La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 02 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

Tema 2 de 12: El itinerario espiritual y de fe de Jorge Mario Bergoglio

* Contexto latinoamericano:

(1) A la luz del Concilio Vaticano II, los obispos de Latinoamérica, reunidos en Medellín (1968) leen con particular atención la relación entre Iglesia y mundo. Salta a la vista una realidad escandalosa: la injusticia social.

(2) En 1971 Gustavo Gutiérrez, entonces sacerdote diocesano del Perú, publica su obra “Teología de la Liberación” privilegiando de modo casi unilateral la categoría “Pueblo de Dios” y la descripción de la obra de Dios como un “éxodo.”

(3) En la década de los 70s muchos quieren leer el Concilio en clave de una serie de contraposiciones que harán mucho daño: sacramentalizar vs. evangelizar; religiosidad popular vs. comunidad formada; clero vs. pueblo de Dios; y sobre todo ortodoxia vs. ortopraxis.

(4) Al final los ánimos se van exacerbando y se planteará descaradamente la incompatibilidad entre una Iglesia llamada “verticalista” (la cual se quiere hacer coincidir con todo lo anterior al Vaticano II) y una Iglesia “horizontal” o “de comunión” (que sería la propia del Vaticano II). Surge de aquí una mirada de desconfianza, desprecio o confrontación hacia el magisterio de la Iglesia.

(5) La escogencia de unos mismos textos bíblicos, usados hasta el hastío, toma las características de un “canon dentro del canon” : parece importar sólo lo que apoye una determinada línea de pensamiento y acción, a la espera de que el resto de la Biblia sea “releído” como simple apéndice o preparación para los textos considerados centrales, que son,por supuesto, los que van en la línea de un cambio en las condiciones de vida de los pobres.

(6) Y como se quiere definir a la Iglesia por un único aspecto, a saber, la elevación de la dignidad humana, entonces se buscan los medios más eficaces para generar cambios en al sociedad. Es aquí donde se comete el peor error: adoptar el análisis marxista de la realidad social, aun en contra de tantas evidencias de la Sagrada Escritura.

(7) La caída del comunismo soviético y las vigorosas intervenciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida en ese momento por el cardenal Joseph Ratzinger, producen un cambio de interés y de dirección, que llevará poco a poco a la teología de la liberación hacia un declive cada vez más profundo.

bergoglio

* Jorge Mario Bergoglio, S.J., testigo de excepción de este itinerario, define su perfil de cara a la realidad que ha conocido, amado y servido desde su juventud. Surgen así cuatro claves de su pensamiento y acción:

(1) La injusticia en la comunidad humana es una herida en el corazón de Dios.

(2) Ninguna ideología, y en ningún caso el marxismo, da verdadera respuesta a los pobres, a quienes sencillamente usa para sus propósitos.

(3) Debe entonces uno empezar por sí mismo: por la sobriedad, la sencillez y sobre todo el servicio.

(4) No se trata sólo de ver a Cristo en los pobres sino de aprender de los pobres cómo ver a Cristo.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 01 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

Tema 1: El itinerario que llevó al Papa Benedicto a declarar un Año de la Fe

* El Espíritu Santo nos ha concedido, para la cátedra de Pedro, hombres grandes en su unión con Dios y su docilidad al Espíritu, cada uno con su don particular. En Benedicto vemos a un maestro de la fe; en Francisco a un profeta de la pobreza evangélica.

* ¿De dónde nace en Benedicto XVI la idea de un “Año de la Fe”? Guiándonos por sus propias palabras encontramos motivaciones “ad extra” y “ad intra” de la Iglesia.

* Ad extra:

(1) La tiranía del relativismo, que mira con escepticismo y descalifica de entrada todo empeño serio de llegar a la verdad;

(2) Las erupciones de fundamentalismo: reacciones obnubiladas al relativismo, que tampoco se ponen en marcha hacia la verdad porque se consideran en completa posesión suya;

(3) La ideología del secularismo, que no se plantea la verdad religiosa sino que por principio quiere excluirla del debate público.

