El Cristo vivo quiere prolongar y vivir su misterio en aquel que se alimenta de él.
LA GRACIA del Domingo 12 de Agosto de 2012
La eucaristía es “viático”: alimento para la vía, sustento para la pascua, para dar el paso.
Semana de Vida con Jesus, 4 de 6
Seis predicaciones para la Renovación Carismática Católica de Asunción, Paraguay. Tema 4: Palabras de Vida Eterna.
* Personificando las cosas, podemos decir que el demonio no se va a quedar tranquilo después de perder su “presa,” es decir, cuando el pecador se arrepiente y quiere seguir el camino de Cristo.
* La estrategia principal del enemigo es procurar que, aunque estemos con Cristo, hagamos de Cristo una especie de mago o de servidor nuestro, cuya tarea es asegurarse de que todo funcione bien para nosotros. Por supuesto, esta manera de ver a Cristo tendrá que fallar y entonces lo más probable es que caigamos en la trampa de decepcionarnos de esa imagen falsa y perdamos al verdadero Cristo. Este mecanismo puede verse en acción en el capítulo 6 de San Juan, allí donde encontramos que la gente se aleja del Señor cuando él les dice que él es el Pan de Vida.
* La verdad es que la palabra de Cristo es enormemente comprometedora. Si él dice que “el que no coma de su cuerpo y beba de su sangre” no tiene vida, está también declarándose como la vida nuestra. Y recibirle a él como VIDA significa que sin él no tiene uno vida. Por eso la gente que antes quería verlo como un proveedor de milagros ya no se siente interesada en quedarse con él, porque no quieren tenerlo como verdadero Señor de sus vidas.
* Pero el apóstol Pedro da una respuesta distinta: “Tú tienes palabras de vida eterna,” le dice a Jesús. Y sobre todo, Pedro pregunta y se pregunta: “¿A quién iremos?” Tal es el tipo de resolución que hace posible vencer las estrategias del enemigo y no perder a Aquel que verdaderamente nos ha amado.
Espiritualidad de la Vida Apostolica, 06 de 12
Espiritualidad de la Vida Apostólica. Retiro Espiritual con las Dominicas de la Inmaculada, en Cuenca (Ecuador).
Tema 6 de 12: Vida Eucarística.
* Cristo mismo unió su sacrificio en la cruz con el banquete pascual. Las palabras de la institución de este sacramento admirable aluden al cuerpo “entregado” y a la sangre “derramada.” Se trata evidentemente de una comida pero es comida que hace entrar en comunión con una realidad sacrificial en la que brilla el amor redentor.
* Por su relación con la pascua entendemos que la Eucaristía es memorial, bendición, canto de liberación, alimento para el camino, anuncio de una plenitud futura. Participar plenamente de la Eucaristía es participar de cada una de estas dimensiones; por eso puede ser interesante y significativo el ejercicio de escribir el propio prefacio.
* Jesús nos invita a “tomar” y comer. Hay discusión sobre si ese tomar es “sacrílego” cuando se realiza en la mano, como lo afirman supuestas revelaciones privadas. La conclusión es que para que se diera sacrilegio sería necesaria una intención consumada de ofender, burlarse, despreciar o querer de cualquier otra forma usar lo sagrado para fines perversos.
* Por eso, aunque parece preferible recibir la comunión de rodillas y en la boca, como signo de adoración y de acogida de un regalo inmerecido, no hay que presumir que hay ofensa a Dios si, siguiendo la autorización de nuestros obispos, se recibe la comunión en la mano.
* En cualquier caso, lo más importante del sacramento es nuestra unión con el sacrificio de Cristo, en la integridad de su intención, amor y obediencia al Padre. Cristo llega vivo a nosotros, y por ello lo nuestro es dejarle obrar para que él realice su obra y misterio en nuestras vidas.
ESCUCHA, Dios, como en su propia casa
Dos consignas nos deja el Corpus Christi: (1) La fe no es para esconderla; (2) Dios quiere celebrar su misterio en mi casa, y en mí, como en casa.
ESCUCHA, Triduo Eucaristico, 3 de 3, La Sangre
[Predicación en el Monasterio “Madre de Dios” de las Dominicas Contemplativas en Baena, España.]
* ¿Por qué en la antigüedad las alianzas se sellaban siempre con sacrificios, o con sangre? Para indicar el grado de compromiso de los implicados.
* ¿Por qué era tan importante para Salomón celebrar matrimonios con mujeres de tan variadas tribus y naciones? porque pensaba que al mezclarse los linajes de sangre se garantizaba una paz más firme.
* ¿Qué impactó más a los antiguos paganos cuando florecía el cristianismo? Dos cosas, que ambas implican entrega de la vida: la vocación virginal y el martirio.
* La sangre es el lenguaje del amor sin reservas; es el lenguaje de la vida que se dona totalmente.
