[Jornada de Evangelización en Chajarí, Provincia de Entre Ríos, Argentina, en Julio de 2013.]
Tema 3 de 6: Cristo vence las distancias.
* Aquellas distancias que nos alejaron de Dios han sido vencidas en la persona y el ministerio de Cristo Jesús.
(1) Nos sana de la vergüenza al tratarnos con gran providencia: interiormente nos hace sentir disgusto de lo que somos; nos deja ver nuestras necesidades y nos hace buscar al médico; exteriormente, nos envía al médico, que no es otro que su propio Hijo.
(2) Nos salva de la idolatría al mostrarnos que todo ídolo cobra una enorme cuota de amor, dolor y sangre; de modo que podamos detestar aquello que así nos explota.
(3) “Vengan a mí,” dice Cristo, ofreciendo descanso, perdón, e incluso su propio Corazón; así nos sana de todo temor enfermizo. Ante el Crucificado, el único que debe temer es Satanás.
(4) Cristo nos salva del “dios cómplice,” ese falso dios que piensa de manera idéntica a nosotros. Donde mejor se ve esta salvación de Cristo es en el Sermón de la Montaña, en donde Cristo sube los estándares, hasta llamarnos a ser perfectos como el Padre es perfecto. Cristo es misericordioso, para abajarse hasta nosotros, y exigente, para llevarnos hasta donde Dios está.
(5) Contra la falsa saciedad Cristo usa una especie de duro taladro que denuncia la hipocresía. Pero esa dureza es siempre fruto de su amor, que no tolera ver que nos perdemos. En ocasiones, Dios tiene que remover las certezas, hasta las que parecían más firmes.