La compasión y el poder de Cristo llevan a la vida nueva, la que sólo él puede dar.
LA GRACIA del Lunes 17 de Septiembre de 2012
El muro de la desconfianza y del prejuicio sólo se destruye con la fe viva.
LA GRACIA del Domingo 16 de Septiembre de 2012
El Mesías verdadero no es el que nos quita los problemas sino el que quita el pecado que no deja a Dios reinar en nosotros.
LA GRACIA del Sabado 15 de Septiembre de 2012
En la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores celebramos el amor que se entrega sin reservas, en Dios y para su gloria.
LA GRACIA del Viernes 14 de Septiembre de 2012
Las tres fases del verdadero discipulado.
LA GRACIA del Jueves 13 de Septiembre de 2012
Ser cristiano es infinitamente más que portarse bien y ser buena persona.
LA GRACIA del Miercoles 12 de Septiembre de 2012
La verdadera felicidad brota de la predicación, la sanación y la liberación que experimentan los discípulos del Señor.
LA GRACIA del Martes 11 de Septiembre de 2012
Los apóstoles son el regalo del amor de Cristo; son la fecundidad de su amor.
LA GRACIA del Lunes 10 de Septiembre de 2012
Ante el desafío de la corrupción descarada, Pablo tiene que mostrar de nuevo dónde está el bien y dónde el mal.
LA GRACIA del Domingo 9 de Septiembre de 2012
Dios todo lo hace con estilo inigualable: kalós panta pepóieken.
LA GRACIA del Sabado 8 de Septiembre de 2012
María es aurora del Día de Cristo, y de Él recibe toda su belleza y resplandor.
LA GRACIA del Viernes 7 de Septiembre de 2012
Hay que saber situar bien las tres opiniones: la ajena, la propia, y la de Dios.
LA GRACIA del Jueves 6 de Septiembre de 2012
La sobrecarga de información fácilmente puede llevarnos a perder el sentido y gusto por lo verdadero y santo.
LA GRACIA del Miercoles 5 de Septiembre de 2012
Una catequesis sobre qué entendía san Pablo por carne y por mentalidad carnal.
LA GRACIA del Martes 4 de Septiembre de 2012
¿Tienes sólo alma y cuerpo, o tienes alma, cuerpo y espíritu?
LA GRACIA del Lunes 3 de Septiembre de 2012
En la evangelización de Pablo a los Corintios destacan la humildad y el continuo apoyarse en el don del Espíritu Santo.