Cuidado con los apellidos

En estos días hay que estar despiertos. En Facebook me he encontrado ya dos “padres” o “sacerdotes” que se sacan foto con cuello romano (“clergyman”) y que dicen que son católicos, pero luego agregan apellidos como “Católico Guadalupano” (caso de Ramiro Arango) o uno que anda haciendo liberaciones, de apellido Tirado, que también le añade un apellido a su catolicismo: “Viejos Católicos.”

Estos personajes, y muchos más que debe haber, confunden fácilmente. La gente puede creer que se trata de lo mismo nuestro pero luego uno ve que, por ejemplo, no creen en la jurisdicción del Papa, o admiten ordenación de mujeres, o predican y practican otros extravíos ajenos a nuestra fe católica en comunión plena con Benedicto XVI.

¡No te dejes confundir! Y si en FRAYNELSON.NET o en otro lugar conectado con mis servicios de evangelización ves algo sospechoso, ¡avisa, por favor!

Para que sirven los dogmas

Lo que sigue es mi comentario a esta entrada del blog Espada de doble filo de Bruno Moreno..


Brillante. Oportuno. No te digo más elogios para no tentar la vanidad, Bruno. Dios te bendiga.

Agrego algo: observemos cómo, detrás del desprecio al dogma cristiano y católico está también la desconexión entre verdad y libertad, o entre bien y verdad. El bien se ve como fruto del puro apetito, de la espontaneidad buenista, o de un consenso social que se asume… dogmáticamente. Lo “bueno” es, por dogma postmoderno, lo que la sociedad secularizada declare como tal.

Esa “bondad,” indigesta y de muchos modos contradictoria consigo misma, no resiste análisis. Se refugia es su dogmatismo intolerante, subjetivista, rabioso, arrogante. Esa pésima “bondad” sólo habla de Cristo para negarlo, desfigurarlo o blasfemar de su Iglesia.

De ahí la increíble capacidad de nuestra sociedad “racional” y “desarrollada” para detestar a un hombre como Benedicto XVI. El Papa que el Espíritu Santo nos ha dado es exactamente la peor noticia que podían recibir los que creen en el dogma buenista, ultrasecularizado y subjetivista. Pero también hoy Cristo cumple su promesa: “He orado por ti, Pedro, para que tú fe no desfallezca.”

Mensaje para el II Congreso de Blogueros con el Papa

En Santander, España, del 5 al 7 de Octubre de 2012. se realiza el II Congreso de “Blogueros con el Papa” Informes aquí.

Este video es un saludo de fray Nelson Medina, O.P., para ese evento que promete ayudar a consolidar opciones y renovado impulso en el servicio a la evangelización, dentro del contexto del Año de la Fe (11 de Octubre de 2012 a 24 de Noviembre de 2013).

El mensaje va en tres partes:

1. Los nuevos areópagos de la tecnología son también nuevos campos de combate espiritual. Están en juego vidas humanas, de cara a la eternidad. Nada menos.

2. El servicio a la evangelización en Internet es un modo de “aprojimarse” : las entradas de nuestros blogs son como hogazas que expresan la multiplicación del amor que brota de Cristo y en él se ha hecho visible.

3. Estar “Con el Papa” es seguir el impulso valiente de Pedro que no se queda en la tranquilidad de la playa sino que, mar adentro, en aguas muchas veces oscuras y turbulentas, busca aquello que sólo Cristo puede dar, y que ganó a precio de su Sangre.

Evento de Predicación en Bogotá, Domingo 30 de Septiembre!

En la Casa de los Santos Ángeles, y con motivo de la Fiesta de los Santos Arcángeles. Si estás en Bogotá, NO FALTES. Estos son los datos:

Dirección: Calle 56 # 35-30 – BOGOTÁ

Horario: 9 AM – 6 PM

Aporte: $12.000

Más informes, Tel: (57-1) 221-9550 y (57-1) 221-9831

Una pausa para agradecer

Conviene no perder memoria de un hecho notable y bello: nunca hemos pedido dinero por estos servicios de evangelización, y nunca ha faltado nada.

Sea oportunidad para dar un gigantesco GRACIAS a nuestros benefactores, sobre todo a aquellos que con su perseverancia mensual de una manera sencilla, humilde y efectiva mantienen este servicio en bien de todos.

Si también tú quieres contribuir, las indicaciones están aquí.

A propósito, una persona con un correo que empieza por las letras: “exoeraa_pega…” ha realizado una donación, y no he podido agradecerle por e-mail, como es mi costumbre siempre, porque el mensaje que le envío rebota. Si esa persona lee este boletín que sepa que todos estamos agradecidos, y que por favor nos dé un correo al que podamos dirigirnos. puede escribir a: amigos [arroba] fraynelson.com

Video 1000 en Youtube

Por sugerencia de varios amigos, he publicado este testimonio de mi vocación, con ocasión de los primeros 1000 videos que he publicado en Youtube.

