La violación del secreto de confesión no ayudaría a las víctimas de abuso

“Si el clero se viese obligado a informar lo que se les dicen en confesión a la policía, sin el consentimiento del penitente, entonces una cosa será segura: nadie volvería a querer confesar esos pecados en particular. Las reglas de la confesión existen por una muy buena razón: hacer más fáciles las cosas al penitente. Puedes confesarse sabiendo que todo lo que reveles nunca se le dirá a nadie. Una vez que esa garantía absoluta haya desaparecido, el penitente no tendría ninguna garantía real de confidencialidad, y sería, naturalmente, mucho más reservado a la hora de confesar sus pecados…”

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La Catena Áurea de Santo Tomás de Aquino

“La Catena Aurea atesora la triple riqueza de ser la concatenación de los más selectos comentarios de los Padres al Evangelio, haber sido estos escogidos por la inteligencia y sabiduría del Doctor Angélico y haber sido escrita a pedido del Vicario de Cristo. Santo Tomás de Aquino cita a 57 Padres Griegos y 22 Padres Latinos para exponer el sentido literal y el sentido místico, refutar los errores y confirmar la fe católica. Esto es deseable, escribe, porque es del Evangelio de donde recibimos la norma de la fe católica y la regla del conjunto de la vida cristiana (Catena Aurea, I, 468)…”

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¿Es válida la Biblia de los testigos de Jehová?

“Tras su fundación por Charles Taze Russell, los testigos de Jehová (conocidos en sus inicios como “Estudiantes de la Biblia”) comenzaron a utilizar y distribuir la Versión Autorizada (Authorized Version) de la Sagrada Escritura. A partir de 1896 se hicieron con los derechos de impresión de algunas traducciones bíblicas al inglés, que imprimieron durante varias décadas. Más tarde se dieron cuenta de que las distintas versiones empleadas no satisfacían sus aspiraciones, porque les interesaba fundamentar bíblicamente sus afirmaciones doctrinales ajenas al cristianismo, y dijeron que se trataba de traducciones defectuosas, contaminadas por visiones “sectarias o mundanas”…”

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La muerte cristiana: en Napoleón Bonaparte

“Napoleón fue enterrado (1821) en Santa Elena. En 1840 el rey Luis Felipe ordenó trasladar sus restos a la Capilla Real de Los Inválidos, en París, donde años más tarde (1861) se le construyó un gran monumento. El sarcófago, al centro de una especie de capilla circular, está situado sobre un pedestal de granito verde, es de pórfido rojo, y está rodeado por una gran corona de laurel. Diez bajorrelieves evocan las principales gestas del difunto. En el conjunto del lugar no hay signo cristiano alguno. Se oculta que Napoleón Bonaparte murió en el seno de la Santa Iglesia Católica. Dios, que lo venció con la misericordia de su gracia, lo tenga en su gloria…”

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Causa de beatificación de un seminarista jesuita

“Richie Fernando fue un seminarista jesuita de Filipinas de 26 años que falleció en 1996 al proteger a sus estudiantes de una granada de mano, y ahora va camino a los altares gracias al Motu Proprio del Papa Francisco que abre la puerta a la canonización para aquellos que “han ofrecido voluntaria y libremente la vida por los otros y han perseverado hasta la muerte en este propósito”…”

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Para ser feliz

“La persona humana quiere y puede ser feliz. Es conocido el dicho de San Agustín de que cualquier hombre al preguntarle si quería ser feliz, inmediatamente respondía que sí. También son conocidas las respuestas de los griegos para ser feliz desde el epicureísmo con su hedonismo moderado, hasta la mística dionisíaca con el placer desenfrenado, sin importar nada de nada. La mayoría, sin embargo, pretende una moderación. Éticas más depuradas como la de Aristóteles unen la felicidad al bien. Platón muestra una vía de progresión y superación hasta llegar a la contemplación de la Verdad y del Bien que llena de felicidad, como ya había adelantado Sócrates…”

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Sacerdotes secuestrados en el Congo

“Estamos profundamente preocupados por el secuestro de nuestros hermanos, y exigimos su liberación incondicional”. Con esta afirmación, los sacerdotes de la diócesis de Butembo-Beni han recurrido a los secuestradores de dos sacerdotes, don Charles Kipasa y don Jean Pierre Akilimali, secuestrados el domingo 16 de julio por unos hombres armados vestidos de militares en la parroquia Maria Reina de los Ángeles de Bunyuka, en la periferia de Butembo (véase Fides 18/7/2017). El apelo a los secuestradores está contenido en una carta dada a conocer al final del retiro anual del clero de la diócesis con su Obispo Su Exc. Mons. Melquisédec Sikuli Paluku.

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