“La Apostasía será entre nosotros y tenemos que estar preparados pues ya esta actuando y lo mas terrible es que la Iglesia jerárquica no esta haciendo casi nada sobre este tema. Hay un desorden doctrinal y una franca herejía entre nosotros y no se toman medidas disciplinares y muchos Obispos miran para otro lado o lo que es peor no ven en ello mal alguno…”
Babilonia es la suma de las complicidades de nuestros pecados, que son altamente contagiosos; como quien favorece el crecimiento de un tumor de cáncer, alimentamos a Babilonia si pecamos co la indiferencia, la murmuración, la impureza, o de cualquier otra forma.
“A través de la falsa ciencia llamada “Astronomía Sagrada”, su creador, el geólogo Antonio Yagüe, advirtió de que el día 13 de noviembre de 2016 se produciría el vuelco de los polos de los planetas, la inundación de grandes territorios y la muerte de millones de personas (“purificación por el agua” según declaraba él mismo). Del mismo modo tampoco se produjo el día 22 de julio de este año ataque a Irán, y posterior huida del Papa de Roma antes del 13 de noviembre de 2016 (minuto 15 del vídeo https://www.youtube.com/watch?v=iixmuFr_jrU; se recomienda en el minuto 17:30 que cuando se produzca el movimiento o vuelco de los polos no es prudente permanecer en áreas costeras)…”
Padre nelson: vemos que se están presentando muchas señales del final de los tiempos. Varios amigos míos cristianos dicen que debe estar cerca lo que ellos llaman el “rapto,” que yo entiendo que consiste en que Cristo se llevará a su pueblo, o algo así. ¿Los católicos creemos en el rapto? Gracias por su tiempo. –J.H.
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Catholic.net tiene un muy buen artículo al respecto. Es un poco extenso pero vale la pena transcribirlo.
Se ha estado hablando desde bastante tiempo ya de la posibilidad de una acción divina sobre la humanidad específicamente sobre la Iglesia que acontecería al final de los tiempos como un preámbulo al mismo, este acontecimiento se conoce como El Rapto sujeto a la Gran Tribulación.
Es un término que utiliza en demasía la iglesia protestante y dado a que es en esa vertiente del cristianismo que se difunde con más fuerza tal acontecimiento para dar un análisis completo sobre el asunto tendríamos que entrar en materia teologal relacionado al milenarismo y sus implicaciones, no obstante trataré de dar un toque menos técnico y de mayor comprensión para que podamos entender la realidad de esta mal interpretación bíblica. Para ello estaré utilizando un artículo del P. Jordi Rivero y el Catecismo de la Iglesia Católica sobre el tema.
La inundación contagiosa del mal, y sobre todo el atractivo incomparable del bien, nos llaman a ser ágiles para salir al encuentro del Señor, y para luego anunciarlo.
Los signos que Cristo describe del final de los tiempos se cumplen solo parcialmente en nuestra época; pero el cristiano no espera a que lo mueva el terror porque ya lo urge el amor.
Padre buenas tardes le quería aser una consulta sobre la cita de Mateo 24 – 37,44 está es una cita muy usada por los evangélicos para predicar y anunciar, la doctrina del arrebatamiento, y en verdad cuando la leí pareciera que confirmará dicha doctrina, me gustaría que me aclare dicha cita y poder asi saber como refutar dicha enseñanza protestante. De antemano le agradezco por la atención prestada, que Díos lo bendiga Fray Nelson. — A.C.L.
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Me apoyo en la respuesta redactada por José Santiago B., que a su vez toma de varias fuentes bien conocidas en Internet.
Querido hermano en el Señor:
Nuestros hermanos evangélicos son muy afectos a seleccionar textos que produzcan temor en los oyentes para tratar de motivarlos a una conversión moral que los lleve a su “iglesia”
[Predicación a la Comunidad Immáh, en Retiro el 10 de Marzo de 2013, en Bogotá.]