Esto da tristeza, las cadenas de correos electronicos

Una señora, supuestamente muy católica, me ha enviado hace poco este correo electrónico:

POR SI ACASO….Los ángeles se han enterado de que estas luchando contra algo y dicen que ya ha pasado y recibirás una bendicion. Si crees en los ángeles envia este mensaje, no lo ignores por favor, estas avisada. Esta noche se arreglaran dos asuntos de tu vida para tu alivio. Deja todo lo que estas haciendo y reenvía el mensaje. Mañana sera el día mejor en absoluto. Envía este mensaje a 10 amigos (incluyéndome a mi) si no vuelve supongo que no soy parte de ellos. En cuanto recibas 5 mensajes, alguien que te quiere te hará un sorpresa silenciosa

Es decir: un caso más de las detestables “cadenas.” Se me ocurre ofrecer estas reflexiones:

  1. ¡Qué largas son esas cadenas! Llegan sin permiso a millones y millones de personas. Se propagan a impulsos de dos alas muy propias en el corazón humano: el anhelo de recibir buenas noticias, y el temor de ser castigado. El deseo de recibir algo gratis, una sorpresa, una sonrisa inmerecida, un regalo… ¡cuánto poder tiene en el corazón humano! ¿Pero no es eso lo que hemos recibido de Dios Padre en la Persona adorable de su Hijo Jesucristo, puesto que el Padre que nos ha dado a su Hijo “cómo no nos dará con él todas las cosas” (Romanos 8,32)? Y el temor de una reprimenda, de un error irreparable, de un desengaño final, ¿no es de lo que hemos sido librados en Cristo, y por eso se lee: “No pesa ya condenación alguna contra aquellos que están en Cristo Jesús” (Romanos 8,1)?
  2. ¡Qué pesadas son esas cadenas! Bajo su peso cruje la fe verdadera. La manipulación de sentimientos y expectativas, ¿se puede hacer impunemente? El tomar a los Santos Ángeles  como si fueran piezas de un juego arbitrario que trae o quita la suerte, ¿no es un irrespeto del que nos advierte severamente la Carta de San Judas? El deber de hacer algo, típicamente reenviar y reenviar mensajes, no es pasatiempo absurdo que convierte el destino humano en un caprichoso azar o en una muda ruleta? ¿Y dónde queda el Dios providente, que sabe todo de nosotros (véase Lucas 12,7), si la supuesta suerte de uno depende de revelaciones falsas y de uso abusivo e irrespetuoso del lenguaje de la fe?
  3. ¡Qué frágiles son esas cadenas! No tienen más poder que tu decisión de transmitirlas, y hacerlas así fuertes, o dejarlas morir, y así romperlas. Démonos cuenta de la espantosa fragilidad de las cadenas cuando comprobamos que muchas empiezan con términos como el que he transcrito hoy:  “Por si acaso…” La pobre señora, pobre en la fe, por lo menos, ni siquiera está segura de que eso es verdad. Pero su mundo es el mundo del temor, de la incertidumbre, y por eso prefiere encender una veladora a la superstición, que es como encendérsela al demonio.

Estimada amiga: sea libre en Jesucristo. Adore, como hace nuestra Santa Iglesia Católica, el beneplácito divino, el plan bendito de nuestra salvación, que se hace presente de modo infinitamente intenso en los sacramentos, y sobre todo, en la Eucaristía. Cristo rompe las cadenas.

Separa unas veinte horas antes del 11 de Octubre

Con la gracia peculiar de tener sobre sí la preocupación por la Iglesia entera, el Papa Benedicto nos invita a todos al Año de la Fe, desde el 11 de Octubre de 2011 hasta el 24 de Noviembre del 2013. El motivo histórico son os 50 años de la sesión inaugural del Concilio Vaticano II invitado. El motivo pastoral es que la Iglesia entera necesita abrir con generoso amor la Puerta de la Fe, más y más, para vivir con mayor fuerza y proclamar con mayor gozo el Evangelio de salvación.

Si esta invitación te cautiva tanto como a mí, te tengo buenas noticias: en nuestra Casa para tu Fe Católica te esperan 20 horas intensas de formación en audio y video, especiales para este bendito Año de la Fe. Haz click en aquello que toque tu corazón:

  • Breve Curso sobre la Fe: un análisis y una serie de propuestas en torno al estado de la fe y de los creyentes a comienzos de este convulso siglo XXI. Predicado a las Dominicas de Lerma, España.
  • Hombres de Fe: mensajes francos, cargados de amor y lucidez, especialmente para seminaristas y sacerdotes. Predicado al clero de la Diócesis de Socorro y San Gil, en Colombia.
  • Ciencia de la Cruz: si hay algo que NO necesitamos es esa fe descafeinada, esa fe light que esquiva el tema central del Evangelio: la salvación por el amor extremo que llega hasta la Cruz. predicado en el Monasterio de San José y Santa Teresa, en la ciudad de Santa Fe, Argentina.

