Pregunta para esta semana: ¿Qué libro de la Escritura contiene más palabras de San José?
Respuesta a la pregunta anterior: Santa María Magdalena. (Lee Evangelio de San Juan, capítulo 20)
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Pregunta para esta semana: ¿Qué libro de la Escritura contiene más palabras de San José?
Respuesta a la pregunta anterior: Santa María Magdalena. (Lee Evangelio de San Juan, capítulo 20)
Pregunta para esta semana: ¿Quién llevó el primer anuncio de la resurrección a los apóstoles?
Respuesta a la pregunta anterior: San Lucas. (Lee Evangelio de San Lucas, capítulo 23)
Pregunta para esta semana: ¿Cuál evangelista habla del papel de Herodes en la Pasión de Cristo?
Respuesta a la pregunta anterior: Mardoqueo. (Lee Libro de Ester, capítulo 1)
Pregunta para esta semana: ¿Cómo se llamaba el tío y maestro de la gran reina judía Esther, protagonista en el libro que lleva su nombre?
Respuesta a la pregunta anterior: En la piscina de Siloé. (Lee Evangelio de San Juan, capítulo 9)
Pregunta para esta semana: ¿En qué lugar se completó el milagro de la curación del ciego de nacimiento, según el Evangelio de Juan?
Respuesta a la pregunta anterior: Hacia Oriente. (Lee Ezequiel, capítulo 40)
Padre Medina, he dejado pasar un tiempo desde la canonización de Monseñor Romero para sosegar mi alma y para recoger un poco más de información. Le resumo lo que yo siento: que toda la vida me dijeron que Romero era algo así como el patrono del socialismo en América Latina, y que la canonización de este obispo asesinado era un refuerzo a los partidos de Izquierda en este continente. A raíz de la canonización me puse a leer homilías de él y mi conclusión es que ahora estoy confundido. Lo voy a decir de esta manera: ya no lo veo tan de izquierda o tan socialista como me parecía; más bien creo que la injusticia social y el absurdo de una guerra que maltrataba a los más pobres fueron cosas que tocaron su corazón de pastor y que al adoptar un compromiso en contra de esa violencia institucional, que él veía como su responsabilidad en cuanto obispo, le llevó a crearse enemigos que al final lo llevaron a la muerte. ¿Cree usted que por fin estoy en lo correcto con respecto a este gran hombre? –H.R.
* * *
No soy experto en los datos biográficos de este santo obispo pero mi opinión es igual a la tuya: el verdadero Oscar Romero era menos un líder político y más un hombre genuinamennte dolido por la represión de los más pobres; por otra parte, no se agotaba su mirada en ese punto pues sus escritos revelan la altura de su amor a Dios y de su visión del papel de la Iglesia. Mi impresión es que las condiciones se dieron para que, durante años, la figura de Romero fuera “secuestrada” por la izquierda socialista dentro de la Iglesia pero ese “secuestro” se ha ido deshaciendo por su propio peso a medida que se conocen más y más de sus escritos y de la orientación sacerdotal y pastoral muy clara en su alma.
Solo por tener una muestra de esas otras dimensiones menos mencionadas del corazón de este gran obispo me permito citar aquí alguna colección breve de pensamientos suyos, hecha por Arguments:
Mi voz desaparecerá, pero mi palabra que es Cristo quedará en los corazones que lo hayan querido acoger.
La oración es la cumbre del desarrollo humano. El hombre no vale por lo que tiene, sino por lo que es.
La persecución es algo necesario en la Iglesia. ¿Saben porqué? Porque la verdad siempre es perseguida.
El profeta tiene que ser molesto a la sociedad, cuando la sociedad no está con Dios.
¡Pasarán estos sufrimientos! La alegría que nos quedará será que en esta hora de parto fuimos cristianos. Vivimos aferrados a la fe en Cristo. No nos dejó sucumbir en pesimismo.
Es inconcebible que alguien se diga ‘cristiano’ y no tome, como Cristo, una opción preferencial por los pobres.
Hoy la #Iglesia sabe que los poderosos la rechazan, pero que la aman los que sienten en Dios su confianza. Esta es la Iglesia que yo quiero.
El martirio es una gracia de Dios que no creo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea la semilla de libertad y la señal de que la esperanza será pronto una realidad.
¿Qué otra cosa es la riqueza cuando no se piensa en Dios? Cuidemos el verdadero tesoro.
Pregunta para esta semana: ¿Hacia dónde debe mirar el templo de Dios, según el profeta Ezequiel?
Respuesta a la pregunta anterior: En una de las puertas del templo de Jerusalén, la puerta llamada “Hermosa”. (Lee Hechos de los Apóstoles, capítulo 3)
Pregunta para esta semana: ¿Dónde pedía limosna aquel paralítico que fue curado por los apóstoles Pedro y Juan?
Respuesta a la pregunta anterior: Sem, Cam y Jafet. (Lee Génesis, capítulos 6 al 9)
Pregunta para esta semana: ¿Recuerdas los nombres de los hijos de Noé?
Respuesta a la pregunta anterior: Simón de Cirene. (Lee Evangelio de San Lucas, capítulo 23)
Pregunta para esta semana: ¿Cómo se llamaba aquel hombre que ayudó a Cristo con la Cruz?
Respuesta a la pregunta anterior: Agar. (Lee Génesis, capítulo 16)
Pregunta para esta semana: ¿Cómo se llamaba la esclava con la que Abraham tuvo un hijo por decisión de su propia esposa?
Respuesta a la pregunta anterior: Josías. (Lee Segundo Libro de los Reyes, capítulo 22)
Pregunta para esta semana: ¿Cuál fue el rey en cuyo reinado se encontró el libro de la Ley en algún lugar del Templo?
Respuesta a la pregunta anterior: Pasó la noche en oración. (Lee Primer Libro de los Reyes, capítulo 17)
Pregunta para esta semana: ¿Cuál fue el profeta que trajo una gran sequía sobre Israel?
Respuesta a la pregunta anterior: Pasó la noche en oración. (Lee Evangelio de San Lucas, capítulo 6)
Pregunta para esta semana: ¿Cómo eligió Cristo a sus Doce apóstoles, según San Lucas?
Respuesta a la pregunta anterior: Para las purificaciones de los judíos. (Lee Evangelio de San Juan, capítulo 2)
Pregunta para esta semana: ¿Para qué servían las tinajas de agua en Caná, donde Cristo convirtió agua en vino?
Respuesta a la pregunta anterior: Lucas. (Lee Evangelio de San Lucas, capítulo 10)
Pregunta para esta semana: ¿Cuál evangelista nos habla de una misión en la que Jesús envió 72 discípulos?
Respuesta a la pregunta anterior: Hebrón. (Lee Segundo Libro de Samuel, capítulo 5)