Herramientas de hermenéutica teológica para la lectura de realidades sociales

Sobre la base de los siete principios de lectura de realidades sociales expuestos en clase anterior, ¿qué herramientas específicas son útiles para leer las realidades humanas, en general, y sociales, en particular?

* Hay tres “grandes preguntas” a las que uno llega por uno u otro camino, y que de alguna manera sintetizan la tarea de leer una realidad:

(1) ¿Qué está sucediendo? (What’s going on?). Aquí entran actores, acciones, escenarios, descripción de procesos, ubicación de contextos, y más información semejante.

(2) ¿Qué es valioso para quién? Más que a través de encuestas o entrevistas, en las que a menudo la gente responde sobre el deber-ser más que sobre lo que es, la observación de cómo invierten y comparten las personas su tiempo, sus datos y sus recursos, particularmente el dinero, hablan de “dónde está su corazón” y cuáles son su prioridades.

(3) ¿Cómo se revela u oculta el Reinado de Dios aquí? Es la pregunta ineludible para una lectura genuinamente teológica. Desde la perspectiva cristiana, esto conlleva tres preguntas derivadas:

3.1 ¿Interesan las “periferias,” que habla el Papa Francisco? ¿Hay acciones, proyectos, intenciones específicas para aproximarse con la Buena Noticia a los que parecen contar menos, sufren más o han sido pospuestos y desplazados?

3.2 ¿Tienen su lugar propio la lectura comprensiva de la Palabra de Dios y la celebración fructuosa de los sacramentos? recordemos que una asamblea que al reunirse no tiene su centro en alimentarse y agradecer el sacrificio redentor de Cristo, culmen del amor más grande, es una asamblea que se está celebrando a sí misma, o celebrando algún ídolo o ideología.

3.3 ¿Sucede en esta comunidad, región o cultura que la construcción de la ciudad terrena es señal clara de la peregrinación hacia la Jerusalén celestial? La promoción humana sola, o el espiritualismo desencarnado ciertamente no expresan la riqueza de sentido y la fuerza liberadora del reinado de Dios.

* Con esas preguntas en mente es precioso acercarse a puntos de observación: textos, eventos, símbolos, líderes, tensiones, cuestiones, centros de poder y, por último, en la medida en que expresan lo anterior, estadísticas.

Principios de hermenéutica teológica para la lectura de realidades sociales

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Además del reconocimiento consciente, hasta donde ello es posible, de los propios condicionamientos y el “desde dónde” de la propia mirada, ¿qué grandes criterios han de guiar en la lectura de las realidades humanas, en general, y sociales, en particular?

Siete principios parecen centrales:

(1) Holístico: lo humano es multi-dimensional, irreduciblemente complejo, amplio y debe aspirarse a completar lo que vemos sin pretender reducirlo todo a un solo principio (como Marx, a la economía, o Freud, a la sexualidad).

(2) Dinámico: lo humano es fluido y contiene tensiones y pulsiones que evolucionan a lo largo del tiempo, a veces de modo inesperado e impredecible.

(3) Catafático: lo humano es comunicable. Afirmar lo contrario (tendencia apofática extrema) llevaría a un callejón sin salida porque nadie puede vivir exactamente las mismas experiencias de otra persona.

(4) Sistémico: el ser humano, y los grupos o sociedades humanas, no son colecciones de eventos inconexos sino estructuras en que los factores están vinculados unos a otros y repercuten los unos en los otros.

(5) Jerárquico: los humanos obramos de acuerdo con prioridades y escalas de valores. Esto implica un tema controversial sobre si es posible medir unas culturas frente a otras,

(6) Analógico: el desarrollo del individuo y el proceso de la sociedad contienen numerosos puntos en paralelo.

(7) Socrático: Lo que desconocemos del ser humano es siempre una porción significativa, y a menudo no sabemos si lo que sabemos es suficiente para explicar lo que no sabemos.

Raíces de la Cultura Occidental

Quizás el horizonte más amplio de nuestra cultura se llama “Occidente” y proviene de la compleja interacción entre la civilización romana, el pensamiento griego y la fe judeo-cristiana. Hay muchas otras fuentes, lejanas y cercanas que afectan de alguna nuestro horizonte pero si uno escruta sus propias convicciones pronto llega a esas gres grandes fuentes.

De los romanos cabe destacar tres grandes aportes: (1) La noción de ciudadanía con derechos simétricos y continuidad hereditaria dentro de un cuerpo social esencialmente horizontal; (2) La noción de “contrato” como ley social objetiva que permite a la misma sociedad verse y modificar su propio curso; (3) La visión de la religión como contrato con los dioses, que conlleva una certeza más allá de lo racional en la capacidad de vencer y formar un imperio.

De los griegos destacamos tres aportes (1) El paso de la teogonía a la cosmología; (2) El paso de la dóxa a la episteme; (3) El vínculo entre lo bueno (agathós) y lo bello (kalós).

De la fe judeo-cristiana destacamos diez aportes: (1) El Dios distante y a la vez cercanísimo; (2) La noción de creación: autonomía y dependencia reales del mundo; (3) Unión de la fidelidad y la misericordia en Dios; (4) El sábado: descanso como elemento que humaniza y dignifica; (5) Conciencia de la unidad de la especie humana: la humanidad como familia; (6) La sexualidad: deleitable y ordenada a la vez; no es un entretenimiento ni acto cultual; (7) El sentido de la elección y del tiempo como promesa – cumplimiento; (8) Una historia nacional que no ensalza a la nación; (9) Mirada crítica a los héroes, precursores y epónimos; (10) Conciencia del pecado ajeno y también del pecado propio.