimos.

Buscar el bien común por encima de los intereses personales.

Corregir con esmero a aquel que se equivoca.

Dar lo mejor de uno mismo, poniéndose siempre al servicio de los otros.

Estimar a los otros sabiendo reconocer sus capacidades.

Facilitar las cosas dando soluciones y no creando más problemas.

Ganar la confianza de los otros compartiendo con ellos sus preocupaciones.

Heredar la capacidad de aquellos que saben ser sinceros con valentía y respeto.

Interceder por los otros a Dios, antes de hablarle de nuestras cosas.

Juzgar a los otros por lo que son, no por lo que tienen ni por lo que aparentan.

Limitar las ansias personales frente a las necesidades del grupo.

LLenarse con lo mejor que uno encuentra en el camino de la vida.

Mediar entre los compañeros que no se entienden.

Necesitar de los otros sin ningún prejuicio.

Olvidar el miedo al qué dirán dependiendo de la opinión de los demás.

Preocuparse por los más débiles o más necesitados.

Querer siempre el bien de las personas.

Respetar las opiniones de los demás, los derechos de las personas y de los animales.

Salir al encuentro del otro, no esperando que él dé el primer paso.

Tolerar los defectos y límites propios y ajenos con sentido del humor.

Unirnos todos para vivir en paz y armonía.

Valorarse con realismo sin creerse superior a los demás.

X es una incógnita que invita a la búsqueda constante de la verdad con mayúscula.

Yuxtaponer ilusiones y esperanzas, trabajos y esfuerzos por crear fraternidad.

Zambullirse sin miedo en el nuevo día que Dios regala cada mañana.

Un Hombre Triste, muy Triste

Había una vez un muchacho que vivía en una casa grande sobre una colina. Amaba a los perros y a los caballos, los autos deportivos y la música. Trepaba a los árboles e iba a nadar, jugaba al fútbol y admiraba a las chicas guapas. De no ser porque debía limpiar y ordenar su habitación, su vida era agradable.

Un día el joven le dijo a Dios:

– He estado pensando y ya sé qué quiero para mí cuando sea mayor.

– ¿Qué es lo que deseas? – le pregunto Dios.

– Quiero vivir en una mansión con un gran porche y un jardín en la parte de atrás, y tener dos perros San Bernardo. Deseo casarme con una mujer alta, muy hermosa y buena, que tenga una larga cabellera negra y ojos azules, que toque la guitarra y cante con voz alta y clara. Quiero tres hijos varones, fuertes, para jugar con ellos al fútbol. Cuando crezcan, uno será un gran científico, otro será político y el menor será un atleta profesional. Quiero ser un aventurero que surque los vastos océanos, que escale altas montañas y que rescate personas. Y quiero conducir un Ferrari rojo, y nunca tener que limpiar y ordenar mi casa.

– Es un sueño agradable – dijo Dios-. Quiero que seas feliz.

Un día, cuando jugaba al fútbol, el chico se lastimó una rodilla. Después de eso ya no pudo escalar altas montanas, grandes, y mucho menos surcar los vastos océanos. Y como no podía ni siquiera trepar árboles, estudió mercadotecnia y puso un negocio de artículos médicos. Se casó con una muchacha que era muy hermosa y buena, y que tenía una larga cabellera negra. Pero era de corta estatura, no alta, y tenía ojos castaños, no azules. No sabía tocar la guitarra, ni cantar. Pero preparaba deliciosas comidas chinas, y pintaba magníficos cuadros de aves sazonadas con exóticas especias.

A causa de su negocio, el hombre vivía en la ciudad, en un apartamento situado en lo alto de un elevado edificio, desde el que se dominaba el océano azul y las centelleantes luces de la urbe. No contaba espacio para dos San Bernardo, pero era el dueño de un gato esponjado.

Tenía tres hijas, todas muy hermosas. La más joven, que debía usar silla de ruedas, era la más agraciada. Las tres querían mucho a su padre. No jugaban al fútbol con el, pero a veces iban al parque y correteaban lanzando un disco de plástico… Excepto la pequeña, que se sentaba bajo un árbol y rasgueaba su guitarra, entonando canciones encantadoras e inolvidables.

Nuestro personaje ganaba suficiente dinero para vivir con comodidad, pero no conducía un Ferrari rojo. En ocasiones tenía que recoger cosas, incluso cosas que no eran suyas, y ponerlas en su lugar. Después de todo, tenía tres hijas.

Y entonces el hombre se despertó una mañana y recordó su viejo sueño.

– Estoy muy triste – le confió a su mejor amigo.

– ¿Por qué? – quiso saber este.

– Porque una vez soñé que me casaría con una mujer alta, de cabello negro y ojos azules, que sabría tocar la guitarra y cantar. Mi esposa no toca ni canta, tiene los ojos castaños y no es muy alta.

– Tu esposa es muy hermosa y buena – respondió su amigo-. Hace cuadros maravillosos y sabe cocinar delicias. (Pero el hombre no lo escuchaba).