Benedict-Francis

* Ad intra:

(1) La primacía, entre los teólogos, de una mentalidad de gremio, con lo cual no se consideran en primer lugar a servir a la verdad del Evangelio sino a protegerse mutuamente;

(2) La mentalidad de funcionario que penetra amplios sectores del sacerdocio ministerial, con graves consecuencias: doble vida, consideración externalista de las funciones del ministerio, etc.

(3) Empuje de una hermenéutica de la ruptura con respecto al Concilio Vaticano II, con lo cual se ve a Dios como presente únicamente hasta, o únicamente desde el mismo Concilio.

ESCUCHA la flor de la libertad solo brota en el jardín de la verdad

Escuela de Vida Interior, Tema 24: La verdad y la libertad

* La proclamación de Jesús como Señor encuentra dos graves dificultades en nuestro tiempo, como dos lentes oscuros que dificultan percibir la fuerza y la belleza de esa proclamación de fe.

(1) La idea de que el ser humano individual está llamado a la autonomía, y por consiguiente sólo es libre aquel que no reconoce ningún Señor.

(2) La idea de que la única manera de hacer posible la vida en sociedad, tratándose de individuos autónomos, es lograr acuerdos convencionales, de modo que la discusión sobre lo bueno y lo malo se confunde y reduce a la constatación de qué es lo legalmente aprobado. Por supuesto, si no hay un orden moral propiamente dicho, sino que todo se reduce a lo legal, entonces no hay espacio para ninguna instancia y ningún Señor aparte de lo puramente simbólico. El señorío de Cristo queda así reducido a un recuerdo cultural, neutro e inocuo.

* Esa idea de autonomía se apoya en un concepto de libertad que circula como moneda corriente, a saber, que la libertad consiste en hacer lo que a uno le parece o “le da la gana.” Tal definición tiene que ser superada y para ello en realidad basta la pregunta: ¿Es que en realidad la voluntad humana opera en el vacío? Ello equivale a preguntar: ¿Y de dónde sale lo que a ti se te da la gana? ¿No hay acaso influencias reales, guiadas por intenciones buenas o perversas, que son capaces de inducir lo que luego la persona experimenta como su “gana”? ¿No demuestra la experiencia que la seducción y la manipulación existen, y que la retórica y la moda, entre otras muchas realidades, son capaces de generar el deseo que luego la persona hace suyo y convierte en su prioridad?

* La única consecuencia válida es que la libertad sólo existe realmente cuando se sitúa en el ámbito de la verdad. Es lo mismo que sucede en toda elección, incluyendo las elecciones llamadas “democráticas”: sólo se elige con libertad cuando se elige con una amplia base de información de parte del votante, y de transparencia de parte del candidato. Ese principio, enunciado ya por Thomas Jefferson, ¿qupe está diciendo? Solamente que para ser libre hay que declararse esclavo irrestricto de la verdad, a la que hay que buscar con integridad, constancia y generosidad interior.

* Por este camino se descubre también el engaño que implica la falsa oposición entre la razón y la fe. Tal oposición fue completamente extraña a los sabios y científicos hasta el siglo XVII. Fue el siglo siguiente, de la llamada “Ilustración” el que extendió la idea de que para pensar hay que dejar de creer y para creer hay que dejar de pensar. Los emergentes burgueses y los llamados “intelectuales” del XVIII necesitaban desacreditar a la Iglesia para abrirse un espacio en su deseo de poder, y por ello plantearon ese falso dilema, que pareciera declarar incompatibles la verdad racional y la verdad de fe. Superado ese engaño uno se da cuenta que el poder pensar y el poder creer son en realidad dones del único Dios.

* Sobre la base de la convicción de que la libertad existe sólo en dependencia a la verdad, y que esta verdad no está fracturada sino que goza de unidad en su fuente y término, que es Dios mismo, quedamos preparados para reconocer la verdad que Cristo trae a nuestra vida, y admitir así su reinado que nos hace más libres cuanto más nos une a su luz admirable.

