La Verdad y el Amor, 10 de 12, Fe y sentido de comunidad

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 10 de 12: Fe y sentido de comunidad

* En Hechos 2,42-47 los cristianos de todos los tiempos han visto una referencia clave a lo que significa ser comunidad creyente. Un examen atento es indispensable porque hoy como nunca necesitamos encontrar caminos de superación del individualismo rampante y el egoísmo prevalente.

* Hay que notar que hay mitos sobre lo que se supone suficiente para crear una comunidad unida, funcional y hasta cierto punto feliz: (1) A veces se cree que es asunto de ser educados y cultivar las virtudes humanas. (2) Otras veces se piensa que basta con que todos nos empeñemos (“echemos ganas”), de modo que la suma de buenas voluntades logre el efecto. (3) En otras ocasiones se quiere solucionar las dificultades internas concentrando las fuerzas y sobre todo la atención en determinados proyectos, a la manera de tantos líderes políticos que inventan guerras cada vez que el producto interno cae. (4) Y hay también tiempos en que uno cree que todo consiste en no meterse con los demás, sino sencillamente encerrarse uno en su pequeño mundo, de modo que la vida comunitaria del convento se limite a lo estrictamente necesario, y a hablar de trivialidades y cosas externas.

* Aunque ser prudentes, educados o entusiastas algo puede aportar, la fraternidad que brota del encuentro con elmisterio de Cristo es mucho más que eso. Lo primero que menciona Lucas es que ellos eran fieles “a la enseñanza de los apóstoles”: esa enseñanza no es sino la prolongación y afianzamiento de la primera predicación, el kerigma, que en el mismo capítulo 2 de los Hechos de los Apóstoles, sigue inmediatamente al prodigio de Pentecostés.

* Eso demuestra que lo fundamental para crear comunidad es fortalecer una sola mente y un solo corazón, es decir: cuanto más se escucha a Cristo, y más se comulga con Cristo, y más reina Cristo, mayor y más perfecta es la unidad entre los de Cristo. Y cuanto más recibimos a Cristo como tesoro de todos, más resulta evidente y sencillo compartir los que el mundo llama tesoros, incluyendo los bienes materiales.

* En Colosenses 2, hacia el final, aparece otro criterio importante: Cuando nos reconocemos mutuamente como “elegidos, santos y amados” de Dios, reconocemos también la lógica interna, la necesidad de sentir reverencia y misericordia ante el hermano. Mi hermano es una historia de amor y de gracia que Dios va llevando, y yo soy uno entre muchos instrumentos, que Dios puede usar para adelantar esa historia cuyo final es el cielo mismo de Dios.

La Verdad y el Amor, 09 de 12, Fe como cimiento

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 9 de 12: Fe como cimiento

* El subjetivismo infecta por igual el pensar y el obrar. La lógica consecuencia de imaginarse que uno puede definir lo que es verdadero, es que después uno imagine que puede definir qué es lo correcto. Por eso la pérdida del recto pensamiento (ortodoxia) conduce prontamente a la pérdida del recto obrar (ortopraxis).

* El subjetivismo mira la fe como un fruto de la fantasía o como una sugestión que a uno se le antoja agradable o conveniente. O también la mira como aquello que la “alta gerencia” de la Iglesia estima que debe creerse. De esta última postura surge una idea servil de la Iglesia, como si su principal tarea fuera buscar la aprobación del mundo. Es la Iglesia que vive en “rebajas” y que se considera dueña de lo que enseña o manda.

* Por contraste, la frase Pablo en 1 Corintios es: “Aquello que recibí, lo mismo transmití.” No se siente dueño del mensaje ni se pone por encima de él. El verdadero apóstol ve al depósito de la fe en los mismos términos que hablaba san Agustín refiriéndose a la Escritura. como un pozo que sacia mi sed, pero de cuyas aguas no soy dueño: Carezco entonces del derecho de dañar lo que otros habrán de beber.

