LA GRACIA del Lunes 15 de Octubre de 2018

MEMORIA DE SANTA TERESA DE JESÚS, VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA

Pidamos la intercesión de Santa Teresa porque en esta época indudablemente se necesita vivir como ella: de manera sencilla y en equilibrio, ser dócil al Espíritu y en santidad.

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7 datos curiosos sobre el Papa Pablo VI

Tomado de Aciprensa: La mayoría de católicos conoce al Papa Pablo VI por ser el Pontífice que llevó a término el Concilio Vaticano II que había comenzado su predecesor Juan XXIII.

Sin embargo, muchos momentos importantes de su pontificado son poco conocidos. Eran tiempos en que los medios de comunicación no tenían el alcance que tienen hoy.

Aquí te presentamos 7 cosas que quizás no conocías del Beato Pablo VI:

1. Lo apuñalaron dos veces

El 27 de noviembre de 1970, en el Aeropuerto Internacional de Manila (Filipinas), Pablo VI recibió dos puñaladas por parte del pintor boliviano Benjamín Mendoza y Amor Flores, que sufría de problemas mentales. El sujeto iba disfrazado de sacerdote e intentó asesinar al Pontífice con una daga.

2. Es el primer Papa en usar un avión

Efectivamente, Pablo VI fue el primer Pontífice en usar un avión y el primero en dejar Italia desde 1809.

3. También fue el primer Papa en visitar los cinco continentes

Lo hizo antes que San Juan Pablo II y fue apodado “Papa peregrino” antes que este último.

Pablo VI realizó una visita pastoral al continente africano; visitó Colombia y Estados Unidos,en América; Portugal en Europa; Australia en Oceanía; y Filipinas e India en Asia.

4. Es el primer Papa en visitar Tierra Santa desde San Pedro

En 1964 viajó a Jerusalén y se encontró con el Patriarca ortodoxo Atenágoras I, con quien celebró el levantamiento de las excomuniones mutuas, impuestas tras el Gran Cisma entre oriente y occidente del 1054.

El Papa Francisco visitó tierra Santa en el 2014 para celebrar los 50 años de este acontecimiento.

5. Es el último Papa en tener una ceremonia de coronación

Además de ser el último Papa en recibir la corona, prescindió del uso de la tiara durante las sesiones del Concilio Vaticano II.

Eventualmente donó la tiara, un regalo de su antigua Arquidiócesis de Milán, a la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington (Estados Unidos) como señal de su aprecio a los católicos estadounidenses.

6. Era apasionado de la lectura

Nino Lo Bello, veterano vaticanista estadounidense, aseguró que Pablo VI era un apasionado de la lectura que llevaba en su equipaje de viaje hasta 75 libros.

7. Creó cardenales a dos futuros Papas

Pablo VI creó cardenales a Karol Wojtyla, en 1967, y a Joseph Ratzinger, en 1977, quienes serían luego, respectivamente, serían sus sucesores San Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Vida contemplativa dominicana

“Como contemplativas de la Orden de Predicadores han guardado en sus corazones todo lo que Santo Domingo les ha enseñado. En este sentido, las contemplativas han de ser como la reserva de ese patrimonio que Nuestro Padre quiso para impulsar la misión de la predicación…”

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LA GRACIA del Martes 9 de Octubre de 2018

MEMORIA DE SAN LUIS BERTRÁN, O.P., PRESBÍTERO

Al igual que San Luis Bertrán convierte tus defectos en escaleras hacia la santidad, que sean un lazo que te amarre al corazón de Cristo y una oportunidad para amar, crecer y ser fiel.

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50 años de ‘Humanae Vitae’

“En el marco del 50º aniversario de la Encíclica Humanae vitae, escrita por el Papa beato Pablo VI –al que Francisco canonizará el próximo 14 de octubre– se ha publicado el libro Regulación de la fertilidad humana. A la luz de la Carta Encíclica Humanae vitae, coordinado por Justo Aznar, Director del Instituto Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia (UCV) y prologado por el Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia…”

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Ocaso gozoso de un santo

La etapa última, conventual

En 1595, fray Antonio de Ortiz, después de tratar el tema con los frailes del virreinato y recabada la autorización precisa, estimó llegado el tiempo de introducir en toda la provincia peruana la recolección, como estilo franciscano de vida comunitaria. Era, pues, por muchas razones urgente que «en este distrito y comarca de esta Ciudad de los Reyes se fundase un convento de nuestra orden de recolección, para gloria de Dios y consuelo espiritual de los religiosos que de esta provincia se quisiesen ir a morar allí, viviendo en más estrecha observancia y recogimiento, como en otras casas semejantes en nuestra Orden se vive, con mucho provecho de las almas de dichos religiosos y con grande edificación de los fieles».

