2012, 366 Dias de Gracia

2012, 366 dias de gracia

Este es un año de gracia,
año de gran bendición.
No lo dijeron los mayas:
lo dijo Cristo, el Señor.

Este es un año de gracia,
y mi alma no ha de temer;
porque Jesús me acompaña,
y no hay aliado como Él.

Este es un año de gracia:
quiero vivirlo a la luz
del Dios que tanto me ama
y que murió en una Cruz.

¡Este es un año de gracia!
¡Yo te deseo la paz!
Dile al miedoso que “¡Calma!”
y que deje de cansar.

[Esta rima tiene música.]

Ante el cadaver de mi madre

Los surcos profundos de tu rostro
hablan de un camino;
y en alguno de ellos reconozco
ese día bendito
en que tú, revestida de silencio,
nada decías
porque yo iba camino del convento,
y tú no querías.

Tus ojos, serenos y tan bellos,
¡oh flor de otoño!,
dejaron asomar en su destello
un gris de plomo:
Dios en su designio te pedía,
un sacrificio,
y de nuevo, de tu llanto, yo nacía
para tu Cristo.

Hoy esos ojos se han cerrado
en paz y gracia;
hoy tu camino ha terminado,
no tu plegaria.
Ruega por tu niño que predica,
mamá del alma,
y que sirviendo a Jesús, día tras día,
llegue a su Casa.

Invocación al Espíritu Santo

Necesito que vengas pronto

Necesito que vengas pronto
Espíritu de amor y de fe,
porque cuánto te necesito:
ni siquiera eso yo sé.

Desconozco mi propio nombre;
no el que se usa en esta tierra,
sino el que pronuncia tu Cielo
si de noche me despierta.

Yo no soy lo que parezco;
mi ser se esconde en tu Llama;
en el Fuego de tu misterio
mi propia verdad me aguarda.

Soy olvido, sueño imposible,
hasta que tu voz me reclama,
y al sentirte llego a sentirme,
y yo muero cuando te callas.

Espíritu de Jesucristo
y del Padre que reina sereno,
dame la oración precisa
que te atraiga hasta mi pecho.

Amén.

Profeta Resucitado

Profeta de breve vida,
hirsuto, santo, elocuente,
poderoso, y tan clemente:
tu nombre es Eterno Día.

Profeta de Galilea,
hijo de Santa María;
ojos de mirada limpia;
quien los ve, bendito sea.

Profeta muerto en la Cruz,
atravesado en dolores,
crucificado de amores,
bendito seas, Jesús.

Profeta de Pascua Santa,
y heraldo del gran perdón,
cuando se haya apagado el sol
seguirá brillando tu gracia.

Poema enviado por Maribel y Valentin, de Espana

Y entonces vio la luz. La luz que entraba
por todas las ventanas de su vida.
Vio que el dolor precipitó la huída
y entendió que la muerte ya no estaba.

Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.

Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;

tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura.

J. L. Martín Descalzo

Bienvenida seas, Cuaresma!

Bienvenida la sensatez
que tu desierto nos trae;
la amable serenidad
que anuncia tu sobrio traje.

Bienvenida la esperanza
que por medio de profetas
Dios concede, compasivo,
y regala a manos llenas.

Bienvenido aquel silencio,
que es elocuente Palabra
y es bálsamo bendito
para el alma que lo abraza.

Bienvenido ese dolor
que rompe al corazón de piedra
y lo vuelve por fin de carne
y por dentro lo renueva.

Bienvenida la penitencia,
las cenizas y el ayuno,
y aquello que nos recuerde
qué pronto pasa este mundo.

Bienvenida la caridad
y también la misericordia,
y que el alma que era egoísta
deje su senda tortuosa.

Bienvenido tú, Jesucristo,
maestro en la penitencia,
danos de tu plegaria
y un poco de tu inocencia.

Ejercicios sobre el perdón, 38

ORACIÓN DE PERDÓN

El poder sanador del perdón no tiene límites. Una madre tenía dos hijas que hacía tiempo no se hablaban: una era casada y la otra, soltera, y vivía con su madre, viuda. La soltera era bonita y simpática; la casada era menos atractiva, motivo por el cual envidiaba a su hermana y decía que su madre la prefería y, por ello no volvió a casa. Habiendo empezado la madre a orar con insistencia por sus dos hijas, ambas se dieron cuenta de su situación, oraron perdonándose mutuamente y, después de dos años se encontraron nuevamente en casa. Allí se perdonaron nuevamente y sellaron en ese momento con un abrazo las tres.