* Eso de contaminar la fe que es bien de todos ya aparece en el Nuevo Testamento. En pasajes como 1 Colosenses 2 vemos a Pablo advirtiendo sobre el peligro de dejarse llevar por doctrinas capciosas, o de dejarse convencer de “filosofías humanas.”

* Si hay algo que tiene que ser la fe es verdadera, porque sólo una fe verdadera es cimiento de una esperanza que vaya más allá del deseo. Y sólo una fe verdadera revela el amor de Dios en su sorprendente dimensión, aquella que nos colma y nos hace capaces de amar.

La Verdad y el Amor, 08 de 12, Prueba de lo que no se ve

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 8 de 12: Prueba de lo que no se ve

* San Pablo, especialmente en sus Cartas a los Gálatas y a los Romanos, hace contraste entre considerarse salvo “por las obras (de la Ley de Moisés)” o “por gracia, y mediante la fe.”

* Lo primero está representado básicamente por la corriente farisaica. No suena absurdo: cumplir los términos de la alianza para que se hagan realidad los bienes y bendiciones de la alianza. El problema está en que, por más que se quieran detallar los deberes específicos que manda la Ley, dos cosas son inevitables: la casuística (“¿Cuántos pasos se pueden dar en un sábado sin romper el sábado?”) y sobre todo el hecho de que conocer el bien no soluciona el defecto básico del ser humano que no está en el conocer sino en el desear, saborear y decidir lo bueno.

* La fe, en cambio, es como un salto de confianza a los brazos del Padre muy amado. Los bienes que de él recibimos, y que son bien manifiestos en la persona y la obra de Cristo, son la razón de nuestra confianza que ya no lleva cuentas del infinito que recibe, y por tanto puede arriesgarse a amar, perdonar y servir al prójimo sin llevar cuentas tampoco. Lo que pretendía la Ley se logra finalmente en el régimen nuevo, el de la gracia y la fe. La Ley sirvió de pedagogo hacia la fe.

* En la Carta a los Hebreos, capítulo 11, se da una especie de definición de fe, en la que se incluye la expresión: “prueba de lo que no se ve.” Para aprovechar esa definición conviene indagar bien a qué alude el autor de la Carta, sobre todo porque no faltan los que ven en un texto así un pie para sus críticas. Según ellos, la “prueba de lo que no se ve” sería un modo de conocimiento “irresponsable,” una especie de exaltación del mito y la fábula, o un parche para nuestra ignorancia.

* La verdad es que “lo que no se ve” dentro del contexto del autor de Hebreos, no tiene relación directa ni cercana con lo que investiga la ciencia moderna, basada en la experimentación, la repetición y la formulación de leyes. “Lo que no se ve” es la respuesta a las preguntas existenciales más hondas, aquellas que por su misma naturaleza escapan al método científico. ¿Cuál es mi bien? ¿Vale la pena perdonar? ¿En dónde está mi felicidad? ¿Hay esperanza más allá de la muerte? Este tipo de cuestiones no dependen de datos experimentales solamente, y ni siquiera pueden resolverse con la sola luz de la razón porque un examen de la razón muestra que ella es más sierva que señora, puesto que se la ve tan dispuesta a rodear de justificaciones las opciones que complacen nuestros apetitos y conveniencias.

* Es allí, en el rango de esta clase de preguntas, donde tiene su lugar “lo que no se ve,” y es allí donde la fe aporta una luz profunda, que sin embargo no consiste tanto en certeza del lugar adonde voy sino confianza al reconocer con quién voy.

* Tal tipo de fe no nace de un salto de la fantasía sino que es respuesta al testimonio que recibo de la comunidad creyente, y también y sobre todo, al testimonio interior que recibo del don del Espíritu. Y es esa fe la que se convierte en prueba de lo que no se ve, y garantía de lo que se espera.

Ya no tengo miedo, 3 de 3, Jesus

[Predicación en la Asamblea Regional de la Renovación Carismática en Aragón, Octubre de 2012.]

