[Conferencias ofrecidas en la Radio Católica Unidos por Cristo y María, en California. 2016.]
* El tipo de personas que asociamos con la juventud es una realidad social que tiene mucho menos tiempo de lo que usualmente creemos.
* Por supuesto, la gente pasaba por las edades que nosotros asociamos con ser “joven” pero pasaba de un modo diferente, y ello por dos razones principales:
(1) Porque la expectativa de vida era mucho más breve; en época de Cristo el promedio de edad al morir podía estar alrededor de los 40 años.
(2) Porque la producción de los bienes básicos requería una proporción inmensa de tiempo de todos en la sociedad, de modo que las nuevas generaciones pronto eran indispensables para seguir realizando aquellas actividades necesarias para el simple funcionamiento de la sociedad.
* El modo típico de crecimiento de una persona en época de Cristo era como sigue:
+ Hasta cerca de los doce años de edad, niños y niñas estaban en el hogar, bajo cuidado principal de la mamá, sin escuela y con algunas actividades ocasionales de ayuda en el trabajo del papá.
+ Cuando las niñas tenían su desarrollo, la preocupación principal era asegurar que se casaran y tuvieron pronto sus propios hijos. Recuérdese el límite de edad al morir, cercano a los 40 años de edad.
+ Los niños, los varones, por su parte, a partir de esa misma edad, aproximadamente, se convertían en aprendices más o menos permanentes de sus papás.
* Esto explica por qué la gente piensa que la Biblia no dice nada sobre la “juventud” de Cristo: en realidad, sí dice lo necesario: durante esos años era, como los demás niños hebreos de la época, un adulto pequeño, aprendiz del oficio de artesano, que tenía su padre en la tierra, San José.