DOMINGO V DE CUARESMA, CICLO C
Destruir al pecador no garantiza que se destruya el pecado.
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
DOMINGO V DE CUARESMA, CICLO C
Destruir al pecador no garantiza que se destruya el pecado.
Algo sobre el poder y el daño que causan los prejuicios.
¿Por qué Cristo fue llevado a la muerte?
Milagros y Escrituras miran todas hacia el misterio de Cristo.
Tomemos las palabras de Cristo frente a sus adversarios como dardos de su amor que quieren desprendernos del poder del pecado.
San Juan nos explica la relación entre el ministerio de Cristo y los orígenes de la persecución contra él.
El extraño realismo de Cristo, que parece pesimismo sobre la raza humana, es sólo conciencia del poder e impacto del pecado, para después vencerlo.
El banquete es figura del gozo por la victoria plena del bien. No basta, pues, con vencer al mal; hay que llegar a comulgar en el bien.
Tanto aprendemos de los parecidos como de las diferencias entre el fariseo y el publicano.
La verdadera lucidez, aquella singular claridad sobre quién soy y qué he hecho, conduce a conversión.
Nuestra obstinación en la rebeldía contra Dios engendra un mundo diseñado contra el hombre.
Obedecer es no sólo sensato sino indispensable cuando me doy permiso de aprender y dejarme guiar por uno que conoce más y quiere mi bien.
Despojado de sus certezas, el pueblo aprende en dónde está su verdad, y así descubre el propio corazón.
Si se te entra el odio del enemigo, tu corazón fue vencido por tu enemigo.
TERCER DOMINGO DE CUARESMA
Sepan que están caminando hacia la muerte eterna, si no están caminando hacia Dios… ¡Cambia de rumbo!
“Cristo tomó mi carga, y la envolvió en el mar…”