Tema 3 de 3: Jesús y la Cruz

* Una lectura atento a los Evangelios descubre pronto la notable frecuencia del término “miedo” y sus sinónimos o derivados. Miedo tienen los discípulos, las autoridades, la gente. Miedo ante el demonio, ante lo desconocido, ante el abuso del poder, ante la fuerza de las multitudes, y sobre todo: miedo ante la muerte.

* Hay que recordar que hay un buen uso del miedo. De hecho el santo temor de Dios, que es primeramente temor a ofenderlo, es principio de sabiduría y de recto ordenamiento de la vida. por eso también dice Cristo que quiere enseñarnos “a quién hay que temer,” y pasa hablarnos de Dios como único de quien depende nuestro destino eterno.

* Sobre la base de conocer quién es el que merece honor, reverencia y obediencia, el discípulo de cristo experimenta libertad. Lo máximo que pueden hacer los poderosos termina con la muerte, pero la muerte misma no es última palabra, y ello lo demuestra Cristo no con teorías sino con su propia victoria sobre la muerte.

* Los que creemos en la resurrección gozamos de un principio de valentía que ya se ha hecho valer muchas veces, sobre todo en las vidas de los mártires y de quienes se han desgastado por el Evangelio.

Ya no tengo miedo, 2 de 3, Elias

[Predicación en la Asamblea Regional de la Renovación Carismática en Aragón, Octubre de 2012.]

Tema 2 de 3: Elías y la retama

* El capítulo 19 del Primer Libro de los Reyes nos cuenta un momento dramático en la vida del profeta Elías. El contexto es este: era rey Ajab pero quien en realidad movía los hilos y tenía el poder era su esposa, Jezabel, y esta perversa mujer era idólatra desde el fondo de su alma. Le fastidiaba a ella la religión de Yahvé porque consideraba que los baales bastaban y sobraban para buscar y tener una vida segura, próspera y fecunda.

* Por eso mismo, Jezabel odiaba a Elías, mucho más después de que Elías había dejado en ridículo a Baal en la confrontación del Monte Carmelo, y después había mandado a ejecutar a los falsos profetas, en número de varios centenares.

* Perseguido por el odio de Jezabel, Elías huye al desierto. Se queda solo, incluso sin su criado, y así en soledad alcanza a avanzar una jornada. Pero sus fuerzas se agotan, y al final se tumba bajo una retama. Su primer sueño no es descanso sino renuncia a vivir: se desea la muerte.

* Dios le da nuevas fuerzas. Es la imagen de lo que hace la fe en nosotros. Más allá de nuestras expectativas, recursos y fuerzas, allí está el Señor, y lo mismo que a Elías, primero nos alimenta para restaurarnos, y luego nos alimenta para enviarnos a renovar la alianza.

* Y por eso hay que identificar nuestras “retamas,” es decir, aquellos escondites donde empezamos descansando y terminamos renunciando a la tarea del Evangelio. No olvidemos que el mundo nos quiere bien distraídos y bien entretenidos para que seamos sólo consumidores pasivos.

* Destáquese también el hecho de que la soledad no permite evangelizar. En soledad, uno logra conservar algo de la fe, pero sólo por un tiempo, y sin pasar la antorcha a otros. El camino de restauración será siempre el encuentro renovado con el Señor y con la comunidad.

Ya no tengo miedo, 1 de 3, Moises

[Predicación en la Asamblea Regional de la Renovación Carismática en Aragón, Octubre de 2012.]

Tema 1 de 3: Moisés y el faraón

* Bajo el lema “Renuévame por dentro con espíritu firme” (del Salmo 51) celebramos la Asamblea Regional. En esta ocasión queremos enfatizar en ese “espíritu firme,” pues entendemos que el mundo nos quiere acomplejados, encogidos, encerrados.

* Los capítulos 3 al 5 del Éxodo nos presentan la vocación y el comienzo de la misión de Moisés. En él nos reconocemos fácilmente. Es un hombre bueno pero se siente abrumado ante la perspectiva de enfrentar al faraón.

