Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
DOMINGO IV DE PASCUA, CICLO C
Los cristianos tenemos la certeza que Dios es poderoso y utiliza ese poder para sanarnos, cuidarnos, alimentarnos y defendernos.
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El orgullo y la altivez nos excluyen del amor, la gracia y la salvación de Dios al limitar su poder, el cual es más grande que nuestras palabras e ideas.
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Los planes, la creatividad, la misericordia y la bondad de Dios van más lejos de lo que pensamos y deseamos; dejemos pues que Él ensanche nuestro horizonte con su sabiduría.
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Descubrir uno que no puede es a veces la mejor ocasión para descubrir que Dios sí puede.
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DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A
Al distinguir entre lo del Cesar y lo de Dios, Cristo enseña cómo el margen de señorío de los poderes de esta tierra es muy limitado.
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DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A
Como Dios no le tiene que demostrar nada a nadie, la medida de su poder es la misma medida de su amor.
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Lo que el Espíritu hace a través de Cristo sólo alcanza su objetivo si reconocemos nuestra necesidad ante él.
El poder humano y humanizante es sólo el poder divino y divinizante, el que brilla en Jesucristo.
El amor, como clave de nuestra relación con los difuntos.
Lucas sabe distinguir entre lo que es una enfermedad o dolencia como tal y lo que es ataque del espíritu malo. Cristo vence a ambos.
Todo pecado es pecado contra el primer mandamiento, porque en el fondo consiste en quitarle a Dios su lugar para poner por encima los gustos o conveniencias propias.
El milagro de Josué recuerda a los israelitas que el Dios creador, el que “pone un freno a la arrogancia de las aguas,” es también su creador.
Según el mensaje bíblico, sólo Dios domina las aguas. Cristo caminando sobre el mar es una catequesis sobre su potestad, que desborda todo lo humano y mundano.
A veces se piensa que ser misericordioso implica ser blando, manso y cobarde, o sea, convertirse en un perdedor. La verdad es que nada da tanta sensatez y nada dispone tanto el corazón para la victoria como la misericordia.