Tras su vuelta de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia el Papa Francisco hizo un balance de este viaje que ha congregado a cientos de miles de jovenes católicos de todo el mundo en Polonia.
En su intervención el Papa ha tenido palabras muy emotivas sobre Polonia, un país que está en el punto de mira de la Unión Europea junto a Hungría por negarse a plegarse a los postulados de Bruselas y a la ideología de género.
De este modo, Francisco ha asegurado que “Polonia hoy recuerda a toda Europa que no puede haber futuro para el continente sin sus valores fundacionales, los cuales tienen a su vez en el centro la visión cristiana del hombre”.
Recordando el anterior encuentro de jovenes que se produjo en Polonia poco después “de la cortina de hierro” y que fue presidido por san Juan Pablo II, el Papa ha afirmado que “en estos 25 años, Polonia ha cambiado, ha cambiado Europa y ha cambiado el mundo, y esta JMJ se ha convertido en un signo profético para Polonia, para Europa y para el mundo”.