* Y hay motivo para ello: el faraón actúa como un dios, y pide reconocimiento divino. Se le nota en que pretende disponer de vidas humanas. Lo cual da una clave: aquel o aquello que pretende poder absoluto sobre la vida del hombre está tomando el lugar del faraón. Y lo mismo que Moisés ante su faraón, nosotros tendemos a acobardarnos ante nuestros faraones.

* Aquellos que empujan en la anti-cultura de la muerte nos atemorizan con su arrogancia, nos confunden con sus especiosos argumentos, nos atemorizan con sus leyes de hombres. Por eso necesitamos el camino que Moisés recorrió, y ser sanados de lo que él fue sanado.

* Con Moisés, Dios siguió una sencilla terapia en tres pasos: (1) Una certeza: “El Señor está contigo;” (2) Le obliga a enfrentar su miedo, primero en lo pequeño y después en lo grande: así por ejemplo, cuando primero el cayado de Moisés se vuelve una serpiente, le manda: “¡Agárrala por la cola!”; (3) Le muestra cómo el faraón es sólo otro ser humano, y de victoria en victoria, consolida la fe de Moisés.

La Verdad y el Amor, 07 de 12, Sabiduria de la Cruz

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 7 de 12: Sabiduria de la Cruz

* La paradoja de la cruz, que hemos descrito brevemente en las reflexiones anteriores, ayuda a entender la diferencia entre la sabiduría “según el mundo” y la sabiduría “según Dios.”

* Lo sabio, en la perspectiva del mundo, se condensa en el verbo “acumular,” y va de acuerdo con el apetito y las fortalezas de cada cual, de modo que el inteligente quiere juntarse sólo con los inteligentes, y el poderoso sólo con los poderosos. En ese enfoque, el único “dar” que vale es el de aquel que invierte para ganar más de lo que desea y le hace fuerte.

* Las cosas son de otro modo desde la perspectiva de Dios, pues él hace llover sobre justos e injustos. Su verbo propio es el verdadero “dar” que no es negociar, ni invertir, ni comprar o vender.

* Y puesto que no hay continuidad entre el acumular y el dar tampoco hay continuidad entre la sabiduría del mundo y la de Dios: tiene que darse un rompimiento, un punto de quiebre, una genuina conversión. Los movimientos eclesiales que conocemos son particularmente claros en ello: sólo recibe un nuevo corazón el que ha pasado por el quebrantamiento del viejo corazón.

* San Pablo habla de ello en 1 Corintios 1,21, texto que puede entenderse de dos maneras, por lo menos: (1) Como simple rompimiento; (2) Como rompimiento que ya estaba previsto en la sapiencia de Dios.

* En efecto, Dios parece responder al absurdo del pecar con el absurdo del padecer. Si es ilógico que abandonemos a un Dios bueno, a ello responde Dios con lo ilógico de buscar a la oveja perdida y entregarse por la descarriada.

La Verdad y el Amor, 06 de 12, La escasez y la alegria

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 6 de 12: La escasez y la alegría

* Cuando se habla de despojo parece que todo son pérdidas. Los grandes santos han encontrado algo más rico y completo en el misterio de la Cruz: según Santa Catalina de Siena, la Cruz es el lugar de la perfecta tristeza pero también el de la perfecta alegría.

* Es triste ver al inocente castigado; es triste ver al amigo traicionado; es triste verse en las garras de los enemigos. Pero ese mismo despojo ha hecho posible que quede a la vista, y como en carne viva, el amor que Dios nos tiene.

* Las Llagas de Cristo declaran con igual fuerza nuestra miseria y la misericordia de Dios; en ellas se ve, a la vez, qué cosa tan grave es pecar y qué hondura de amor nos ha rescatado de semejante abismo de maldad.