* * *

Este tema pertenece al Capítulo 03 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 03 está aquí:

is.gd/vida_interior_03

La serie de TODOS los temas de esta Escuela de Vida Interior está aquí:

is.gd/vidainterior

Catolico Soy, 3 de 3

[Conferencia ofrecida a todos en el Coliseo del Colegio Santa Anita, en Lima. Mayo de 2013.]

* El desafío principal que reciben los católicos de parte de los que no creen nada de la revelación bíblica, o la ponen al mismo nivel de cualquier otro libro o práctica religiosa de cualquier clase, se llama “laicismo.” La pretensión laicista es eliminar toda capacidad de influencia de la fe católica en el mundo, particularmente en la constitución de la ética que ha de regir las relaciones sociales y humanas en general.

* El laicismo obra por etapas, básicamente dos: (1) Descalificar todo lo religioso como una esfera de pensamiento desconectada de la verdad, es decir, puesta al mismo nivel que la fantasía o el deseo caprichoso. (2) Atacar a la Iglesia, así descalificada, sin brindar tampoco un tratamiento equitativo ni justo. Ejemplo de esto último: agresiones a los templos, a los obispos; burlas, sarcasmo; lenguaje obsceno que pretende neutralizar la capacidad de defensa o respuesta.

* La mejor respuesta frente al laicismo no la pueden dar los ministros sagrados ellos solos, que son principalmente objeto de descalificación sistemática y de burla. La respuesta real al laicismo es un laicado formado en su fe pero también formado en aquellas aristas de discusión más complejas de nuestro tiempo.

* Para que ello sea realidad se necesitan por lo menos cuatro elementos de madurez en el laico: (1) Formación permanente; (2) Vida sacramental plena; (3) Pertenencia real a una comunidad de fe; (4) Ejercitación en la tarea de compartir la fe en al evangelización directa.

Catolico Soy, 2 de 3

[Conferencia ofrecida a todos en el Coliseo del Colegio Santa Anita, en Lima. Mayo de 2013.]

* Los desafíos que enfrentan hoy los católicos pueden clasificarse en dos grandes grupos. En un grupo podemos incluir todos los que admiten la Biblia como Palabra de Dios, pero no admiten la autoridad de la Iglesia para enseñar o interpretar la Biblia. En el otro grupo tendríamos a aquellos para los que la religión, en general, es algo que a lo sumo puede ser tolerado como una actividad privada sin capacidad alguna de influencia en el área de lo público. En esta reflexión nos referimos al primer grupo.

* La Biblia es una obra de increíble complejidad, con una historia absolutamente única que abarca unos 1400 años. Recoge por tanto perspectivas, experiencias, episodios y normas que han encontrado su lugar a lo largo de ese largo proceso.

* La Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II nos da una clave interpretativa inicial que sirve de base: Dios es autor pero no elimina ni cancela la verdadera autoría de los hombres, y quizás mujeres, que plasmaron esa palabra bajo la guía del Espíritu Santo. En concreto, esto descarta la idea de la revelación bíblica como una especie de “dictado” que seria más perfecto en la medida en que el ser humano desapareciera más, y fuera como un tubo inerte que deja pasar “agua de cielo.”

* La verdad que nos da la Biblia es firme y segura pero no es la verdad de la ciencia moderna, habida cuenta que la misma ciencia moderna se ve a sí misma como una sucesión de teorías que siempre están en camino de revisión y mejoramiento. La verdad bíblica se refiere a quién es el hombre ante Dios; quién es el Dios que ha querido salir al encuentro del hombre; y cómo el hombre puede acoger la salvación que Dios le brinda con misericordia.

