Textos clásicos, preciosos, inspiradores para enriquecer tu vida de oración.
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Una oración perfecta en su sencillez: Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí.
Cristo, gran pedagogo, sabe ponerse en el lugar del que tiene una imagen deformada de Dios; invitándole a orar lo pone en camino de limpiar ese error.
Interceder es:
1. Ponerse entre dos que no se entienden.
2. Sabiendo que eso trae consecuencias, y habrá un precio qué pagar.
3. Porque uno busca la gloria de Dios con inmenso amor, y por encima de todo.
4. Y en humilde escucha está dispuesto a recibir el plan de Dios.
Por eso interceder es subirse a la Cruz, no por heroísmo basado en vanidad, sino por un llamado del amor, que tiene su hora.
Ejemplo sublime de intercesión es María, especialmente en la hora oscurísima de la Cruz, en la cual la fe brilla de modo incomparable.
Una síntesis de la historia de la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y algo para recordar: el rosario es “evangelio hecho oración.”
Dos características de la oración verdaderamente cristiana: perseverancia y confianza de hijos.
Aprender a orar no es sólo repetir lo que dijo Jesús, sino aproximarnos a sus actitudes, a su corazón, a su manera humilde, confiada, colmada de amor, hacia el Padre Celestial.
Sacerdote carismático de nacionalidad colombiana y ministerio de predicación internacional, con base desde hace muchos años en New York. Reconocido por su palabra directa y por un notable don de sanación.
Plegaria por aquellos que son familia y quieren vivir en familia, pero están asaltados por la duda, atenazados por el dolor, oprimidos por la incertidumbre, o heridos por alguna traición.
Frutos de la oración de Cristo son la escogencia de los Doce Apóstoles, y esa fuerza interior, misteriosa y potentísima que sale del Señor para curarnos a todos.
Elección, Combate, Victoria. Predicación con los Misioneros de Jesús, en NY. Tema 6 de 6: Una oración de victoria.
* Recorrido, en siete etapas, por nuestra vida, invoando el nombre poderoso de Jesus, y entregando a Él cuanto somos y tenemos.
“Hoy quisiera comentar el libro de oración por excelencia, el libro de los Salmos. Los ciento cincuenta cantos que lo componen, con distintas temáticas y géneros literarios, expresan la riqueza de la experiencia humana. Dos ideas centrales pueden resumir esa amplia gama de sentimientos, la súplica y la alabanza, ambas profundamente unidas…”
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275. Vosotros rezad así: ¡Padre nuestro del cielo! sea respetada la santidad de tu nombre, venga tu reinado, cúmplase tu designio en la tierra como en el cielo; danos hoy el pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes sucumbir en la prueba y líbranos del maligno. (Mt 6,9-13)
276. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. (Lc 1,42)
277. María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, mi espíritu festeja a Dios mi salvador, porque se ha fijado en la humildad de su esclava y en adelante me felicitarán todas las generaciones. Porque el Poderoso ha hecho proezas, su nombre es sagrado. (Lc 1,46-49)
278. Muy de madrugada se levantó, salió y se dirigió a un lugar despoblado donde estuvo orando. Simón y sus compañeros salieron tras él y cuando lo alcanzaron, le dijeron: Te están buscando todos. (Mc 1,35-37)