* Bienes del despojo de la Cruz son por lo menos tres: (1) La escasez misma nos invita a descubrir que creer es un privilegio, y ello nos abre a la dimensión de la gratuidad.

(2) La experiencia gozosa de la Providencia Divina. Allí donde los recursos visibles son menores se descubre mejor la recursividad del Dios invisible pero siempre presente.

(3) En el despojo se descubre cómo Dios limpia, alivia y purifica a su Iglesia. No la ama de lejos sino que, a la manera del viñador, la poda y cuida.

La Verdad y el Amor, 05 de 12, Desierto, despojo y cruz

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 5 de 12: Desierto, despojo y cruz

* El que no puede creer en el amor de Dios tampoco puede ver una esperanza de sentido en la vida más allá del límite de la muerte. Su desesperanza pronto se traduce en cinismo y en impaciente apurar las delicias que pueda beberse de un trago en el hoy, porque el hoy es su único lote y heredad.

* A esta clase de persona la Biblia la caracteriza como el “necio” o el “impío.” Su corazón está atrapado en una actitud que parece a la vez desesperada y forzosa. Por eso detesta la verdad y no quiere despertar. Le pide más bien al mundo, al demonio y a la carne que preparen nuevas mentiras que el sirvan para hospedar y a la vez mimar su egoísmo desesperado.

* Según el libro de la Sabiduría, capítulo 2, la actitud del impío termina en agresividad contra el “justo,” porque éste afirma que Dios existe, que se le puede conocer, que está vivo y que podemos participar de su misma vida.

* Semejante noticia, de ser aceptada, implicaría que el impío rompiera su prisión triste pero ya cómoda de pecado egoísta. por eso el impío quiere destrozar al justo, como quien quiere demostrarse que no es posible una verdad que hable de amor, ni un amor que sea genuina esperanza. He aquí la raíz de las persecuciones.

* Pero aunque el mundo no persiguiera a los creyentes, una cosa que es cierta es que los procesos mismos de la vida, tales como el fracaso, la enfermedad o la vejez, nos desnudan y despojan, y nos conducen más a la fuerza que por gusto a la verdad de lo que somos ante Dios y ante la eternidad.

* La Cruz asoma así como lugar privilegiado de la verdad, y casa también del amor, la esperanza y la fe.

La Verdad y el Amor, 04 de 12, La verdad impronunciable

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 4 de 12: La verdad impronunciable

* Puesto que la verdad y la mentira no pueden coexistir, es un hecho que la abundancia de la cultura del engaño hace especialmente difícil la tarea de la evangelización. Es la lucha contra el prejuicio, la desinformación, incluso la difamación.

* No es que la fe tema a la verdad o al escepticismo. Cristo mismo se presenta como receptivo e incluso acogedor para con los que tienen dificultades para creer. Mientras haya búsqueda habrá camino, y ese camino, si es honesto, llegará a Cristo. Eso explica su actitud ante Natanael o ante el apóstol Tomás.

* Pero la cultura de la mentira engendra barreras de fastidio, de desamor, de rechazo irracional a lo verdadero. eso suele suceder de cuatro modos. (1) MENTIRAS: directas, calumnias, falsos patronazgos, falsas causalidades, falsas consecuencias.

(2) MEDIAS VERDADES: manipulación de estadísticas, “canon dentro del canon,” uso de los escándalos eclesiales, denuncias “proféticas” de justicia, selección de épocas de la historia de la Iglesia como únicas normativas (tradicionalismo).

(3) PRAGMATISMOS: afirmar que lo aceptable, lo de moda, jamás aceptará la dureza de las exigencias del Evangelio. Falso ecumenismo. Irenismo, sincretismo.

(4) SUPLANTACIONES SEMÁNTICAS: es el caso de la mayor parte de las herejías, y también del gnosticismo, experto en usar expresiones como “cristo,” meditación, o espiritualidad, de un modo ambiguo y tendencioso.