Mas de 700 dias

Hace dos años mi madre partió de esta tierra. El extraño silencio que dejan los que parten hace que sus voces y memorias permanezcan como eco profundo, que a veces despierta una forma nueva de conciencia, como una puerta hacia una realidad que no podemos comprender.

Al mismo tiempo, al no poder conectar su presencia real con ningún sitio, ni siquiera con la bella y humilde tumba donde reposan sus restos, uno va descubriendo otro modo de presencia. Es una certeza preciosa, localizable sólo en las coordenadas del alma, como el afecto que puede sentir el niño en el colegio aunque no vea a la mamá, que está en casa.

Esto que describo no tiene nada que ver con el espiritismo. La invocación de muertos es una especie de rebeldía ante el hecho de la muerte; es un querer someter a los difuntos a los ritmos de nuestra vida obligada al reloj y al tiempo. Cuando uno sabe de Dios como Dueño único, sabio, poderoso y amoroso de los misterios de la muerte y de la vida, entiende también que no hay sentido en esa rebeldía y que sólo el lazo del amor, en que cabe la intercesión, ni más faltaba, nos une con los que ya fallecieron.

¿Qué aprendí de mi madre? ¿Qué respuesta puedo yo decir después de más de 700 días sin verla ni escucharla?

1. Nada tan elocuente como el silencio. Mamá fue confidente de muchos amigos y amigas. Su discreción, su caridad, su absoluta lealtad con cada persona, hicieron de ella un instrumento eficaz del Don de Consejo. De sus oídos, a su corazón, y de ahí, a la plegaria. Ella trató la intimidad de cada persona como algo sagrado que sólo puede ser tomado con los paños limpios de la plegaria.

2. El heroísmo del día a día. La lista de renuncias de mi madre es muy larga para escribirla aquí, y quizás ofendería su modestia si diera detalles. Lo que nos queda claro es que se olvidó de sí misma. Dio la vida. Nunca responsabilizó a nadie de haber tomado esa decisión. Nunca le escuché quejarse de haberse decidido a amar en esas dimensiones.

3. La fuerza de la constancia en la piedad. Su vida de fe fue sobria pero no le faltaba fuego. Con sencillez de niña, decía, ya bien pasados los 70 años de edad: “Yo todo lo resuelvo con la oración.” Era algo que podíamos ver. Algo que quedó registrado en sus arrugados libros y desgastadas páginas de sus novenas y devociones preferidas.

4. Saberse distinto te recuerda que eres como los demás. ¡También ellos son distintos! Yo vi crecer espiritualmente a mi madre. Como se dice de Jesús en la infancia, ella no sólo aumentaba años, sino también gracia y sabiduría. Su palabra sabía volverse inesperadamente caritativa cuando tenía que referirse a pecados o faltas de otras personas. En una ocasión tenía que decir algo sobre una mujer casquivana que yo también conocía. Mi madre simplemente comentó: “Sólo Dios sabe cuánta pasión le ha dado a cada uno; sólo Él podrá juzgarla.”

5. Escoge bien tus batallas. Convivir no es fácil; pero puede volverse imposible si uno hace de cada diferencia un conflicto, y de cada conflicto una historia de recriminaciones. Mamá cultivó el arte delicado de escoger qué era esencial y qué no lo era a la hora de convivir con mi padre, siendo ellos tan distintos en tantas cosas. Al final, ambos lograron que un núcleo sustancial de valores tomara raíz en nosotros los hijos, y sobre todo: que aprendiéramos a aceptarnos y querernos mutuamente.

6. Aprende pronto el arte de la conversación. “¡Nunca se les acaba el tema!” comentó divertido mi hermano mayor, al ver que a altas horas de la noche, si ambos estaban despiertos, casi con seguridad estaban conversando. La psicología más sana, la más sencilla, y la más real, enseña esto: la pasión física declina; la belleza se marchita; las metas económicas o laborales pasan al final a segundo o tercer plano; lo decisivo es saber estar con el otro. Y mi madre lo sabía.

7. No dejes pasar un día sin una buena risa. Música que podrán extrañar mis oídos hasta que muera es el sonido de su risa gozosa, espontánea, transparente como su alma grande. No sé quién enseñó a mi madre que el verdadero sabio nunca se toma demasiado en serio. Fue de las lecciones que mejor practicó mientras la conocí.

8. No te devuelvas: la vida no tiene retornos. Le pregunté una vez a mi madre si querría volver a vivir alguna época de su vida. Pensó sólo un instante y sonriendo comentó: “Cada etapa la viví muy bien; lo suficiente. No tengo necesidad de regresar.” por eso sé que si le preguntara si quiere que nos reunamos me diría: “¡Claro! Pero no que yo vaya allá; ¡vengan ustedes acá!”