Reseteame, Espiritu Santo

* Podemos percibir mejor la obra del Espíritu cuando descubrimos en medio de qué clase de batalla nos encontramos. En Efesios 6, el apóstol Pablo nos recuerda que se trata de una batalla que no es “contra la carne y la sangre” sino contra espíritus malévolos. ¿Cómo entender esto? ¿Qué enseñanza práctica aplicar a nuestra vida?

* Según santo Tomás, el ser humano tiene condición de “horizonte,” de frontera entre lo corpóreo y lo incorpóreo, o espiritual. Es fundamentalmente por nuestro entendimiento como llegamos a participar de ese mundo que trasciende los sentidos. Nuestra mente, en efecto, está diseñada para atender y recordar patrones, estructuras, analogías y leyes.

* Ahora bien, estas “formas,” que son propias de la mente humana, son también, en cuanto formas no-corpóreas, la condición misma de existencia de los ángeles, tanto buenos como malos. En la medida en que la Providencia Divina lo permite, tales formas vivas, es decir, estos ángeles, pueden afianzar o incluso crear en nosotros patrones de pensamiento que con facilidad pasan a ser luego rectores de nuestro razonar, hablar y actuar.

* La condición de acción del Espíritu Santo es, sin embargo, mucho mejor, en cuanto el Espíritu puede acceder a las raíces más profundas de nuestro ser, y puede reemplazar y renovar nuestra mente desde lo más íntimo de nuestra intimidad. Su acción eficaz, progresiva, incapaz de ser descrita en palabras, porque es anterior a la palabra, puede ser darnos las herramientas para vencer toda “programación” que venga de ángeles contrarios a Dios.

La Pascua es el esplendor de la Cruz

La Pascua de Cristo, es decir, su muerte y resurrección, nos llevan a preguntarnos el para qué de su vida y de su cruz. No se trata solamente de sanar algunas personas con milagros espectaculares, ni tampoco se limita a brindar unos cuantos consejos saludables para vivir bien sobre esta tierra. Para eso no necesitaba derramar su sangre.

Su pasión, en cambio, viene a desarmar la Gran Mentira con la que el demonio ha querido aprisionarnos a todos desde siempre. Esta mentira se resume en este juego: “O abandonas a Dios o abandonas tu felicidad…” Si uno le acepta ese juego al demonio termina pecando y condenándose.

En su cruz, Cristo manifestó la fidelidad a toda prueba, y en su resurrección mostró que en esa misma fidelidad está la genuina felicidad. Así reveló la verdad de Dios, la verdad del pecado y la verdad del ser humano, que, si se acoge a la misericordia inagotable que ha mostrado el Crucificado, encontrará salvación real, profunda, definitiva.

Dialogo de exorcistas

exorcistas
El conocido sacerdote y exorcista español Juan Antonio Fortea, respondió a la afirmación de otro famoso exorcista, el italiano Gabriele Amorth, de 85 años, quien señaló hace unos días que “dentro del Vaticano también hay satanistas”. El P. Fortea dijo que este tipo de afirmación tiene que probarse y que si bien entre los purpurados puede haber algunos “más terrenales”, “de ahí a afirmar que algunos cardenales son miembros de sectas satánicas hay un trecho inaceptable”. Click!

Mi Familia es mi Tesoro

Predicación del 4 de Agosto de 2007, en el contexto del Congreso de Familias organizado por al Asociación María Santificadora. Consta en la Biblia que desde el principio de la Historia el enemigo ha querido destruir la familia, que es hogar, comienzo y restauración de la vida humana. La batalla no está perdida, sin embargo, pues la misma Escritura nos da pistas para valorar y defender el tesoro de la familia.

Libertad y Liberacion en la Pasion de Cristo, 2 de 2

En el contexto de una Comunidad Católica Carismática en Bogotá, esta es una predicación sobre cómo nuestros oídos, nuestros ojos y nuestro corazón necesitan ser liberados. Muchas personas piensan que la “liberación” es sólo para casos de posesión y se olvidan que siempre que nuestra voluntad es insuficiente y está atada necesitamos ayuda: necesitamos ser liberados. Esta es la segunda parte, la final, de esa extensa predicación. Incluye oraciones.

Libertad y Liberacion en la Pasion de Cristo, 1 de 2

En el contexto de una Comunidad Católica Carismática en Bogotá, esta es una predicación sobre cómo nuestros oídos, nuestros ojos y nuestro corazón necesitan ser liberados. Muchas personas piensan que la “liberación” es sólo para casos de posesión y se olvidan que siempre que nuestra voluntad es insuficiente y está atada necesitamos ayuda: necesitamos ser liberados. Esta es la primera parte de esa extensa predicación. Incluye oraciones.