* No es de extrañar entonces que los hagiógrafos, que fueron “verdaderos autores,” según la expresión de Dei Verbum, se hayan servido de expresiones lingüísticas o concepciones científicas muy limitadas o incluso deficientes: la verdad para la que recibieron el don del Espíritu no es la verdad sobre la Relatividad General de Einstein (que un día será superada por alguna otra teoría) sino que, usando su conocimiento limitado, expresaron cosas que son ciertas, en el plano propiamente religioso y teológico de quién es el hombre, quién es Dios, y cómo se recibe la salvación. Sobre esta base puede establecerse poco a poco qué es lo que los autores han querido decir.

* Queda el tema de cómo interpretar esa palabra, en el sentido de preguntarnos qué nos quiere decir Dios con las palabras que los hagiógrafos nos dejaron. Es aquí donde resulta fundamental la autoridad de la Iglesia. Sin ella no queda otra cosa que la mentira en la que creyeron e hicieron creer a otros los Reformadores Protestantes, a saber, que la Palabra se interpreta a sí misma, o que cada uno puede interpretarla con sólo apelar a su conciencia y al Espíritu Santo.

* Muy al contrario, la Biblia muestra que es la obra y el tesoro de una comunidad peregrina en la fe: el Pueblo de Dios. Sólo en el seno de la Iglesia, a la que Cristo quiso jerárquicamente constituida, y sólo a la luz de lo vivido, practicado y creído en la Iglesia (a esto llamamos “tradición”) se interpreta correctamente la Palabra.

Catolico Soy, 1 de 3

[Conferencia ofrecida a todos en el Coliseo del Colegio Santa Anita, en Lima. Mayo de 2013.]

* La Renovación carismática ha sido particularmente elocuente en mostrar la importancia que la experiencia de saberse amado por Dios tiene en la transformación de una vida. No cabe duda que ese amor primero, impregnado de gozo que contagia, es una base firme para abrazar y practicar la fe pero no lo resuelve todo.

* Debemos saber que los enemigos de la fe ciertamente se preparan de muchos modos, y entre ellos, a través de argumentaciones sofisticadas que resultan seductoras para muchos. El carácter de las discusiones éticas y religiosas de nuestra época reclama una formación amplia y firme. Formarse ya no es una opción más: es una obligación de la que no puede uno eximirse sin exponerse gravemente a daños irreparables.

* Hay entonces que entregar al señorío de Cristo todo nuestro ser, y eso incluye por supuesto nuestra inteligencia, así como los demás talentos que de Dios hemos recibido.

* Algunas páginas web particularmente útiles en nuestra formación:

  1. corazones.org
  2. apologeticacatolica.org
  3. ewtn.com
  4. es.catholic.net
  5. fraynelson.com
  6. vatican.va
  7. mercaba.org

Apuntes de la Guerra Semantica, 4 de 4

[Curso de formación permanente ofrecido a los sacerdotes de la Diócesis de Pereira, en Colombia. Abril-Mayo de 2013.]

Tema 4 de 4: El Poder del Evangelio

* Una batalla muy antigua

  • Por lo menos desde el siglo II, la Iglesia ha tenido que enfrentar la amenaza gnóstica.
  • Autores señalados: San Ignacio de Antioquía y San Ireneo de Lión.
  • En general, los Padres de la Iglesia no proceden argumentando desde la metafísica sino desde la verdad de la salvación.
  • Su punto de partida es: “¡Somos salvos!” y desde ahí la pregunta: “¿Quién es este Cristo en quien somos salvos?”
  • Todo radica en comprender que la verdadera desgracia del ser humano no es la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o la injusticia, sino que debajo de todo ello subyace lo realmente espantoso: el PECADO.

* La unicidad de la fe: Aparece un camino claro

  • Reconocimiento del pecado
  • Arrepentimiento
  • Escucha del kerigma
  • Certeza de haber sido amado
  • Acogida en fe de la salvación
  • Camino de formación (catequesis)
  • Inserción viva en la Iglesia.

* ¿Qué hace entonces a Cristo único?