¿Ha llegado el fin de los tiempos?
* Hoy en día circula, especialmente por Internet, todo un cúmulo de mensajes de tipo apocalíptico, junto con las más diversas interpretaciones de esos mismos mensajes. Lo inusual de la renuncia de un Papa (Benedicto XVI), despierta curiosidad y preguntas en muchos, y tal es el ambiente que favorece ese tipo de mensajes.
* ¿De qué fuentes provienen esos mensajes? Hay en la Biblia el libro del Apocalipsis; existe también la literatura apocalíptica, dentro y fuera de la Biblia; y hay además una serie de mensajes, que se atribuyen a Jesús o a la Virgen, algunas veces con gran despliegue y aprobación, como es el caso de Fátima, otras veces con alcance más bien modesto, cual sucede con tantas manifestaciones privadas que tienen hoy en día no pocas personas, a las que se suele llamar “instrumentos.”
* Esos mensajes no son consistentes sino que se contradicen bastante. Algunos aseguran que Benedicto XVI fue el último Papa verdadero, de modo que su sucesor sería ya un instrumento del mal; otros en cambio aseguran que el Papa que suceda a Benedicto XVI será especialmente estricto, y por ello será rechazado. Algunos ven la renuncia del Papa como algo inusual pero dentro de lo explicable y normal; otros en cambio sostienen que el Papa fue obligado a renunciar o que se vio abrumado por traiciones, presiones y escándalos y por eso renunció.
* Muchos, en todo caso, creen que se puede hacer corresponder estos hechos de nuestra historia con los relatos del libro del Apocalipsis o con partes de los mensajes cifrados que supuestamente se hallan en revelaciones privadas. Según ellos, estaríamos entrando en una etapa de la historia que se llama “fin de los tiempos.”
* El problema es que esa manera de interpretar la literatura apocalíptica hace de los textos una especie de “guión” de cine que estaría sólo al alcance de gente muy perspicaz. Ambas presunciones parecen ajenas a la Biblia: una interpretación de correspondencia, o de guión de cine, supone una especie de fatalismo y viene a declarar como inútil la apertura del ser humano hacia la conversión. Según indicaba el entonces Cardenal Ratzinger, ya en el año 2000, las profecías son siempre condicionales, porque finalmente la ley último del actuar divino está en aquello de “No quiero la muerte del pecador, sino en que cambie de conducta y viva,” según dijo el profeta Ezequiel.
* Es más correcto y sano leer el Apocalipsis, y toda literatura de su tono, como una invitación perpetua a la conversión y la esperanza, sabiendo que las escenas allí descritas son como prototipos del actuar del mal en sus diversas fases, y anticipaciones también de la presencia salvífica del Dios que nunca deja de ser Dios. El anticristo, por ejemplo, es presentado en singular en el Apocalipsis mientras que San Juan, en su Primera Carta, habla de “muchos anticristos,” donde se ve que una lectura por “prototipos” es más correcta y cercana a la Biblia.
* Queda claro que somos apremiados en la tarea de la conversión y la fidelidad, pero no por vía de pánico ni de lecturas sofisticadas, que en todo caso estarían lejos de la comprensión de los más sencillos. Nuestra fidelidad y caridad al proclamar el Evangelio de salvación son la mejor manera de aguardar al Señor “hasta que vuelva.”
“Con el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, mucha gente habla de “la profecía de los Papas” atribuida a San Malaquías. Pero ¿qué importancia tiene esto? ¿Es algo que deba inquietar o quitar a la paz a los creyentes? Lo analizamos en 9 puntos, que siguen bastante de cerca un análisis del popular bloguero y evangelizador Jimmy Akin…”
La humanidad ha conocido tiempos de relativa tranquilidad, como se cuenta de la Pax Romana, y ha conocido también tiempos de enorme turbulencia, como se recuerdan en Europa las Guerras Mundiales.
