La Edad Media, ¿oscura?

“Una de las grandes leyendas negras que pesan sobre la Iglesia Católica es la acusación de haber creado la “Edad Oscura”, el dominio que ejerció durante la Edad Media con siglos de ignorancia, fanatismo y freno del progreso científico e intelectual. Esta percepción de la Edad Media sigue presente en millones de personas e incluso en los libros de texto escolares, a pesar de que numerosos historiadores han evidenciado los enormes avances que se produjeron en estos siglos y que conformaron la sociedad occidental…”

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¿Edad Media terraplanista? Todo es mentira

“Esta semana nos llegaba la siguiente noticia: «Mike Hughes muere al estrellarse el cohete en el que se lanzó al espacio para probar que «la Tierra es plana». El estadounidense Mike Hughes falleció en la caída del proyectil, que alcanzó el kilómetro y medio de altura para intentar probar con imágenes del horizonte que el planeta es plano». Más allá de la tragedia, muchos medios han aprovechado para mofarse de esa ridícula idea medieval que gracias al progreso y la ilustración hace tiempo que hemos superado. Sólo que lo de que la Tierra es plana no tiene nada de medieval…”

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Rompiendo mitos: ¿Existió el “oscurantismo medieval”?

“No es extraño escuchar que en la Edad Media el dogmatismo y oscurantismo de la Iglesia no permitía pensar diferente ni toleraba la pluralidad de posturas en cuestiones filosóficas o teológicas. Romper ese mito es sencillo repasando la investigación reciente de grandes historiadores del siglo XX y XXI que nos muestran un nuevo rostro de la calumniada Edad Media. Pero fuera del mundo académico de los medievalistas, lo cierto es que en la mayoría de los interesados en el tema permanece instalado el mito del “oscurantismo medieval” junto a un gran desconocimiento sobre la vida intelectual de esos siglos…”

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Cinco cosas en que era mejor el medio académico medieval

1. Capacidad de debate abierto

Las universidades medievales permitían las disputas abiertas y públicas, con reglas de juego bastante equilibradas, y con un lenguaje claro, en el sentido de: poca diplomacia y un esfuerzo consciente de llamar cada cosa por su nombre. Ejemplo típico es la postura del sacerdote diocesano que escribe una obra argumentando por qué es contrario a la Iglesia el surgimiento y el lugar nuevo que han adquirido las Órdenes Mendicantes. Santo Tomás le da una respuesta amplia, clara, dura y sin embargo respetuosa. Es una de sus varias obras que empiezan con la palabra “contra”: todo el mundo sabía a qué se oponía y todos querían saber qué daba como argumento de por qué se oponía.

Por contraste, la mayoría de los centros actuales, especialmente en humanidades, sufren de algo parecido al culto a la personalidad y la mentalidad gregaria. Lo primero significa que los encuentros académicos suelen tener largas presentaciones llenas de títulos y listas de grandes logros de sus conferencistas o ponentes, de modo que las disputas abiertas y los desacuerdos francos son bastante raros.

La situación es todavía peor allí donde todo desacuerdo se toma como una “ofensa.” Ahora resulta que contradecir a un abortista es ofender a las mujeres. Cuestionar el orgullo gay es automáticamente ser homofóbico. Al final resulta que el único lenguaje aceptable debe dulcificarse, castrarse y autocensurarse hasta el punto de la irrelevancia y la complicidad. Además, poco a poco se nos inculca la idea de que las grandes personalidades, sea por sus escritos, por su presencia en los medios o por sus obras sociales, son particularmente “intocables” y por ello puedo decir, por experiencia directa, que rara vez o nunca ve uno que un estudiante se atreva a hacer un cuestionamiento de fondo a una de tales personalidades. Súmese a esto que la mayor parte de los estudiantes actuales tienen serias dificultades para seguir un razonamiento, prefiriendo más bien los carriles cómodos del prejuicio, en uno u otro sentido, o el seguir pasivamente la opinión de la mayoría.

Mentalidad “gregaria” quiere decir que los profesores de una misma facultad, o de una misma corriente, institución o escuela de pensamiento, procuran defenderse unos a otros. En otros tiempos yo mismo vi que si algún profesor iba a ser cuestionado por “Roma” de inmediato se aplicaba la lógica de los mosqueteros: “uno para todos y todos para uno.” Por supuesto una consecuencia de ello es que la capacidad de autocrítica desciende a niveles ridículos, mientras, a la par, se favorece un estilo de trabajo tipo “lobby.”

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¿Cómo trataban a los locos en la Edad Media?