La Verdad y el Amor, 03 de 12, La seduccion de la mentira

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 3 de 12: La seducción de la mentira

* Sobre todo a partir de las llamadas “guerras de religión” entre católicos y protestantes, la fe quedó reducida al terreno de lo subjetivo y de las opiniones.

* Por supuesto, aquello que pertenece al mundo prácticamente fantasioso de la sugestión y el gusto personal no piensa que tenga contenido alguno de verdad. En nuestra sociedad “pluralista,” lo verdadero pasa a pertenecer al ámbito de la ciencia, de las leyes (siempre reformables) o de la opinión prevalente.

* Se ha consumado así la separación entre fe y verdad, en aguda contraste con lo que enseña Santo Tomás, para el cual la fe es una perfección de la inteligencia, y su grado de certeza es mayor que el de cualquier otro conocimiento.

* ¿Por qué es relevante la relación entre fe y verdad? Porque sin esa relación toda fe es pura fe humana, es relato imaginario, y estudiar a Cristo es como estudiar mitología de dragones.

* Además, el avance de un modelo de “fe” desconectada de la verdad desemboca en el puro “buenismo,” es decir, aquella idea de que el Evangelio se puede traducir o presentar como una especie de humanismo light, que no va más allá de buenas intenciones, tolerancia y algo de filantropía. En semejante esquema el dogma, contenido de la fe, no importa, y en realidad la liturgia, los cánones del derecho o la palabra del magisterio son irrelevantes.

* Lo más grave, sin embargo, es que el eclipse del sentido de la verdad deja el campo abierto a la gran mentira, nombre que damos al falso dilema: o Dios o la felicidad humana. Aceptada esa alternativa falsa, que es una invitación a tomar el lugar de Dios, lo que sigue es responder de modo egoísta y perverso los grandes interrogantes de la vida humana: ¿Merece la pena ser bueno? ¿Hay una lógica o un deber-ser en lo que sucede? ¿Existe una justicia última?

* Al final del camino de la mentira lo que queda es un interminable baile de disfraces en que nada es lo que parece. Brota entonces aquella “náusea” de que hablaron los existencialistas ateos y vivir se vuelve angustioso y en realidad insufrible.

* Por ello importa enormemente descubrir la verdad de la fe, y dar a ella el libre asentimiento de una obediencia gozosa y firme.

La Verdad y el Amor, 02 de 12, contexto dominicano

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 2 de 12: Introducción, Contexto de la Orden Dominicana

* Con especial alegría puede y debe recibir nuestra Orden Dominicana este “Año de la Fe.” Es lo nuestro. La fe nace de la predicación (Romanos 10), y nosotros mismos hemos sido llamados “pugiles fidei.”

* El hecho mismo de predicar supone una profunda fe, a varios niveles. Para entenderlo, conviene descubrir, entre tantos actos de la Iglesia que son “predicación” de diversos modos, cuál es aquel que de modo más directo corresponde al acto mismo de predicar.

* La predicación no es, en primer lugar, una obra, por ejemplo: un escrito, institución o pieza de arte. La predicación es un “acontecer” en el que un corazón se abre para brindar la palabra, y otro se abre para acogerla. Es una intersección de caminos; es un lugar de encuentro; una fusión de horizontes; un momento de comunión.

* Si se trata de la predicación cristiana, esa apertura concurrente de corazones y de vidas tiene otra dimensión más profunda: el predicador no se está anunciando a sí mismo. Su genuina tarea es desaparecer por vía de transparencia, y para ese objetivo necesita disponer todo su ser, alma y cuerpo.

* Así como un pianista no puede usar sus manos para cualquier oficio, el predicador modela su vida para ser instrumento apropiado de gracia y bendición a través de un ministerio específico que es de hecho tan próximo a la administración de un sacramento porque significa y transmite la gracia.

* Sobre esto trata con elocuencia el Capítulo II de las Actas del Capítulo General de los Dominicos en Roma (2010), y allí conviene referirse para desglosar implicaciones específicas en cuanto a nuestra forma de vida.