ESCUCHA, Triduo Eucaristico, 2 de 3, Anticipaciones en el Antiguo Testamento
[Predicación en el Monasterio “Madre de Dios” de las Dominicas Contemplativas en Baena, España.]
Cuatro escenas del A.T. nos ayudan a descubrir las riquezas del sacramento eucarístico.
* Los sacrificio de comunión estipulados en el Deuteronomio nos hablan de la unidad entre nosotros y con Dios.
* El maná caído del cielo nos recuerda la providencia divina, de quien todo lo bueno hemos de esperar.
* El banquete prometido por Isaías anuncia la gratuidad y la universalidad del don con que Dios nos alimenta.
* Y sobre todo, el cordero pascual nos enseña que esta es una comida de familia, que trae libertad y que nos pone en movimiento.
Eucaristia y Vida Consagrada
Comulgar para Vivir en Comunión
Nuestra vida cristiana y nuestra consagración religiosa pueden alcanzar su perfección si tan sólo nos hacemos cuatro preguntas que brotan al comulgar: ¿Quién se nos da? ¿Cómo se nos da? ¿Por qué se entrega? ¿Para qué?
LA GRACIA del Domingo 10 de Junio de 2012
La efusión de la Sangre del Cordero nos está recordando que hemos sido amados hasta el extremo.
¿Quién sabe algo de amor?
De amores sólo sabe
el que ha buscado el bien
y al encontrarlo ha sabido
que no es sólo para él.
De amores sólo sabe
el que ha sufrido de más
y que sufrido y cansado
no se ha cansado de amar.
De amores sólo sabe
el que ha perdonado al fin,
después de haber perdonado
otras mil veces mil.
De amores sólo sabe
Jesús, el de Nazareth,
lo sabe su Cuerpo Herido
y su Sangre lo sabe bien.
ESCUCHA, Triduo Eucaristico, 1 de 3, Accion y Presencia
[Predicación en el Monasterio “Madre de Dios” de las Dominicas Contemplativas en Baena, España.]
La Eucaristía es en primer lugar “acción,” acto, evento, suceso: no es repetición ni representación sino unión de la Iglesia, más allá del tiempo y el espacio, con el único sacrificio redentor, el de Cristo en la Cruz.
Pero los testimonios, ya desde la Iglesia Antigua, muestran que los cristianos entendían que había una presencia permanente, en el sentido de que el pan no vuelve simplemente a ser pan ni siguió siendo pan, al ser “eucaristizado.” Tal es la raíz remota de la adoración eucarística.
Cuando la fe por fin madura
Predicación en el Congreso de Adoración de la Comunidad “Cristo Rey” de la Renovación Carismática en Bogotá, Colombia.
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El Capítulo 6 de San Juan sirve de base para una catequesis sobre lo que es buscar a Dios para resolver uno sus necesidades, o buscarle porque ve en él la fuente de todo bien, por encima de lo que yo estime como bueno o deseable en un momento dado.
Es el paso de “las necesidades” a “la necesidad”; es también el paso de “sobre-vivir” (que es aplazar la muerte) a “tener vida” que es fundarse en el Dios vivo.
Sólo Cristo es Pan Vivo. Los panes “muertos,” es decir, nuestro alimento usual para el cuerpo,, al recibirlo queda en nuestro poder. Comulgar con Cristo, en cambio, es recibirlo vivo, y por lo tanto, Señor, que toma posesión de su trono y del timón de la vida.
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Mi amigo va a hacer su Primera Comunion
Juan Pablo es hijo de una pareja de buenos amigos: Rafael Peña y Claudia Sarmiento. Con ocasión de la Primera Comunión de Juan Pablo, he preparado este mensaje para él, y para todos los que quieran vivir mejor ese momento inolvidable en la historia personal de fe de cada uno de nosotros.
Aunque, si lo piensas bien, a TODOS nos ayuda recordar y tener bien presente el milagro del amor más grande: Jesús en la Eucaristía.
Madurez en el Espiritu, 4 de 5, La Eucaristia y la Cruz
Congreso de la Región Centro-Sur de la Renovación Carismática en Chile.
Tema 4 de 5: La Eucaristía y la Cruz
Es el amor, finalmente, quien nos sana, nos reconstruye, nos alimenta, nos levanta. Por ello mismo, cuanto más grande es nuestra necesidad, más amor necesitamos. Siendo extremo el daño que causa el pecado, porque nos aparta de nuestro bien propio, hay que decir que necesitamos amor extremo.
Según el Evangelio de Juan, ese “amor extremo” se nos ofrece singularmente en el desenlace de la vida de Cristo. Viendo el testimonio de los demás evangelistas, concluimos que la eucaristía, la cruz y la donación del Espíritu son expresión y realidad de ese amor infinito, sin límites, que puede sanarlo todo y que además puede colmar de verdad nuestros anhelos más hondos.
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Himnos a Jesus Eucaristia
Intercesion en un Retiro de Mujeres
Súplica en favor de las familias.