QUINTO DOMINGO DE CUARESMA
El corazón que se deja fascinar por el mal ha de ser renovado radicalmente por el poder de amor que brilla en el sacrificio de Cristo.
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
QUINTO DOMINGO DE CUARESMA
El corazón que se deja fascinar por el mal ha de ser renovado radicalmente por el poder de amor que brilla en el sacrificio de Cristo.
La predicación de Jesús en el templo es la abierta contradicción a los usurpadores que consideraban suyo ese terreno.
La verdad del justo se convierte en denuncia de los que no lo son.
He aprendido en 20 años de sacerdocio: (1) Somos administradores de la Sangre de Cristo; (2) Permanente conversión; (3) Felicidad en Cristo; (4) No es un oficio sino una vida; (5) Lo primero es la fe.
Frente a Cristo quedan al final sólo dos posibilidades: o le acoges como revelación definitiva del Dios verdadero, o lo tratas como un loco y un impostor.
(1) Ser justo es atreverse a reconocer las consecuencias de los propios actos en otras vidas. (2) Es tener “ley,” es decir, principios. (3) Es preguntarse por qué se ajusta al plan de Dios.
No es puramente económica o sociológica la causa de la oposición que Cristo despierta. Le rechazan a Él porque rechazan al Dios que Él revela.
Homilía para el Domingo IV de Cuaresma, en el Ciclo B.
El punto más oscuro del Antiguo Testamento es el destierro, sucedido en el siglo VI a.C. De esa oscuridad sacó Dios abundante luz que también es útil y necesaria a nosotros.
Cristo es el verdadero templo del que brota agua que lava, perdona, sana y restaura.
A la raíz de la actitud del fariseo está que no conoce o reconoce su propia realidad de necesidad y pecado: pretende sólo conocer lo bueno de sí.
SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ
En la vida de San José lo elocuente son los hechos, más que las palabras.
(1) Cuaresma es itinerario que libera de ídolos. (2) Lo grande no es tanto el mal que se deja sino el bien que se elige. (3) Purificar el corazón es aceptar una vida con pocos aliados.
CUARTO DOMINGO DE CUARESMA
Aún de la experiencia del destierro, que fue un morir, Dios saca un fruto admirable, presagio de resurrección.
Ningún sacrificio puede darle a Dios algo que Él no tenga; la misericordia, en cambio, dona el corazón que Él ha querido no tener sino sólo cuando se lo damos.
Los “proto-mandamientos” son aquellas disposiciones para cumplir y vivir los mandamientos. Destacamos: escuchar. recordar, admirar, practicar y proclamar.
Los verdaderos ídolos no son los de papel, madera o yeso, sino las codicias y mimos que le entregamos a nuestro “yo.”