“El otro día un niño le preguntó a su madre: «Mamá, ¿la composición química de las lágrimas de tristeza y de alegría es la misma?». A ella le sorprendió la pregunta. No la tomó muy en serio. Hasta que decidió investigar. Y descubrió algo distinto…”
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.