* Algunas sugerencias concretas para el Año de la Fe: (1) Sea este el tiempo para jamás volver a decir de un pasaje de la Escritura: “Ya lo conozco.” Queremos dejarnos sorprender por la Palabra.

(2) Sea este el tiempo para hacer sensible el corazón a la vida y realidad de la Iglesia, en la que Dios ha depositado su beneplácito, y ala que Cristo ha amado como su Esposa.

(3) Sea este el tiempo para leer con mayor hondura y comunión los signos de los tiempos en los rostros de nuestros hermanos, para hacer de nuestra vocación, como Domingo, un diálogo vivo con el Señor que se ha hecho Camino.

La Verdad y el Amor, 01 de 12, contexto eclesial

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 1 de 12: Introducción, Contexto de Iglesia

* El Papa Benedicto ha venido insistiendo en tres expresiones que, si uno examina, están íntimamente relacionadas: hermenéutica de la continuidad, nueva evangelización, y ahora: Año de la Fe.

* La hermenéutica (interpretación, lectura comprensiva) de la continuidad (en cuanto al Concilio Vaticano II) va en contraste con las hermenéuticas de la ruptura, que son sobre todo dos: (1) La lectura tradicionalista, que ve en el Concilio una “traición” a lo que se supone que era y pensaba la Iglesia; (2) La lectura progresista, que idealiza el tiempo del Concilio y también el llamado “espíritu” del Concilio.

* Tradicionalistas y progresistas se parecen en que ven en el Concilio una “ruptura,” trágica o necesarísima, según el caso. Se parecen también en que ven en Juan Pablo II y ahora en Benedicto XVI “traidores,” para los tradicionalistas, por haber favorecido la “destrucción” de lo que la Iglesia era; para los progresistas, por haber asfixiado la atmósfera nueva que trajo el Concilio.

* La hermenéutica de la continuidad se apoya en las palabras y la intención de quien convocó el Concilio Vaticano II: Juan XXIII. El propósito del Concilio no fue definir aspectos de la fe, sino apoyarse en ella, y preguntarse cómo ofrecerla de modo más abierto y efectivo al mundo. La “continuidad” es ante todo la continuidad de la misma fe y de la misma Iglesia.

* A la vez, la continuidad nos lanza de nuevo a la tarea de la evangelización, y por eso ha de considerarse como fruto conciliar la Nueva Evangelización (de ningún modo un “nuevo evangelio”).

* Esa Nueva Evangelización no parte de cero: cuenta con el depósito de la fe, cuenta con la experiencia misionera multisecular, y además, mira con atención las señales del postconcilio, incluyendo la progresiva esterilidad de las disidencias, sean de corte tradicionalista o progresista.

* Tal es el contexto del Año de la Fe, mucho más una tarea pendiente que una simple celebración o recuerdo.

Neopaganismo vs. Nueva Evangelizacion, 3 de 3

[Predicación en el Retiro de Servidores de la Renovación Carismática, Región Andalucía Occidental, 2012.]

Tema 3 de 3: Tareas específicas.

* El límite de la sanación es que no sana al “yo” entronizado. Ese sólo se sana, o sea, se corrige cuando se entrega, participando en la Cruz.

* Frentes específicos de la Nueva Evangelización: (1) Afectividad y sexualidad: que hoy es tomada como un entretenimiento barato, o una droga que aplaca en individualismo inane a toda una generación;

(2) Defensa de la vida, desde su concepción hasta su muerte natural. Lucha unida a una preocupación coherente por la justicia social. Es una pelea durísima pero indispensable, sobre todo para que surja una conciencia menos confusa y más resuelta entre los jóvenes. Parte de esta pelea implica una formación de la conciencia mucho mejor en su calidad.

(3) Evangelización explícita. Sólo crecen los carismas que se gastan. Es invaluable e intransferible la experiencia de ser despreciados alguna vez por causa de seguir a Cristo. No puede ser que el mal juegue con profesionales y nosotros sigamos como aficionados. Y no se puede respetar tanto que nos acobardemos.

