“Como especialista en la infancia, me enfrento desde hace cuarenta años a los daños causados por la desaparición progresiva de la figura paterna. Necesité unos años para darme cuenta de que estos daños se manifestaban, sobre todo, en la adolescencia, porque es la edad en la que vuelve todo lo que ha sido mal metabolizado en la primera infancia…”
Con un lenguaje un poco fuerte (advertencia), la autora cuenta su experiencia de haber crecido sin la figura paterna, con el propósito de destacar el bien inmenso que puede hacer lo masculino desde un enfoque de apoyo, liderazgo y complementariedad con la mujer.
“Las madres católicas que se preocupan sobre cómo educar a sus hijos varones en tiempos en que es difícil que deseen vivir una vida virtuosa de acuerdo con la moral de la Iglesia ya cuentan con un llamativo manual. Se trata de Raising Chaste Catholic Men: Practical Advice, Mom to Mom (Criando hombres católicos castos: Consejo práctico de madre a madre), publicado por Leila Miller, escritora y madre de ocho hijos…”
“María Calvo Charro, profesora titular en la Universidad Carlos III y autora de Padres destronados (Editorial Toromítico), tiene claro que la figura paterna es esencial para el correcto desarrollo del niño, aunque lamenta que la sociedad actual la ha desacreditado…”
[Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]
Tema 2 de 5: Amor de Dios en la pareja
* Si el verbo que abre el amor de pareja en la mujer es ADMIRAR, el verbo correspondiente en el hombre es LIDERAR. Un hombre muestra su interés en amar y ser amado en primer lugar porque quiere generar una diferencia en la vida de una mujer.
* La manera como surge ese propósito va ligada a deseos que pueden quedarse solamente al nivel del deleite de los sentido o de la satisfacción del propio ego. Pero cuando hay más que simple deseo, el hombre ya no se detiene en sí mismo sino que, como se ha dicho, desea marcar una diferencia, traer un bien, a la vida de la mujer. Sólo en ese momento puede hablarse propiamente de amor masculino; todo lo que va antes es más apetito, y a menudo, más egoísmo que otra cosa.
* Después del liderar, están otros dos verbos: proteger y proveer. Con ellos el hombre desea custodiar lo que siente suyo, pero a la vez, hacer posible la continuidad del milagro de vida que encuentra en la mujer.
* Dios en sí mismo no es hombre ni es mujer. Su don de sí mismo a uno y otra hace posible que el amor de ambos sea auténtico, robusto, generoso y fecundo.
[Predicación para la comunidad hispana de la Parroquia de Santa Margarita de Escocia, en Morristown, NJ, Marzo de 2013.]
* Es propio del hombre ser “cabeza” pero eso no es una excusa para ser egoísta o agresivo. La Biblia muestra que hay un modo de ser “primero.”
* Lo propio del hombre de Dios es obedecer a Dios, ser coherente y poner al servicio de otros su capacidad objetiva de comprender las relaciones entre las personas, las situaciones y las metas.
* En cuanto a los padres de la tierra: análisis del machismo y de su fuente principal, que es la inseguridad masculina, a raíz de la incertidumbre sobre si se funciona bien como hombre, y también debida a la pobre capacidad comunicativa emocional, la necesidad de producir resultados y el temor a perder la pareja. Hay también un apoyo al machismo por algunas mujeres que pretenden afirmar su femineidad en el sentirse intensamente deseadas por hombres “machos.”
* En la Biblia se mencionan algunos aspectos maternos del amor de Dios pero se le presenta ante todo como padre, porque hay esta diferencia entre el amor de madre y el de padre: el de madre se basa en la continuidad entre el ser materno y el de la criatura concebida; es un amor “dado.” El amor paterno es en cambio “construido” a partir de la noticia de haber engendrado o de haber sido engendrado. Es evidente que la relación con Dios es más “noticia” que “dato” y por ello debe describirse más en términos de amor paterno.
* Un buen papá hace un bien inmenso a sus hijas porque, al amarlas sin pretenderlas, les enseña a diferenciar amor de deseo. un buen papá le hace gran bien a los hijos varones, al convertirse en referencia, motivo de esperanza, límite externo, motivo de inspiración y confianza. La falta de un buen papá ocasiona multiplicación de la lógica del machismo, e inseguridad en la identidad sexual. En más de un caso, ello favorece las tendencias de tipo homosexual.
* Hacer alianza de amor con el Padre Celestial es recibir lo mejor del mejor papá. Implica dejar idolatrías y falsas certezas y crecer, como hombres o como mujeres, con la certeza de que nadie puede tomar el lugar que sólo a Dios pertenece.
“(…) son factores biológicos los que están en la base de la agresividad. Pero la existencia de estos factores no basta para explicar la violencia. Agresividad y violencia no son lo mismo.”
“El varón es tanto más masculino cuanto más se asombra de la mujer y cuanto más vive, por decir así, en su presencia. La virtud de la pureza nace de este asombro y es su respuesta lógica y natural…” Click!
La Cruz de Cristo es el “mirador” que nos permite contemplar en su conjunto la maravillosa obra de nuestra propia salvación. Desde la fuerza redentora de la Cruz hacemos un recorrido por la redención y renovación de lo que significa ser hombre, ser varón. La solución para nuestra sociedad no es poner a competir hombres y mujeres, sino descubrir que los errores cometidos por una masculinidad insegura han de ser profundamente sanados pues sólo con papás nuevos tendremos familias nuevas, y un mundo nuevo. Esta predicación se ofreció en el marco del Congreso de Familias de la Asociación María Santificadora, el día 5 de Agosto de 2007.
Para los hombres suele ser muy importante sentirse fuertes y valientes; sin embargo, es fácil equivocarse, y tomar por “valor” lo que en realidad es fanfarronería. Los verdaderamente valientes, en cambio, saben que las mayores batallas están en nuestro interior y es ahí donde se necesita lograr la victoria.