“¡No me alcanza el día! ¡Necesito días de 25 horas!,” comentó con un gesto de exasperación Luis Arduo, investigador en física pura, a su colega Carlos Cuántico. Éste le replica: “Pero sí es posible tener días de 25 horas, sobre todo si tu campo de investigación es la física teórica…” Dice Luis: “Ya sé; me vas a salir con esas historias de velocidades altísimas porque a medida que uno se acerca a la velocidad de la luz…” Y Carlos lo interrumpe: “Nada de eso. Hace tiempos existe un método sencillo, que no requiere tus velocidades altísimas y que te permite tener todo el tiempo días de 25 horas.” Todavía incrédulo, Luis le pregunta: “¿Días de 25 horas con las horas normales de 60 minutos normales que conocemos, y eso sobre este planeta tierra? ¡No logro entender cómo!” Y Carlos concluye: “Tal vez te hace falta ver otros lugares y viajar un poco más. El método existe, es sobre esta tierra, y aunque resulta un poco costoso, funciona perfectamente para concederte días de 25 horas ‘normales,’ como tú las llamas.” Todavía Luis Arduo sigue investigando sobre los días de 25 horas normales. ¿Puedes ayudarle?
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