[Predicación en la Parroquia de San Antonio, en San Antonio, Paraguay.]
La dimensión real de Cristo en tu corazón se mide por la importancia de su voluntad en tu vida.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
[Predicación en la Parroquia de San Antonio, en San Antonio, Paraguay.]
La dimensión real de Cristo en tu corazón se mide por la importancia de su voluntad en tu vida.
DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
Jesús muestra honestamente las dificultades reales de ser discípulo; de ahí entendemos en qué clase de combate se desenvuelve la vida humana.
Si gastamos tanto tiempo aprendiendo tantas cosas, ¿no es hora de gastar más tiempo conociendo la Palabra de Dios?
En la estrechez de la prisión, Pablo descubrió la inmensidad del misterio de Cristo.
Cristo no viene como parche de la vida sino como Señor de la existencia.
La prisa del amor de Cristo la sienten quienes llevan su Evangelio hasta los confines de la tierra.
Jesús nos enseña qué significa tener un lugar y recibir un lugar en la vida de alguien.
MEMORIA DE SAN GREGORIO MAGNO, PAPA
Una comparación entre su etapa de servicio civil y su posterior llamado al servicio pastoral.
Poco puede uno fiarse de la opinión público como criterio para reconocer la voz y la acción de Dios.
DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
La humildad es el ambiente natural de la gratitud y de la sensatez.
Las siete principales lecciones de uno que sí supo protestar: San Juan Bautista.
Bella simplicidad de la vida cristiana: ocuparse cada uno de lo suyo, y salir de sí sólo cuando de servir y amar se trata.
Pablo dice que se conserven enseñanzas que nunca estuvieron escritas; así aprendemos el valor de la tradición como la enseña la Iglesia.
San Pablo nos da testimonio de una evangelización viva, que no se apoya en lo acumulado o conseguido, sino que es propia de quien quiere darse a sí mismo.
MEMORIA DEL MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA
“Si te vas a rendir, yo mismo te entrego,” dice Dios, despertando en nosotros el ardor de una fe viva.
FIESTA DE SAN AGUSTÍN DE HIPONA, OBISPO
Aquello que Agustín humanamente deseaba, por vanidad, Dios se lo concedió con una nueva fuerza: la caridad.