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Sobre la carta de acusaciones contra el Papa Francisco

En toda mi vida nunca había escuchado una acusación tan grave hacia un Papa. Si lo que se dice en esa acusación es cierto, lo más grave no es lo que ya aparece sino lo que queda sugerido, es decir, que hay una razón para el encubrimiento de casos muy serios de corrupción moral y doctrinal dentro de la Iglesia Católica.

Creo que lo unico que es sabio en este momento es orar y apoyar toda iniciativa para que se haga una investigación a fondo sobre las distintas responsabilidades de las personas vivas o muertas que aparecen en la carta de monseñor Viganò.

Anticipar culpables o declarar que todo es calumnia resulta prematuro en este momento. El camino: Oración, conversión, penitencia y apoyo a quienes reclaman una investigación profunda y fundada en hechos y documentos.

Con motivo del Encuentro de Familias en Dublín

Si yo no viera a Cristo bebiendo su cáliz no tendría fuerzas para beber el mío ni para entender que, por su piedad, en realidad bebemos del mismo.

¡Cómo sangras por los golpes que te dan los de fuera! Eso ya se sabía. Pero, ¿cómo entender que te apartes del agua limpia de tu Esposo y Señor, y prefieras lavarte con agua inmunda, la que te da el mundo, con la falsa promesa de hacer caso a tus voces?

Tan grave es tu enfermedad que no quieres enterarte de que estás enferma. Caen sobre ti las palabras de Isaías: ahora quieres llamar bien al mal, y por fuerza terminas entonces llamando mal al bien.

Pero Dios no te ha desechado. Los que hoy te drogan con doctrinas que niegan el pecado, y así oscurecen la salvación, no tendrán la voz para siempre. No importa si veo la victoria en el breve espacio de mi vida terrena. Sé que un día con estos ojos la veré.

#MeDuelesIglesia

Las falsas profecías de Malaquías y de Catalina Emmerick sobre los dos papas

“La “profecía de los dos papas” está tomada de los escritos de la beata Anna Catalina Emmerick. Muchos tradicionalistas (y también la propia falsa vidente María Divine Mercy, MDM), sostienen que esta “profecía” se refiere a la Iglesia después del Concilio Vaticano II y, en particular, a la relación entre el Papa Francisco y Benedicto XVI. El texto demuestra claramente que esto es totalmente falso: para empezar, las palabras transcritas de la Emmerick no son una profecía, sino una visión. Sabemos además que desde 1819 hasta el día de su muerte, en 1824, la Emmerick dictó sus visiones al poeta romántico Clemens Brentano, quien transcribió lo que decía sentado a su cabecera: esto pone en guardia sobre la interpretación al gusto de cada uno de las revelaciones privadas. ¡Hay que tener cautela a la hora de hacer paralelismos peligrosos en un discernimiento que corresponde sólo al Magisterio de la Iglesia!”

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Pudor franciscano

Pudor franciscano

La relación de San Francisco Solano con las mujeres indias, también ellas criaturas de Dios, no tenía, en cambio, expresiones tan conmovedoras de familiaridad. Y es que los graves escándalos causados con las indias por algunos encomenderos, y aún a veces por ciertos padres doctrineros, hacían recomendable unas medidas prudenciales especialmente enérgicas y elocuentes. Por eso, como cuenta fray Diego de Córdoba y Salinas, el padre Solano, «cuando era doctrinante en la provincia de Tucumán, considerando las ocasiones de la tierra y su libertad, ordenó que, desde trecho de a cien pasos de su celdilla pobre donde se recogía, no pudiese pasar alguna india, ni llegase a hablarle, si no fuese en la iglesia, para confesarse o cosa necesaria; y si alguna pasaba la señalación, la hacía castigar con los fiscales de la doctrina, y con esta tregua se aseguraba de las astucias del enemigo».

También en esto Solano sigue el ejemplo de San Francisco de Asís, que no conocía de cara, según confesión propia, sino a dos mujeres, a su madre, o quizá a Jacoba de Settesoli, y a santa Clara, y nunca hablaba a solas con mujeres. Por lo demás, ya es sabido que las imitaciones serviles no tienen lugar en el camino de la perfección cristiana. Pero en lo recordado se afirma claramente la relación profunda que existe entre ascesis estricta, unión plena con Dios, alegría espiritual y reconciliación perfecta del hombre consigo mismo, con sus hermanos y con todas las demás criaturas.