Neopaganismo vs. Nueva Evangelizacion, 2 de 3

[Predicación en el Retiro de Servidores de la Renovación Carismática, Región Andalucía Occidental, 2012.]

Tema 2 de 3: Lo que la fe es en verdad.

* En el mundo neo-pagano la fe se ve como un equivalente a la sugestión, pura concentración de la imaginación y deseo (“wishful thinking,” en inglés). Esta fe es puro subjetivismo, mera proyección de mi yo.

* Para acercarnos a la verdad de la fe, desde la Biblia, seguimos tres momentos.

(1) La gran mentira y la gran verdad. La gran mentira, propia del gran mentiroso, el demonio, es que uno debe escoger entre ser obediente o ser feliz. El mensaje del enemigo es: “Si pretendes quedarte con tu Dios, te quedarás sin felicidad.”

Cristo destruye la gran mentira en tres pasos: (a) sus milagros de curación revelan un Dios que se ocupa con amor de nosotros; (b) sus discusiones con fariseos, saduceos, escribas y otros destruyen una multitud de falsas imágenes de Dios; (c) pero es sobre todo en la Cruz donde está el centro de la respuesta: si el demonio pretende que obedecer a Dios traerá desgracias, y al peor de ellas es la muerte, entonces la resurrección es la derrota de su engaño.

(2) Cristo es la propuesta; la fe es la respuesta. Uno ve que en Cristo, Dios Padre nos ha entregado todo. Cristo es su lenguaje último, completo y definitivo. Nuestra fe es también así, o debe serlo: última, completa y definitiva.

(3) Y eso es lo que hemos recibido de los apóstoles; eso es lo que confesamos con toda la Iglesia: CREDO.

Neopaganismo vs. Nueva Evangelizacion, 1 de 3

[Predicación en el Retiro de Servidores de la Renovación Carismática, Región Andalucía Occidental, 2012.]

Tema 1 de 3: Respuesta fundamental al neo-paganismo.

* Creer es un inmenso SÍ pero conlleva también uno y muchos NO. El que le pide a una mujer que se case con él le está diciendo a todas las demás que no se casa con ellas.

* Ese decir que NO es el que no acepta el paganismo. La multiplicación de dioses permite que cada uno siga en realidad su propio apetito y gusto. Dejar el paganismo es dejar ese juego de fantasías y proyecciones del yo con sus deseos. Dejar el paganismo es buscar la verdad.

* Vivimos en tiempos de neo-paganismo. El lenguaje que escucha el cristiano es: “Si a ti te funciona lo tuyo, aplícatelo, pero no pretendas imponerlo a nadie…” En lo concreto, esa mentalidad implica que la religión tendría que circunscribirse al ámbito de lo privado, y que toda presencia pública de lo religioso será juzgada como abuso de parte de la Iglesia.

* Aún más, la mentalidad neo-pagana ignora las ramificaciones de las ofensas a lo religioso como tal. En el acto blasfemo y político de la banda de rock Pussy Riot en 2012 lo único que cuenta es que aquellas mujeres estaban protestando contra el presidente Putin, pero que la protesta fuera en una catedral parece no importar ni significar nada a muchos.

* La batalla que espera al creyente tiene muchos frentes: está lo legal, como por ejemplo en cuanto a la despenalización del aborto, pero es ilusorio creer que con cambios de leyes se logra todo. La lucha integral del creyente debe ser vista como un esfuerzo común que tiene muchas dimensiones y que se llama nueva evangelización.

* Aprender a evangelizar requiere más de un ensayo y más de un fracaso. El ejemplo de Pablo impresiona. Después de tantos esfuerzos y frustraciones llegó a un momento de madurez en que descubrió que sólo en la desnudez de la Cruz y en la conciencia del poder del Espíritu era posible de verdad anunciar la Buena Nueva: tal es la actitud que requeriremos en la Nueva Evangelización.