¿Será tarde para la sanación de mis hijos?

Fray Nelson, hoy dia soy madre de una jovencita y me veo reflejada en ella: repeti las mismas faltas que mi papa; les he destruido el autoestima a mis hijos. ¿cómo hago para reparar tremendo daño para que mis hijos no repitan en sus hijos estos errores? Ya sera tarde?? Ellos aun estan aqui bajo mi cuidado. –I.G.

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No creo que sea tarde. Empieza por el respeto, la serenidad, la sonrisa frecuente, y el destacar cada cosa buena que hacen.

Por supuesto, todo ello acompañado y levantado por el poder de la oración constante. Siempre debemos recordar que al orar estamos apelando al Dios que es Señor de TODO: pasado, presente y futuro, lo visible y lo invisible, lo racional y lo emocional, lo consciente y lo inconsciente. Sencillamente el poder de Dios, que es poder restaurador, cargado de toda bondad y sabiduría.

Lo que sí es muy importante es que te concentres en el bien que puedes construir o reconstruir, y no tanto en los cambios (positivos) que puedan darse en el trato entre ellos y tú. O dicho de otro modo: dedícate a sembrar buena semilla y deja que el fruto aparezca cuando el Señor así lo disponga.

LA GRACIA del Sábado 22 de Julio de 2017

MEMORIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA

Por intercesión de María Magdalena pidamos que la gracia divina nos sane y restaure del daño causado por el demonio y el pecado.

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LA GRACIA del Viernes 30 de Junio de 2017

Guiados por el Espíritu Santo encontramos refugio en Jesús, y en Él alcanzamos la sanación y una respuesta a nuestro dolor.

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Palabras sabias del P. Emiliano Tardiff

“Yo siempre anuncio primero a Jesús y reafirmo la fe. Luego, oro por la sanación del pecado mediante la conversión, y, sólo después, hago oración por las enfermedades físicas”.

Dios nos quiere no sólo sanos, sino completamente sanos: del cuerpo y alma. Y también en nuestras relaciones interpersonales. En ningún retiro he dejado de ver sanaciones sensibles. Pero esto no quiere decir que todos los enfermos deban ser sanados. Los milagros son signos del poder de Dios, que muestran que Jesús está vivo y sirven para el crecimiento de nuestra fe.

No conviene orar por sanación sin evangelizar. No debemos comenzar a orar por sanación física de golpe, sin preocuparnos de la vida espiritual del enfermo. Si nos dicen que está muy lejos de Dios, debemos ayudarle a que se arrepienta de sus pecados.

El caso del paralítico a quien primero se le perdonó el pecado y luego se le sanó, es clásico para trabajar en este ministerio. Si el ministerio de sanación se redujera a la sanación física, sin preocuparse de la vida de fe, no valdría la pena tener ese carisma.

¿Mi mensaje? Manifestar que Jesús está vivo en su Iglesia. Cada día entiendo que lo importante no es hablar de Jesús, sino dejarlo actuar con todo el poder de su Santo Espíritu. Jesús vino a liberar a su pueblo del pecado, y de las consecuencias del mismo que son la enfermedad y la muerte.

Oración de alabanza y sanación

* El amor de Cristo acompaña el camino de los cristianos. Y su amor no cambia, no se cansa, no se desgasta.

* Cristo, que tocó al leproso, se acerca a nuestras lepras y con amor se muestra cercano y nos sana.

* En Cristo, Dios nos ha demostrado que no tiene asco de nosotros, ni por nuestra pobreza, ni por nuestra ignorancia, ni por nuestro pecado.

* Dios tiene una sola mirada hacia nosotros: la que hemos conocido en Cristo; la del amor que crea y renueva.

* Cristo es experto en recorrer distancias: desde el seno del Padre hasta las entrañas de la Virgen. Por eso sabemos que Cristo puede llegar con verdadera cercanía hasta cada uno de nosotros.

* Cristo ya nos conoce: todo es diáfano ante su mirada, y ningún caso es demasiado complejo para él. Ninguna mentira le vence. Ningún obstáculo es demasiado grande para Él. Así como venció al sepulcro, vence toda barrera.