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

El testamento de Pablo VI

“Que el Concilio, «se lleve a término felizmente y trátese de cumplir con fidelidad sus prescripciones». Que se continúe «la tarea de acercamiento a los hermanos separados, con mucha comprensión, mucha paciencia y gran amor; pero sin desviarse de la auténtica doctrina católica». Sobre el mundo, «no se piense que se le ayuda adoptando sus criterios, su estilo y sus gustos, sino procurando conocerlo, amándolo y sirviéndolo». Estas son las peticiones del futuro santo, Pablo VI, en el testamento que recordamos este lunes, 40 años después de su fallecimiento y meses antes de su canonización…”

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LA GRACIA del Viernes 10 de Agosto de 2018

FIESTA DE SAN LORENZO, DIÁCONO Y MÁRTIR

En el momento en que San Lorenzo ofrendó su sangre a toda la Iglesia el amor se hizo perfecto porque se asoció a la Palabra Eterna del Padre Celestial.

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El júbilo evangelizador de San Francisco Solano

Doctrina en lengua indígena

En 1590, en el convento de Talavera de Esteco, se encarga el padre Solano de una doctrina de indios, en la que se abarcaban varias poblaciones indígenas, como Cocosori y Socotonio. Su primer prodigio como misionero fue la rapidez con que se introdujo en aquel laberíntico mundo de idiomas diversos. Ayudado por el capitán Andrés García de Valdés, en quince días hablaba el toconoté. Son muchos los testigos que certifican la inexplicable facilidad idiomática de fray Francisco, que realmente se hacía entender por indios de muy diversas lenguas, como los lules.

Nuestro Santo atendía el culto y la doctrina de los lugares que de él dependían, pero también no cesaba de ir de aquí para allá, por los senderos apenas señalados de los bosques y los montes, acercándose a los escondrijos de aquellos indios que se mantenían distantes, ejercitando con ellos sus mañas de políglota y curandero, impartiendo los rudimentos más simples del Evangelio y la doctrina, llevando a todos los indios una declaración de amor de parte de Cristo. Y ellos, que para otros eran tan huidizos y recelosos, le acogían con mucha confianza.

Alegría franciscana

Era quizá aquella alegría de fray Francisco, tan cándida y sincera, procedente del Espíritu Santo y de Andalucía, lo que ganaba el corazón de los indios. Y es que el padre Solano, en aquel marco de vida tan inhóspito y confuso, «no sólo lo llevaba todo con paciencia, sino con demostraciones de grandes júbilos en el paraje y despoblados donde se hallaban. Lo solemnizaba danzando y cantando cánticos en loor y alabanza de Cristo nuestro Señor y de la Santísima Virgen María». Así dice fray Diego de Córdoba y Salinas, resumiendo los testimonios del proceso de beatificación.

Danzando y cantando, a su estilo. Pero no se crea que esta alegría jubilosa es sólamente una rareza simpática, peculiar de San Francisco Solano. El entusiasmo, enthusiasmós (éxtasis, arrobamiento), ya en los griegos, derivado de enthusiázo (estoy inspirado por la divinidad, theós), tiene un sentido primario fundamentalmente religioso. Y en el cristianismo es el gozo en el Espíritu Santo (Gál 5,22), ese júbilo interior tan propio de los hijos de Dios, tan profundo en los más grandes santos. Es un entusiasmo procedente del Corazón de Cristo, que en ocasiones «se sintió inundado de gozo en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Por lo demás, esa alegría solanesca, además de genuinamente cristiana, era de la mejor tradición franciscana. Las Florecillas nos dicen que San Francisco de Asís también cantaba muchas veces con júbilo al Señor, especialmente cuando estaba de camino o en el bosque, y a veces en francés, cuando estaba más alegre.

La alegría espiritual de Solano se hacía particularmente exultante con ocasión de las grandes fiestas litúrgicas, como en las procesiones del Santísimo Sacramento o en honor de la Virgen. Por ejemplo, estando en Salta, «en cierta fiesta que se hizo a Nuestra Señora, yendo en la procesión, se encendió tanto en el divino amor de Dios y de su Santísima Madre, que, dejando aparte toda la autoridad de prelado y custodio que era, se puso a cantar diciendo coplas en alabanza de Nuestra Señora, en la forma que David, santo rey, lo hacía delante del Arca del Testamente», o sea bailando, para decirlo más claramente.