  • No es en primer lugar su mensaje.
  • Ni sus milagros.
  • Ni su estatura moral.
  • Ni el testimonio de su solidaridad.
  • Ni la capacidad de convocatoria y liderazgo.

* Cristo es único por la verdad de su Encarnación y por la verdad de su sacrificio redentor.

  • Un sufrimiento “aparente” indicaría un amor “aparente,” y una salvación “aparente,” enseña San Ignacio de Antioquía.
  • Caro cardo salutis, dice San Ireneo: En la verdad de la encarnación radica la verdad de la salvación.

* Queda entonces como señal positiva y necesaria que se presenten con claridad estas realidades: Pecado, Arrepentimiento, Conversión, Fe, Gracia, Cruz, Sangre de Cristo, Muerte, Resurrección, Bautismo, Eucaristía, Espíritu Santo, Iglesia, Sacramentos, Vida Eterna.

* La Recuperación del Lenguaje

  • El punto fundamental es que las palabras derivan su fuerza semántica última no de otras palabras sino de la vida.
  • Fundamentalmente la vida se expresa a través de narraciones, luego son ellas las que deben tener un lugar sobresaliente en nuestro ministerio.

* Esto implica:

  • Primacía de la Historia de la Salvación sobre la simple memorización de conceptos.
  • Primacía de los testimonios sobre la predicación moralista.
  • Primacía de las vidas de santos sobre las exhortaciones o regaños.

* Pero los conceptos son importantes, y por eso en un segundo momento hay que enseñar a recibir con pensamiento crítico lo que el mundo ofrece. Y el comportamiento moral correcto es muy importante, y por eso hay que seguir como San Pablo el camino del modo “indicativo” al modo “imperativo.”

* No olvidar finalmente que el lenguaje integral por excelencia es la liturgia, y que en la plenitud de su significación está todo cuanto necesita la Iglesia para alimentarse y expresarse.

* El curso completo de Apuntes de Guerra Semántica puede seguirse aquí.

Apuntes de la Guerra Semantica, 3 de 4

[Curso de formación permanente ofrecido a los sacerdotes de la Diócesis de Pereira, en Colombia. Abril-Mayo de 2013.]

Tema 3 de 4: El Poder del Yo

* Historia de una transición

  • De la verdad a la certeza (Kant)
  • De la certeza a la autenticidad (Heidegger)
  • De la autenticidad a la espontaneidad (John Lenon)

* Historia de una división

  • La certeza queda asegurada en la ciencia; la autenticidad queda asegurada en la espontaneidad del yo.
  • Luego la certeza no necesariamente coincide con la autenticidad: se dan así dos verdades, una externa y otra interna.

* Historia de un vacío

  • La verdad externa, científica, constata hechos: habla del ser pero no puede establecer un deber-ser.
  • La verdad interna, espontaneista, constata deseos: habla del querer-ser pero no puede establecer un deber-ser.
  • El deber-ser queda a merced de la sola legislación y capricho de cada país.

* Historia de otro vacío

  • La verdad externa, científica, provee de recursos y medios: tecnología.
  • La verdad interna, espontaneista, provee de fines gobernados por el mercado, la moda, la opinión.
  • La vida misma carece entonces de significado: es una “pasión inútil.”

* Historia de un malentendido

  • El vacío de fines y significados se interpreta como posibilidad inagotable de definirse como uno quiera y de reinventarse sin cesar.
  • La imagen de libertad que subsiste es la proclamación del absoluto de la voluntad, desligada de la tarea, ahora imposible, de buscar la verdad.

* Historia de otro malentendido: Si “ser verdadero” es “ser espontáneo” y ser “libre” es seguir el instinto, impulso, moda o pasión del momento, entonces la Iglesia es la institución más mentirosa y más asfixiante. Es la gran hipócrita.

* Pero no es el final de la historia… El curso completo de Apuntes de Guerra Semántica puede seguirse aquí.