* Los caminos que Cristo abre nadie los puede cerrar; si Él abre las bendiciones del Cielo, nadie puede oponérsele.

* Y cuando Cristo cierra una etapa o una herida, que nadie pretenda abrir lo que Él ya ha clausurado. porque suya es la victoria para siempre.

Un testimonio del P. Emiliano Tardif sobre la sanación interior

Lo más hermoso que he encontrado en la Renovación Carismática es lo que se llama “la sanación interior”. Así como nuestro cuerpo es atacado por diferentes enfermedades, también interiormente podemos estar enfermos de complejos, miedos, rencores y todo tipo de inseguridades. Multitud de casos físicos son sólo síntomas de desajustes psicológicos que, al ser curados, desaparecen.

Si nuestros sentimientos fueron heridos, nos volvemos desconfiados. Si recordamos que alguien nos traicionó, sentimos rechazo contra todos. A veces hemos sido defraudados en el amor, y desde entonces nuestro corazón se cierra a toda manifestación de cariño.

Sin embargo, Jesús ha venido a curar los corazones destrozados y nos ofrece un corazón nuevo. Es maravilloso descubrir cómo el Evangelio está lleno de este tipo de sanaciones.

¡Cuántas veces queremos mejorar, pero no podemos!. Nos falta fuerza de voluntad y nuestro carácter no puede superar las adversidades. Otras veces creemos que son los otros lo que deben cambiar y se lo exigimos, sin resultados. Al contrario, parece que se acentúa más el problema. Todos estamos heridos y por eso no tenemos fuerzas para superar nuestras limitaciones.

Yo, personalmente, he vivido la gracia de la sanación interior. Durante toda mi vida había tenido problemas al menor contacto con la sangre. Cuando me tocaba atender a un moribundo que sangraba, era un gran sacrificio y, por más esfuerzo que hacía, no llegaba a controlarme.

Viendo una película de guerra donde había mucha sangre, comencé a sudar frío y creí que me iba a desmayar. Me sentía mal, y tuve que salirme.

Un día vino Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo a dar un retiro. Durante la Misa oró por la sanación de las heridas de la memoria, recorriendo las distintas etapas de la vida. Mientras oraba por la sanación de las heridas de la niñez, yo recordé que cuando tenía cinco años, un día me enfadé con mi hermano de seis años. Yo tenía un cortaplumas en la mano y se lo tiré. Le cayó en el brazo y comenzó a brotar mucha sangre. Me asusté mucho al ver su brazo teñido de rojo. Aunque me olvidé de aquel incidente, me quedó un problema cada vez que veía sangre. Mientras Mons. Uribe oraba, me vino a la mente este acontecimiento y le pedí al Señor que me sanara de este recuerdo.

Después he ido a los hospitales a ver enfermos con heridas de accidentes graves y ya no me produce esa reacción de hemofobia. Gracias a esta sanación interior estoy curado.

El proyecto RAQUEL para sanación de madres que han abortado

“Se cumplen dos años de la implantación en Sevilla del Proyecto Raquel, cuya finalidad se resume en el acompañamiento a las mujeres que sufren un trauma psicológico tras haber abortado. Es la aportación más directa de la Iglesia a una realidad no suficientemente conocida pero que atañe a un porcentaje importante de las mujeres que han pasado por el drama del aborto…”

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¿Sirven los libros de autosuperacion?

“Desde Osho en la India hasta Paulo Coehlo en Brasil, casi todos los países tienen a escritores de este género entre los más leídos. “Difunden la ilusión de que la angustia se va a resolver rápido, aunque sea algo muy complejo. Pueden producir ciertos efectos, pero son superficiales y transitorios. En cualquier momento, las personas vuelven a sentir el mismo u otro malestar. No resuelven la causa de la angustia”, aseguró Enrique Novelli, psicoanalista de APA (Asociación Psicoanalítica Argentina), en diálogo con Infobae América…”

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