Algunos no vieron con agrado tales muestras, y un joven llegó a reirse de él abiertamente. San Francisco Solano no pareció molestarse con ello en absoluto, sino que le dijo con tanta humildad como gracia: «Al fin, yo soy loco».

Milagros franciscanos

También en sus numerosos milagros se muestra Solano hijo del Santo de Asís, pues muchos de ellos se realizaron con las criaturas irracionales. Esto para los indios resultaba muy especialmente impresionante, pues veían que la santidad cristiana, expresada en aquel fraile, traía consigo una profunda reconciliación del hombre con las fuerzas de la naturaleza.

El capitán Cristóbal Barba de Alvarado da testimonio de que, viajando en funciones de teniente del Gobernador, con el padre Solano y una importante comitiva de españoles e indios, vinieron a encontrarse en peligro grave por la sed. El fraile le dijo: «Señor capitán, caven aquí. Al punto lo puso por obra el capitán. Cavó en la parte y lugar que el padre Francisco le había señalado. Y salió un golpe de agua con la cual bebieron todos los que se hallaron presentes, y las cabalgaduras y animales que traían». Y no fue la única vez que hizo esto.

El padre Solano también mostró siempre una especial amistad con los pajarillos de Dios. El cronista fray Juan de Vergara, compañero suyo, cuenta de él que «todos los días, en aquella doctrina [de Esteco] donde estaba, después de comer, se iba a un montecillo que allí cerca estaba, desmigajando un pedazo de pan, que era el ordinario sustento que les llevaba. Llegábanse tantas aves sobre el siervo de Dios, que era cosa maravillosa. Y estaban sobre su cabeza, hombros y manos hasta tanto que les echaba su bendición. Y entonces se iban».

Otro compañero del Santo, fray Alonso Díaz, refiere que, yendo con él de camino, hallaron una paloma herida por algún zorro: «El padre Solano, habiéndola visto así maltratada y herida, con sus propias manos la curó, juntándole los pellejos que tenía desgarrados, los untó con un poco de sebo, y le echó la bendición». Más tarde, ya llegados a su destino, fray Alonso «vio muchas veces que la paloma se le asentaba en el hombro al padre Solano; y le daba de comer en la mano, y se volvía a su palomar. Y conoció que era la propia paloma que el padre Solano había curado en el camino».

En otra ocasión, y ésta fue muy famosa, yendo Solano de camino con el capitán Andrés García Valdés, aquél a pie y éste a caballo, les salió un toro bravo, desmandado -el ganado cimarrón abundaba entonces en la zona-. El capitán picó espuelas y salió al galope de su montura, pero cuando se acordó de su fraile compañero y regresó hacia él, vio con asombro que el toro estaba «lamiendo las manos del siervo de Dios, que se las tenía puestas en la testuz y hocico…; habiendo estado así un poco vio que el padre le había dado a besar la manga de su hábito, y que, echándole la bendición, el toro, como si fuera de razón, con mucha mansedumbre, se volvió al monte de donde había salido. Y esto fue público en aquella provincia [de Tucumán], y pública voz y fama».

Son escenas de las Florecillas franciscanas. Recordemos cómo San Francisco de Asís tenía una especial amistad con las alondras, o con aquellas tórtolas que redimió cuando eran llevadas en jaulas al mercado. Recordemos también el convenio de paz que, con mucha dulzura, estableció con el lobo de Gubbio, que tanto daño estaba causando. Esta reconciliación del hombre con la naturaleza, anunciada por los profetas como característica de los tiempos mesiánicos (Is 11,6-9), se produce en Cristo y en sus santos, y a veces Dios quiere que se haga manifiesta en algunos de ellos. Así lo vemos, por ejemplo, en las crónicas de los Padres del Desierto, o en aquella arboleda donde iba a orar fray Martín de Valencia, acompañado por una orquesta innumerable de pajarillos, en San Martín de Porres o en el Beato Pedro Betancur, que negocian con los ratones, para que no sigan haciendo daños en sus conventos. Y es que las criaturas se hacen hostiles al hombre cuando éste se rebela contra Dios, y se vuelven amigas si el hombre se reconcilia con Dios plenamente. Y esto, que es así, quiere Dios expresarlo a veces de forma bien patente en la vida de los santos.


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.