Ya no tengo miedo, 2 de 3, Elias

[Predicación en la Asamblea Regional de la Renovación Carismática en Aragón, Octubre de 2012.]

Tema 2 de 3: Elías y la retama

* El capítulo 19 del Primer Libro de los Reyes nos cuenta un momento dramático en la vida del profeta Elías. El contexto es este: era rey Ajab pero quien en realidad movía los hilos y tenía el poder era su esposa, Jezabel, y esta perversa mujer era idólatra desde el fondo de su alma. Le fastidiaba a ella la religión de Yahvé porque consideraba que los baales bastaban y sobraban para buscar y tener una vida segura, próspera y fecunda.

* Por eso mismo, Jezabel odiaba a Elías, mucho más después de que Elías había dejado en ridículo a Baal en la confrontación del Monte Carmelo, y después había mandado a ejecutar a los falsos profetas, en número de varios centenares.

* Perseguido por el odio de Jezabel, Elías huye al desierto. Se queda solo, incluso sin su criado, y así en soledad alcanza a avanzar una jornada. Pero sus fuerzas se agotan, y al final se tumba bajo una retama. Su primer sueño no es descanso sino renuncia a vivir: se desea la muerte.

* Dios le da nuevas fuerzas. Es la imagen de lo que hace la fe en nosotros. Más allá de nuestras expectativas, recursos y fuerzas, allí está el Señor, y lo mismo que a Elías, primero nos alimenta para restaurarnos, y luego nos alimenta para enviarnos a renovar la alianza.

* Y por eso hay que identificar nuestras “retamas,” es decir, aquellos escondites donde empezamos descansando y terminamos renunciando a la tarea del Evangelio. No olvidemos que el mundo nos quiere bien distraídos y bien entretenidos para que seamos sólo consumidores pasivos.

* Destáquese también el hecho de que la soledad no permite evangelizar. En soledad, uno logra conservar algo de la fe, pero sólo por un tiempo, y sin pasar la antorcha a otros. El camino de restauración será siempre el encuentro renovado con el Señor y con la comunidad.

Ya no tengo miedo, 1 de 3, Moises

[Predicación en la Asamblea Regional de la Renovación Carismática en Aragón, Octubre de 2012.]

Tema 1 de 3: Moisés y el faraón

* Bajo el lema “Renuévame por dentro con espíritu firme” (del Salmo 51) celebramos la Asamblea Regional. En esta ocasión queremos enfatizar en ese “espíritu firme,” pues entendemos que el mundo nos quiere acomplejados, encogidos, encerrados.

* Los capítulos 3 al 5 del Éxodo nos presentan la vocación y el comienzo de la misión de Moisés. En él nos reconocemos fácilmente. Es un hombre bueno pero se siente abrumado ante la perspectiva de enfrentar al faraón.

* Y hay motivo para ello: el faraón actúa como un dios, y pide reconocimiento divino. Se le nota en que pretende disponer de vidas humanas. Lo cual da una clave: aquel o aquello que pretende poder absoluto sobre la vida del hombre está tomando el lugar del faraón. Y lo mismo que Moisés ante su faraón, nosotros tendemos a acobardarnos ante nuestros faraones.

* Aquellos que empujan en la anti-cultura de la muerte nos atemorizan con su arrogancia, nos confunden con sus especiosos argumentos, nos atemorizan con sus leyes de hombres. Por eso necesitamos el camino que Moisés recorrió, y ser sanados de lo que él fue sanado.

* Con Moisés, Dios siguió una sencilla terapia en tres pasos: (1) Una certeza: “El Señor está contigo;” (2) Le obliga a enfrentar su miedo, primero en lo pequeño y después en lo grande: así por ejemplo, cuando primero el cayado de Moisés se vuelve una serpiente, le manda: “¡Agárrala por la cola!”; (3) Le muestra cómo el faraón es sólo otro ser humano, y de victoria en victoria, consolida la fe de Moisés.

Las flores y las fieras, parte 2 de 2

Escuela de Vida Interior, Tema 4: San Juan de la Cruz enseña que en el camino de ascenso hacia el Señor nos cierran el camino las “flores” (seducciones, idolatrías), y las “fieras” (miedos, cobardías). En esta sesión hacemos una clasificación de los principales tipos de fieras, siguiendo el esquema de San Agustín para las potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad. El énfasis no está en hacer desaparecer el miedo, sino en darle el volumen y el lugar que debe tener, porque también el miedo puede servir de indicador y luz ante el peligro.

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Este tema pertenece al Capítulo 01 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 01 está aquí:

is.gd/vida_interior_01

La serie de TODOS los temas de esta Escuela de Vida Interior está aquí:

is.gd/vidainterior

El Amor echa fuera el temor: una leccion que salva vidas

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Muchos abortos, y en realidad casi todos los demás pecados, si los examinamos bien, provienen más del miedo que de la malicia. Tememos no ser aceptados, tememos que nos rechacen, tememos quedarnos solos o perder los privilegios o ventajas adquiridas. El amor perfecto, aquel que Dios nos ha dado en Cristo, vence estos temores y nos ayuda a sentar las bases de una verdadera cultura de la vida.

No tengais miedo

Una frase que el Papa Juan Pablo II hizo popular, es primero un mandato que Nuestro Señor Jesucristo dejó a quienes creemos en Él. Fue Jesús, además, quien primero mostró que es posible vencer al odio sin odiar y vencer a la agresión sin agredir. Su dolorosa Pasión es en realidad una batalla, una guerra contra las tinieblas del pecado y contra el poder del miedo en la vida humana.

La Misericordia vence sobre el Miedo y la Tristeza

Tanto el miedo como la tristeza son finalmente homenajes al poder del mal, y por ello son obstáculos para creer plenamente en la bondad y la potencia que se han manifestado en Cristo. En cuanto nos resolvemos a no dar pleitesía a la maldad, y nos resolvemos a admirar las obras de Cristo, su misericordia irrumpe triunfante en nuestra vida.