Aquí va una primera tesis: en los tiempos de mayor turbulencia surgen personalidades y posturas extremas, para lo bueno y para lo malo. Supongo que no necesita mayor demostración esa tesis. En buena parte la turbulencia implica menos tiempo para la reflexión y más tiempo para la acción. La suma de las consecuencias de las acciones así realizadas aumenta la presión y entonces obliga a tomar nuevas decisiones más drásticas y menos pensadas. Pronto se llega al esquema de un tornado. Los ánimos se radicalizan hacia el bien o el mal. El heroísmo y la perversión van quedando como únicos contendores.
En buena parte, el libro del Apocalipsis describe un escenario semejante. La historia humana se aproxima a su final y una serie de eventos, en cielo y tierra, conducen a una radicalización de posturas que estalla violentamente en el capítulo 19. No tiene nada de extraño entonces que cuando la confianza en los principios morales más sagrados se agrieta, la gente sienta que ha llegado el Apocalipsis.
El cerebro trabaja distinto en tales circunstancias y esto es algo que no puedo enfatizar lo suficiente. Estamos acostumbrados a imaginar nuestra capacidad racional como un espacio de sensatez intocable, superior y aislado al mundo de las pasiones, los miedos o los deseos más profundos. Una psicología de visión más amplia debería llevarnos a concluir algo distinto. En las catástrofes, naufragios, incendios o secuestros, el cerebro funciona de otra manera. Puede ser más fuerte, o más tonto, o más agudo, o más generoso.
Los tiempos turbulentos son tiempos en que ese tipo de reacciones extremas llegan a convertirse en algo ordinario. La Biblia da cuenta de ese estado psicológico, en el que, por ejemplo, dos mujeres, ambas madres, víctimas de una hambruna indescriptible, discuten airadamente, y el motivo es que habían acordado comerse a sus hijos, primero un día el de una, y al día siguiente el de la otra; pero la segunda incumplió el pacto y escondió al hijo (2 Reyes 6,26-30; véase también Lamentaciones 4,10).
Por eso estimo de irreemplazable valor el estudio de la historia. Ver cuántos pueblos han pasado por épocas de horrible estrechez y angustia; leer algo de los relatos de salvajismo y violencia; escuchar los lamentos enloquecidos de quienes llegan a circunstancias inimaginables… eso tiene un valor; eso enseña a poner en mejor perspectiva lo que vivimos y las amenazas que pesan sobre nosotros. Continuar leyendo “Apocalipsis 2012 (y III)”
“No hay siglo ni nación judeocristiana que no haya atestiguado una o varias encerronas milenaristas derivadas en compactas hecatombes de sangre y fuego. Difícil rescatar de esta nómina de reclusiones colectivas una que no haya terminado de la peor manera. El encierro de un grupo reducido en un castillo de pureza apocalíptica reta a las autoridades e incomoda inevitablemente al resto de la población…”
“Internet ha supuesto la difusión planetaria de “nuevas revelaciones” que antes no tenían mayor trascendencia, ya que hacían falta grandes recursos para multiplicar los panfletos impresos con los mensajes apocalípticos transmitidos de forma secreta a videntes y oyentes varios. El mismo Dios Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, la Virgen María o algunos santos son las supuestas fuentes de la revelación recibida por personas, en ocasiones anónimas, que se dedican a asustar a los demás con mensajes más o menos extravagantes. Podríamos calificar a todas estas corrientes como “ultracatólicas” en el sentido original del prefijo “ultra”, que tomado del latín marca a nuestros términos con el sentido de “más allá de”. Porque, a pesar de toda apariencia piadosa buscada conscientemente con el uso de iconografía católica clásica, estas personas y grupos se salen de toda norma eclesial, obediencia magisterial y normalidad creyente en el mundo…”
Las señales del final, como las describe Cristo, nos hablan de un mundo marcado por el drama y la convulsión, peor nuestra respuesta no ha de ser histérica ni irresponsable, sino serena, coherente y fecunda.