“El proyecto LIBROS nació porque varios hermanos me han preguntado si tenía a mi disposición algunos libros que pudieran ser útiles en determinados momentos del catecumenado…”
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Nunca escribo mi nombre en los libros que compro hasta después de haberlos leído, porque sólo entonces puedo llamarlos míos. – Carlo Dossi
Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo. – Proverbio árabe
Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran. – André Gide
Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido. – Paul Ambroise Valéry
Todos los libros pueden dividirse en dos clases: libros del momento y libros de todo momento. – John Ruskin
En muchas ocasiones la lectura de un libro ha hecho la fortuna de un hombre, decidiendo el curso de su vida. – Ralph Waldo Emerson
Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres. – Heinrich Heine
Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría. – Proverbio árabe
Los libros no se han hecho para servir de adorno: sin embargo, nada hay que embellezca tanto como ellos en el interior del hogar. – Harriet Beecher Stowe
El regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio. – Anónimo
Siguiendo una sugerencia de mi amigo Bruno Moreno, he aquí un enlace a un clásico de la espiritualidad sacerdotal. Click!
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. – Proverbio hindú
Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer. – Alfonso V el Magnánimo
Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca. – Jorge Luis Borges
Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él. – Nicolás de Avellaneda
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. – Oscar Wilde