Por sus heridas hemos sido sanados

En toda herida hay un aspecto exterior, que corresponde a los hechos, y un aspecto interior, que corresponde al significado o peso que damos a esos hechos. En la vida y el ministerio de Jesucristo encontramos claves fundamentales no sólo para sanar lo que nos ha sucedido sino para no dejarnos herir. No se trata de un blindaje ni de aplastar a otros sino de una comprensión profunda de la miseria humana y la misericordia divina.

Libertad y Liberacion en la Pasion de Cristo, 2 de 2

En el contexto de una Comunidad Católica Carismática en Bogotá, esta es una predicación sobre cómo nuestros oídos, nuestros ojos y nuestro corazón necesitan ser liberados. Muchas personas piensan que la “liberación” es sólo para casos de posesión y se olvidan que siempre que nuestra voluntad es insuficiente y está atada necesitamos ayuda: necesitamos ser liberados. Esta es la segunda parte, la final, de esa extensa predicación. Incluye oraciones.

Libertad y Liberacion en la Pasion de Cristo, 1 de 2

En el contexto de una Comunidad Católica Carismática en Bogotá, esta es una predicación sobre cómo nuestros oídos, nuestros ojos y nuestro corazón necesitan ser liberados. Muchas personas piensan que la “liberación” es sólo para casos de posesión y se olvidan que siempre que nuestra voluntad es insuficiente y está atada necesitamos ayuda: necesitamos ser liberados. Esta es la primera parte de esa extensa predicación. Incluye oraciones.

SANCTUS: Presente y Futuro

SANCTUS, semilla de un Movimiento Católico centrado en el misterio de la Pasión de Cristo y en nuestra unión de amor y reparación con Él, reflexiona sobre su presente y su futuro, en torno a tres ejes: 1. Ser “movimiento” y ser “grupo de oración y formación.” 2. Ser comunidad y tener un apostolado. 3. Caminos de comunicación y perfil de la autoridad. Todo ello implica crecimiento en la madurez humana y a la vez en la apertura a la acción del Espíritu Santo.

Preparando Pentecostes en la Escuela de San Pablo

La conversión de san Pablo no consistió en dejar unos vicios sino en dejar todo un proyecto de vida, típico del fariseísmo, que pretendía atraer el Reinado de Dios a través del esfuerzo de nuestra voluntad por ser buenos. Pablo descubre que sucede al revés: no nos hacemos buenos para recibir a Dios sino que al recibirlo Él con su bondad nos transforma. Dios que se dona, Dios que se da como “gracia”: tal es la comprensión primera del Espíritu Santo en los escritos del gran apóstol.

Experiencia y Esperanza

La experiencia mira hacia el pasado, y de él nos trae grandes enseñanzas pero también heridas y desilusiones. Del pasado podemos aprender a ser más sabios pero también más cobardes o faltos de vigor. El don teologal de la esperanza no nos lanza hacia la fantasía sino hacia la conquista de la mejor que podía darnos el pasado y lo mejor que puede depararnos el futuro.