Un proyecto alucinante propone hundir Central Park 30 metros

“Las nuevas tecnologías, el diseño, la exploración de sistemas sostenibles o el establecimiento de nuevos métodos urbanos y arquitectónicos para resolver los problemas económicos, sociales y culturales de la ciudades es la piedra angular para hacerse con uno de los premios de más prestigio en el mundo de la arquitectura de torres y rascacielos: los Skyscraper Competition 2016. El jurado de la revista eVolo Magazine ha dado a conocer los tres proyectos vencedores y las 21 menciones de honor de entre 489 propuestas recibidas de arquitectos, estudiantes, ingenieros, diseñadores y artistas de todo el mundo…”

Haz click aquí!

Defensa y ataque, en el combate espiritual

Elección, Combate, Victoria. Predicación con los Misioneros de Jesús, en NY. Tema 4 de 6: La defensa y el ataque, en el combate espiritual.

* Aclaraciones previas: (1) Mi enemigo no es otro ser humano, pues ese que me fastidia u oprime también ha sido redimido por la misma Sangre de Cristo que me ha redimido a mí. (2) Hay que aprender a orar por los que nos tratan como enemigos; lo mejor es suplicar sencillamente que en ellos se cumpla la voluntad de Dios.

* Defensa: (1) Nada puede sernos indiferente. Todos finalmente estamos conectados con todos, y si hay una globalización del pecado debe haber una globalización de la gracia, que en nosotros tiene un rostro específico en el ministerio del Sucesor de Pedro, el Papa. (2) Hay que formarse. La hora del accidente no es la hora para aprender primeros auxilios.

* Ataque: (1) Nuestro “atacar” es sencillamente ofrecer con amor el Evangelio; toda agresividad está excluida. (2) Uno debe medir las propias fuerzas y no creerse capaz de todo, sobre todo al principio. (3) Nuestra fuerza proviene de nuestra unión con la comunidad, que para nosotros finalmente es nuestra Iglesia Católica.

Sobre el mal y el malo

Elección, Combate, Victoria. Predicación con los Misioneros de Jesús, en NY. Tema 3 de 6: El mal y el Malo.

* El odio del demonio hacia la especie humana tiene origen no en lo que hacemos o tenemos sino en lo que somos. Nosotros, la raza humana, somos imagen y semejanza de Dios, y por eso somos y seremos detestables para quien ha rechazado a Dios como su Señor.

* De ahí que la primera victoria sobre el maligno es esta: proclamar a Dios como nuestro único Señor, y reconocer en Cristo a aquel que restaura el señorío de Dios en el alma.

Sabernos elegidos en Cristo, 2a. parte

Elección, Combate, Victoria. Predicación con los Misioneros de Jesús, en NY. Tema 2 de 6: Sabernos elegidos en Cristo, 2a. parte

* Cristo asegura que son muchos los llamados y pocos los escogidos o elegidos (Mateo 22,14). ¿Quiénes son los “llamados”? Se sienten atraídos por Cristo todos los que tienen necesidad de algo, y esos son muchos. Pero a menudo se busca a Cristo para “sacar” algo de él y seguir uno con su vida como a uno le gusta llevarla.

* En cambio, los “elegidos” son aquellos que reconocen el plan de Dios en su vida; son los que entregan el timón a Cristo como capitán. Estos saben que tienen una tarea por delante y se sienten felices de llevarla a cabo.

* Hemos sido elegidos en medio de un mundo que con facilidad da la espalda Dios. El cristiano católico sabe que todos los días encontrará esa oposición y resistencia, y todos los días verá las heridas fruto de esa rebeldía contra Dios. Por eso entiende que su misión no acaba, y que su papel es irreemplazable.

Sabernos elegidos en Cristo, 1a. parte

Elección, Combate, Victoria. Predicación con los Misioneros de Jesús, en NY. Tema 1 de 6: Sabernos elegidos en Cristo, 1a. parte

* Cuando una persona no se sabe “elegida y amada,” siente que su vida carece de un plan. Le quedan dos posibilidades: vivir a lo que salga, colgándose del momento presente y escapándose al placer fugaz, o definir un ídolo en su mente y tratar de encontrar significado en el esfuerzo por alimentar ese ídolo. En ambos casos el desenlace es una espiral de vacío y de absurdo.

* Los antiguos reyes de Israel y de Judá eran ungidos con aceite y perfumes exclusivos del rey. Los “mesías” (en griego: los “xristoi,” los “ungidos”) tenían la alta misión de ser presencia del Dios providente y victorioso en medio del pueblo. Nuestro Jesús es el “Cristo de Dios.” Ha sido elegido y ungido para una misión: dar la Buena Nueva a los pobres. Nuestro Cristo ha recibido el Espíritu para bautizarnos en el Espíritu.