– Estoy muy triste – le confesó a su esposa un día.

– ¿Por qué? – inquirió su mujer.

– Porque una vez soñé que viviría en una mansión con porche y un jardín en la parte de atrás, y que tendría dos San Bernardo. En lugar de eso, vivo en un apartamento en el piso 47.

– Nuestro apartamento es cómodo y podemos ver el océano desde el sillón de la sala – repuso ella. Tenemos amor, pinturas de aves y un gato esponjado… por no mencionar a nuestras tres hermosas hijas. (Pero el hombre no la escuchaba).

– Estoy muy triste – le dijo en otra ocasión a su psicoterapeuta.

– ¿Por que razón? – pregunto el especialista.

– Porque una vez soñé que era un gran aventurero. En vez de ello, soy un empresario calvo, con la rodilla lesionada.

– Los artículos médicos que usted vende han salvado muchas vidas – le hizo notar el analista. (Pero el hombre no lo escuchaba).

Así que el terapeuta le cobro 110 dólares y lo mandó a casa.

– Estoy muy triste – le dijo a su contador.

– ¿Por qué? – indagó este.

– Porque una vez soñé que conduciría un Ferrari rojo y que nunca tendría que ordenar mis cosas. En vez de ello, utilizo el transporte público, y a veces tengo que ocuparme de los quehaceres.

– Usted viste trajes de calidad, come en buenos restaurantes y ha viajado por todo Europa – señaló el contador. (Pero el hombre no le escuchaba).

El profesional le cobró 100 dólares de todos modos. Soñaba con un Ferrari rojo para sí mismo.

– Estoy muy triste – le comunico a su párroco.

– ¿Por qué? – le pregunto, compasivo, el religioso.

– Porque una vez soñé que tendría tres hijos varones: un gran científico, un político y un atleta profesional. Ahora tengo tres hijas y la menor ni siquiera puede caminar.

– Pero todas son hermosas e inteligentes – afirmo el ministro. Te quieren mucho y además, han sabido aprovechar la vida: una es enfermera, otra es pintora, y la mas joven da clases de música a los niños. (Pero el hombre no escuchaba).

Se puso tan melancólico que enfermó de gravedad. Yacía postrado en una blanca habitación del hospital, rodeado de enfermeras con albos uniformes. Varios cables y mangueras conectaban su cuerpo a maquinas parpadeantes que alguna vez é mismo le había vendido al hospital.

Estaba triste, muy triste. Su familia, sus amigos y su párroco se reunían alrededor de su cama. Ellos también estaban profundamente afligidos. Solo su terapeuta y su contador seguían felices.

Y sucedió que una noche, cuando todos se habían ido a casa, salvo las enfermeras, el hombre le dijo a Dios:

– ¿Recuerdas cuando era joven y te hablé de las cosas que deseaba?

– Si. Fue un sueño maravilloso – asintió Dios.

– ¿Por qué no me otorgaste todo eso? – inquirió el hombre.

– Pude haberlo hecho – respondió Dios-. Pero quise sorprenderte con cosas que no habías soñado. Supongo que has reparado en lo que te he concedido: una esposa hermosa y buena, un buen negocio, un lugar agradable para vivir, tres adorables hijas. Es uno de los mejores paquetes que he preparado…

– Si – lo interrumpió el hombre- pero yo creí que me darías lo que realmente deseaba.

– Y yo pensé que tu me darías lo que yo quería – repuso Dios.

– ¿Y qué es lo que tu deseabas? – quiso saber el hombre. Nunca se le había ocurrido que Dios necesitara algo.

– Quería que fueras feliz con lo que te había dado – explicó Dios.

El hombre se quedó despierto toda la noche, pensando. Por fin decidió soñar un sueno nuevo, un sueño que deseaba haber tenido años atrás. Decidió soñar que lo que más anhelaba era precisamente lo que ya tenía.

Y el hombre se alivió y vivió feliz en el piso 47, disfrutando de las hermosas voces de sus hijas, de los profundos ojos castaños de su esposa y de las bellísimas pinturas de aves de esta. Y por las noches contemplaba el océano y miraba con satisfacción las centelleantes luces de la ciudad, una a una.

Tu Rostro Habla

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera.

Al terminar de subirlas se encontró con una puerta se encontró con una puerta semiabierta, lentamente se adentró al cuarto. Para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto había mil perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: !que lugar tan agradable . Voy a venir más seguido a visitarlo.

Tiempo después otro perrito callejero entró al mismo sitio y entró al mismo cuarto. Pero este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto, se sintió amenazado, ya que lo estaban mirando de una manera agresiva.

Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vió como los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también a él.

Cuando este perrito salió del cuarto pensó: !que lugar tan horrible es este. Nunca más volveré a entrar aquí¡

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: La casa de los mil espejos.

Todos los rostros del mundo son espejos.. Decide cual rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás.

El reflejo de tus gestos y acciones es el que proyectas ante los demás.