Apuntes de la Guerra Semantica, 2 de 4

[Curso de formación permanente ofrecido a los sacerdotes de la Diócesis de Pereira, en Colombia. Abril-Mayo de 2013.]

Tema 2 de 4: El Poder del Conocimiento

* Bases de la Gnosis

  • En la vida enfrentamos desafíos y debemos tomar opciones.
  • Si uno opta de una manera necia o sin la necesaria información, lo más probable es que se equivoque, y luego sufra las consecuencias.
  • Por eso uno necesita el conocimiento acertado y oportuno (GNOSIS) para vivir de una manera más productiva y más feliz.
  • Los problemas no son nuevos ni son nuevas las soluciones.
  • La sabiduría no es algo nuevo sino antiguo, milenario, que ha sido buscado en todas las culturas.
  • Las religiones y filosofías son expresiones de esa búsqueda, que es común a toda la humanidad.
  • Los libros sagrados recogen elementos esencialmente comunes.
  • Los grandes líderes y fundadores son gente que llegó a esa luz común.
  • Pero los representantes de las religiones (clero) han sido envidiosos y egoístas en compartir los verdaderos secretos que conducen a una vida fecunda, plena y feliz.
  • Lo que tienen en común esas religiones puede ser enseñado de manera universal y lógica: GNOSIS.
  • Lo que la gente necesita es trascender, ser iluminada, alcanzar sabiduría, recuperar su verdadero yo, fundirse en la armonía del cosmos.

* Qué omite la Gnosis

  • Reducción cristológica: Cristo pasa a ser un maestro: un mensajero que no importa en sí mismo.
  • La encarnación no interesa, ni el ser de Cristo, ni su dolor, ni su Cruz, ni su muerte, ni su resurrección.
  • Reducción soteriológica: No hay mención de la gracia, ni hay donación que nos transforma, ni hay comunidad reconciliada (Iglesia).
  • Los sacramentos no interesan. Se les reemplaza por un re-encantamiento del mundo (neo-paganización).
  • Reducción espiritual: La oración pasa a ser “meditación,” y la meditación pasa a ser una apuesta por el vacío y la nada.
  • La presencia de Dios pasa a ser reemplazada por un estado mental- cerebral a criterio del solo sujeto.

* El curso completo de Apuntes de Guerra Semántica puede seguirse aquí.

Apuntes de la Guerra Semantica, 1 de 4

[Curso de formación permanente ofrecido a los sacerdotes de la Diócesis de Pereira, en Colombia. Abril-Mayo de 2013.]

Tema 1 de 4: El Poder del Lenguaje

* Ejemplos recientes de eufemismo:

  • Interrupción voluntaria del embarazo (Aborto)
  • Matrimonio igualitario (“Matrimonio” gay)
  • Muerte digna (Eutanasia)
  • Examen prenatal (Prospecto de Eugenesia)

* Hay también ejemplos menos recientes:

  • Tener una “aventura” (Ser adúltero)
  • Fulanito estaba “alegrón” (Es un borracho)
  • “Bautizar” la leche (Engañar al comprador agregando agua)

* ¡Estos no son sólo cambios de palabras!

* Detrás de la expresión “Interrupción voluntaria del embarazo” hay esta ideología:

  • El embrión / feto es parte del cuerpo de la mujer.
  • Cada quien dispone voluntariamente de sí mismo, y por tanto, de su cuerpo.
  • Es un derecho de la mujer abortar.
  • El Estado debe proclamar y defender ese derecho de la mujer.

* Detrás de “Matrimonio igualitario” hay esto:

  • El género es un constructo. Es potestad de cada uno descubrir / definir su género.
  • La orientación sexual es entonces un absoluto que puede ser reconocido pero no interferido.
  • Por eso la orientación sexual debe equipararse a la raza o la religión: todas las orientaciones equivalen.
  • Si existe matrimonio para unos debe entonces haberlo para otros.
  • El Estado debe proclamar y defender ese derecho.

