FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ
Sumario del bendito milagro que dio origen a la devoción de nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ
Sumario del bendito milagro que dio origen a la devoción de nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
MEMORIA DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
La perfectísima unión entre los corazones de Jesús y María nos muestra adónde ha de apuntar la vida cristiana.
FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
María, “visitada” por el amor de Dios, lleva en su visita la alegría del Evangelio.
María, modelo de fe, es por ello mismo, la referencia adonde deberían mirar los verdaderos evangélicos y los verdaderos pentecostales.
Familias Fuertes en Tiempos Difíciles. Tema 6: Boda en Caná
* Ejercicio de Lectio Divina sobre el primero de los milagros de Cristo, en Caná de Galilea. Partir, ante todo, de la diferencia entre el “primer vino,” que es el que da la naturaleza por sí misma, y el “segundo vino,” el de Jesús y de María, que es más grato y abundante.
* María ha de ser invitada a la vida de pareja y a la vida de familia porque su interés es sólo uno, que Cristo y su reinado crezcan en nosotros.
* Hay que obedecer a Cristo: tal es el mandato de María. Y de esa obediencia brota abundancia: ¡600 litros de vino!
* Esta abundancia de vino y de alegría, indica dos cosas: que la familia está llamada a mirar más allá de sí misma; y que la alegría presente anuncia las bodas de la eternidad.
El amor de la Madre de Cristo hacia nosotros tiene su raíz en el mismo Cristo, pues es Él quien reina en nuestras vidas y es Él a quien María desea ver crecer y reinar en todo lo que hacemos, decimos y deseamos.
La solemnidad de María, Virgen y Madre de Dios, apunta al corazón del misterio bendito de la presencia de María en la Historia de la Salvación.
Los dones, únicos en su simultaneidad, para María, Madre de Jesús, son, a la vez, un modelo precioso de vida para todo cristiano.
Del misterio de la maternidad divina de María brota todo cuanto puede decirse de su lugar en la vida de Cristo y en la vida del cristiano.
Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 8: Espiritualidad de la Encarnación.
La Encarnación de nuestro Señor Jesucristo es un evento tan completamente singular que la única comparación posible es con la creación misma. Él es, de hecho, el “primogénito” de la nueva creación.
Si en la primera creación Dios obró a partir de la nada, la nueva “nada” es María Santísima, es decir, su disponibilidad absoluta a Dios la hace transparencia de su obrar e incluso de su ser. La Encarnación ha de ser vista como una especie de creación a partir de la carne de María, a partir de su “nada.”
Pero ese obrar libre y creador de Dios “a partir de” no se puede compaginar con la idea de una especie de intimidad entre Dios y la mujer, que es lo que queda supuesto si uno mira a José como excluido del misterio de la Encarnación, o si se piensa que María aportó sus cromosomas, dejando a Dios la aportación de lo que daría el varón. Dios no viene a reemplazar al varón, sino a bendecir y consagrar el amor de una pareja, pero de un modo nuevo, que sólo puede llamarse virginal. Por eso ha de decirse que María es Madre virginal de Cristo, y José, padre virginal de Cristo.
Esta inmensa santidad tanto de José como de María no fue preservada por Dios por vía de aislamiento, separándolos del mundo miserable y pecador, sino por vía de servicio. En la humildad está el secreto para escapar de las tupidas redes del demonio.
La mudez de Zacarías, padre de Juan Bautista, es como una profecía que nos enseña a acoger, con humildad, y en toda su riqueza los dones de Dios, para poder proclamarlos.
El cántico de María es expresión de amor, de fe y de entrada en la batalla.