“¿Cómo trataban a los locos en la Edad Media? Ante esta pregunta creo que sin excepción todo el mundo diría que se los consideraba poseídos por el diablo, que estaban embrujados y que muchas veces se los quemaba en la hoguera. Por supuesto que esta afirmación también es la que encontraríamos en casi todos los libros de historia de la psiquiatría, donde se nos dice que toda esa época estaba impregnada por la superstición y el trato de los enfermos mentales era muy cruel e incluso se abusaba de ellos, si bien se reconocen algunas excepciones. De acuerdo con la ideología que impregna la mayoría de la historiografía se afirma que recién en el siglo XVI se empieza a enfocar estas enfermedades con criterio científico…”

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Contexto del cisma de Occidente

“Desarrollaremos los antecedentes de lo que fue el cisma de Aviñón, o Cisma de Occidente, privilegiando la voz de dos santas, Santa Brígida y Santa Catalina de Siena. Clemente V -Bertrand de Got, el Papa francés y sumiso al Reino de Francia, aquel que pasó a la historia por ser el supresor de los Templarios y que no los defendió como debía de la codicia y crueldad de Felipe el Hermoso- traslada ‘temporalmente’ la Corte pontificia a Aviñón en 1309, la apacible ciudad del río Rodano, que aunque en la época no era territorio francés sino napolitano, sí quedaba bajo la órbita de influencia del Rey de Francia. Tras Clemente V, 7 papas mantienen la Sede de Pedro en esa ciudad, hasta 1377…”

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Mentiras protestantes sobre la Cultura y Educación Medieval

“La obra Sección I del Griego del Nuevo Testamento, que facilita en sus cursos de lenguas bíblicas la entidad protestante s.e.u.t. (Seminario Evangélico Unido de Teología, ligado a la Iglesia Evangélica Española y a la Iglesia Española Reformada Episcopal), no se centra en la lengua griega, como sería de esperar, sino que incursiona en el terreno de la exégesis y de la historia al exponer algunos de los principios “exegéticos” de la pseudo-reforma protestante, así como al enseñar sin rubor los mitos de la historiografía “reformada”. Vamos a ver cómo esta obra maestra de manipulación ideológica carece de base científica y bíblica…”

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Historia de la Juventud, 2 de 3: Origen de aquello que hoy entendemos por “juventud”

[Conferencias ofrecidas en la Radio Católica Unidos por Cristo y María, en California. 2016.]

* Mientras que en la Antigüedad y en los comienzos de la Edad Media la sociedad se organizaba en torno a la producción de bienes y servicios básicos, a partir del siglo XII varias cosas empiezan a cambiar, en especial dos:

(1) El surgimiento de las universidades hace que una proporción considerable de hombres jóvenes se congreguen en espacios y tiempos más cercanos. El estudio despierta la capacidad intelectual, con multitud de preguntas, y a la vez amplía el horizonte de conocimiento más allá de lo que eran las fronteras usuales en el mundo feudal, en el que la única autoridad era la familia y el único modo de hacer las cosas era el que “siempre” se había seguido en cada sitio.

(2) El comercio va impulsando el mejoramiento de las vías de comunicación, que a su vez empujan el afianzamiento de los “burgos,” lugares ya no sólo de paso sino también de vivienda. Nuevos modos de vivir y nuevos criterios de poder se establecen en tales burgos, que a menudo se autodenominan “libres” (como en Frei-burg). Más comunicación significa también más oportunidades de comparar lo que se ha conocido con otros modos de hacer las cosas.

* Estos cambios dan origen al surgimiento de una nueva etapa en la vida, la que hoy conocemos como “juventud,” en la que no se tienen las responsabilidades plenas del adulto pero todavía tampoco se está bajo el estricto modo de autoridad de los niños. Más libertad de la autoridad y menos deberes frente a la sociedad se supone que es el “crédito” que la sociedad pone en la cuenta de los nuevos “jóvenes” para que puedan crecer en su propia formación, con el compromiso implícito de servir después, con una cualificación mayor, a la misma sociedad.

* Cuatro características van a marcar desde entonces a la juventud:

(1) Deseo de un horizonte vital más amplio (exploración).

(2) Experiencia gozosa del hecho mismo de vivir y compartir (entusiasmo).

(3) Inteligencia capaz de preguntar, aprender y disentir (crítica).

(4) Rebeldía frente a aquello que no se comparte (independencia).

* Estas cuatro características servirán para bien o para mal según la formación moral y la coherencia interior de cada joven, hombre o mujer: pandilleros o santos.

Notas sobre el inicio de la Edad Media

“La Edad Media comienza con desaparición del imperio romano de occidente en el año 476 d.C. A partir de esta fecha el antiguo espacio ocupado por los romanos alrededor del Mediterráneo pasó a estar ocupado por tres grandes civilizaciones: la bizantina, el islam y los reinos germánicos…”

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Contra el bulo de la Edad Media como «Edad oscura»

“Ha aparecido recientemente en el Corriere della Sera una larga recensión de Paolo Mieli sobre el libro del sociólogo Rodney Stark, La vittoria dell’Occidente (La victoria de Occidente, ndt) (Lindau). Los lectores de Tempi ya conocen a Stark, hoy profesor de Ciencias Sociales en la Baylor University en Texas. Este último libro, como los precedentes, demuestra que el cristianismo ha sido el motor, y no el lastre, del desarrollo de la humanidad en la historia…”

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