* Detrás del lenguaje de “muerte digna” hay esto:

  • El bienestar físico, definido desde el sujeto, es criterio único de calidad de vida.
  • Tiene “dignidad” sólo aquella vida que tiene el bienestar así entendido.
  • La vida sin esa dignidad carece de sentido y de propósito.
  • Es lógico, coherente e incluso valiente terminar con una vida así.

* Detrás del modo como se practican algunos exámenes prenatales hay esto:

  • Hay unos estándares de lo que significa una vida digna.
  • Y hay estándares de lo que puede exigirse a unos papás.
  • Por debajo de esos estándares, el feto no merece vivir.
  • Luego, debe ser desechado.

* El curso completo de Apuntes de Guerra Semántica puede seguirse aquí.

Firmes en la Fe, 3 de 3

[Predicación a los Misioneros de Jesús,en Guatemala. Abril de 2013.]

* Creer sólo puede significar una cosa: que el trono, el centro de mi vida es para Cristo. Los santos, lejos de estorbar, son testimonio precioso de lo que implica y el fruto que trae que Cristo tome su lugar.

* El gran obstáculo para que Dios reine el pecado. No pensemos del pecado como error, ignorancia, defecto o equivocación. No es un juego porque implica rebeldía y de suyo conduce a la muerte eterna.

* Lo primero que libera Cristo es el corazón: es ahí donde estamos realmente ciegos, paralíticos, sordos y a veces muertos.

* Necesitamos aprender a orar como hijos y no como esclavos. No pedir más parches para seguir sobreviviendo sino clamar por una vida nueva en su amor.

Firmes en la Fe, 2 de 3

[Predicación a los Misioneros de Jesús,en Guatemala. Abril de 2013.]

El “cubo” de San Patricio

cubo

* Vemos que es estrategia del diablo mantenernos en la confusión, la ignorancia, la duda. Lo suyo es llevarnos a la inestabilidad, porque los corazones inestables son manipulables, como los de aquellos de quienes habla San Pablo en Efesios 4,14.

* Nuestra estabilidad viene de Cristo, que es roca firme. Pero para que esa firmeza llegue a nosotros hay que vigilar cada flanco desde el que puede venir algún ataque que nos desestabilice. Así razonó San Patricio cuando, en gran necesidad y soledad evangelizaba en la antigua Irlanda, y por eso oraba como revistiéndose de una coraza que debía rodearlo por todas partes.

* En efecto, de atrás, de nuestro pasado, viene el recuerdo de errores cometidos, que nos repiten que no merecemos amor no bendición.

* De adelante, del futuro, nos vienen duras incertidumbres y una persistente desconfianza.

* De abajo, de nuestras bases, recibimos recio impacto y tambalean cuando suceden cosas dolorosas o imprevistas, como los accidentes, las enfermedades terminales, los secuestros y otras cosas muy graves.

* De arriba, de las alturas de la inteligencia, vienen las preguntas de mucha especulación, que al final llenan de duda.

* De la izquierda, imagen de lo siniestro, viene el escándalo de los antitestimonios, que apagan la alegría y dividen las comunidades.

* De la derecha, es decir, de nuestro deseo de ser correctos, viene un peligro: hay ocasiones en que tratamos de ser coherentes y obrar bien pero las cosas salen mal, o lo que es peor, recibimos como pago dura ingratitud.

* Y de adentro mismo, del corazón, brota a veces una especie de rebeldía cínica: la tentación misma de excluir a Dios y tomar el trono que sólo el debe ocupar en el alma.

* Por todo eso San Patricio entendió que la única forma de recuperar la estabilidad y permanecer firmes en Cristo era reclamar para Cristo cada puerta, cada flanco de nuestra vida.

Firmes en la Fe, 1 de 3

[Predicación a los Misioneros de Jesús,en Guatemala. Abril de 2013.]