Un joven profesional cometió adulterio y su esposa, mal aconsejada, decidió no perdonarlo y separarse. El la buscaba desesperado, ella le huía y no quería verlo ni oírlo. El empezó a orar por ella, a pedirle perdón al Señor y a ella en su oración; además envió a su esposa un folleto sobre el perdón. Finalmente ella entendió que con su orgullo no restauraría su hogar. Con la gracia del perdón que los dos recibieron iniciaron nuevamente su vida de pareja cristiana.

Les invito a que hagamos una oración de perdón, aunque sea corta. Pero que les ayude a que también ustedes hagan algo parecido en sus vidas y que tomen la costumbre de estar perdonando con frecuencia y siempre que tengan algo contra alguna persona que les haya ofendido.

Continuar leyendo “Ejercicios sobre el perdón, 38”

Bendición a unos esposos

Anillos de CompromisoHay palabras que un día pasarán de moda. Hay frases y chistes que no podremos comprender en unos cuantos años. Pero hay una palabra que no dejará de existir. Mientras haya un ser humano, mientras un corazón palpite en esta tierra, la palabra AMOR hará correr con fuerza nuestra sangre, atraerá nuestras sonrisas y merecerá la más preciosa de nuestras lágrimas.

El AMOR es el misterio sublime, el abismo que nos recuerda que somos infinitos por dentro. Nadie que desconozca el AMOR podrá decir que sabe cómo es la vida humana, porque nuestros días tienen en realidad un reloj interno que marca sobre todo si hemos amado y si nos han amado.

Hoy queremos desear que la bendición misma de DIOS, que se definió a sí mismo como AMOR, descienda suave y profunda sobre vuestros corazones. Porque ÉL es la fuente, y porque ÉL es la meta, ¿a quién podemos encomendar este momento precioso de vuestro matrimonio, si no es a ÉL? Bien sabemos que el afecto humano pasa por sus etapas, y que alguna vez sucede que nos falten fuerzas o razones para seguir amando: es en esas ocasiones cuando mejor descubrimos el vigor del AMOR que no muere.

Queridos esposos, esta etapa nueva en vuestra vida es también una razón más para estrechar los lazos de amistad y amor que nos unen. Ahora, más que nunca, os sentimos cerca y queremos que sintáis nuestro abrazo y el cariño indefectible de nuestro corazón. Amén.

¡Ven, Espíritu Santo!

Ven, Espíritu Santo

Sé que este mundo te necesita,
porque no quiere sentir necesidad de ti:
Tú eres más requerido
allí donde no se te extraña.

Por eso te pido, Espíritu Santo:
¡Ven a darnos hambre de ti!
Uno sólo descubre que estaba ciego
cuando asoman los primeros rayos de luz.

Ven, y enséñanos lo que ya olvidamos;
ven a recordarnos lo que pensábamos saber.
Trae la caricia de tu luz,
el ímpetu irresistible de tu fuego.

Dinos, sobre todo, cómo es Jesús.
Enséñanos a navegar en su mirada.
Haz que habitemos en sus palabras.
Trae su Reino a lo íntimo de nuestras almas.

¡Ven, Espíritu Santo de Dios!
Ven a los que ya no te buscan.
Ven a los que todavía te esperan.
Ven a los que por tu gracia te anhelan.

¡Ven, ven, Espíritu Santo!
Arropa la desnudez de nuestras dudas.
Conmueve al más escéptico.
Lava con amor al que se siente sucio.

Espíritu que te llamas Amor;
Amor que te llamas Don;
Don que te llamas Gracia de lo Alto:
revélanos los misterios de tu Nombre.

Amén.

Alabanza

Lirios del campo,
nubes del cielo,
frescos riachuelos,
peces y pájaros:
venid conmigo y cantad
toda la gloria de Dios,
Padre, Creador, Señor.

Brisas de otoño,
árboles bellos,
lluvias y vientos,
valles hermosos;
vamos, alzad vuestra voz;
vamos, cantemos al Rey,
¡a él gloria y poder!

Angeles santos,
lindas estrellas,
noches serenas,
días tan claros:
apresuraos, venid,
este es el día de Dios;
¡a él honor y amor!

Vírgenes fieles,
santos Pastores,
mártires nobles,
santas mujeres;
todos vosotros, venid,
dadle la gloria al Señor,
porque él os dio su amor.

Amén.