* Cuando Cristo dice que la verdad nos hará libres está haciendo una promesa de liberación. Mas no debemos entender la liberación sólo para los casos de opresión o posesión diabólica. Si el pecado o el engaño aún tienen poder en nuestra vida quiere decir que en esa misma media necesitamos ser liberados.

* A menudo nuestros engaños tienen que ver con la medida incorrecta.

* Por ejemplo: es tentación frecuente en los hombres sentir que su trabajo es rutinario y carente de significado. Su autoestima es baja y se consideran como basura. De ese extremo pasamos al contrario: con un lenguaje agresivo, dominante e intransigente, ese mismo hombre se impone con arrogancia a su esposa o a sus hijos. Ese juego de extremos es estrategia muy usada por el demonio para debilitarnos y finalmente vencernos.

* Algo parecido, otro juego de extremos, acecha con frecuencia a las mujeres, cuando pasan de la idea de que no pueden gustar a nadie a la sensación embriagante de atraer la atención y el deseo, sobre todo cuando exhiben su cuerpo. Pero después de exhibirse es inevitable descubrir que esos ojos miran con desprecio, compasión o lujuria. Saber eso hunde en un nuevo ciclo de soledad, de vuelta al primer extremo.

* Hay un tercer “juego de extremos” que nos ataca a todos, y que quizás es el más perverso: vivir en la inconsciencia para luego mirar en la desesperación. Dice Santa Catalina de Siena que el demonio quiere mantenernos vendados en vida para arrancamos la vendrá justo a la hora de la muerte, de modo que pasemos de vivir como si no existiera la justicia de Dios a morir como si no existiera la misericordia de Dios.

* De todos esos y muchos otros engaños hemos de ser liberados, y para eso ha venido Cristo como nuestra única y preciosa verdad.

ESCUCHA, Nacer y renacer en la fe

[Predicación en la parroquia de San Pedro y San Pablo, de San José Villanueva, Guatemala, en Abril de 2013.]

* Para responder a la pregunta, siempre importante: ¿Cómo crecer en la fe?, a veces es provechoso preguntarse qué clase de cosas hacen que perdamos o disminuyamos la fe. La historia de algo que sucedió en una antigua población de Asia sirve de buena ilustración.

* Una terrible hambruna llegó a la ciudad de Samarcanda, y aunque el líder de la región, el príncipe Ismael, envió algo de alimento, la gente en el pueblo sintió que era demasiado poco para el número de necesitados. El alcalde Mustafá dispuso además que un contingente de soldados bien armados debían mantener a la multitud hambrienta a suficiente distancia de los alimentos, y también ordenó que fueron provistos en primer lugar las familias relacionadas con el gobierno de la ciudad, es decir, la gente más rica y poderosa. Todos estos hechos y decisiones llevaron a la gente a una sensación de desolación y desprotección: su fe y su esperanza se apagaban rápidamente.

* De ese relato es posible extraer las cosas que apagan la fe: (1) Sentir que nuestros problemas son demasiado grandes, y que ya no hay solución. (2) Pensar que lo que Dios o la oración puedan hacer será muy poco, o que ya es demasiado tarde, o que en realidad uno no merece que le llegue nada. (3) Tener la idea de que si Dios al fin sí da algo valioso y oportuno, será sólo para otras personas, por ejemplo: la gente buena, con instrucción en la fe, o que siempre ha estado cercana a la Iglesia. (4) Tener suspicacia de los planes o la manera como Dios da las cosas, y optar por excluirse uno mismo por no hacerse ilusiones.

* Pero la manera como Cristo habla, y sobre todo actúa, lleva una lógica distinta. Su estilo queda bien plasmado en las Bienaventuranzas (Mateo 5). Cristo es el Dios cercano que derriba nuestros prejuicios, que no se deja detener por el asco, la simple costumbre, la conveniencia, o el pasado que haya tenido una persona. Su actitud es refrescante y liberadora y despierta la alegría que sólo se siente ante una auténtica sorpresa de amor. Así se cumple que en el renace nuestra fe.