Conversión Pastoral, 09 de 12, Nuevo contexto de comunidad

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 9 de 12: Nuevo contexto de comunidad

* Está claro que una Iglesia de masas, aunque impresione con cifras y estadísticas, falla en su misión de llevar el evangelio íntegro a todo el hombre y a todos los hombres.

* Muchos ven el origen de ese cristianismo en el Edicto de Milán o en la era constantiniana. Esa visión, de origen protestante, no resiste análisis histórico: la mediocridad, el empobrecimiento del catecumenado, el aumento de privilegios y divisiones en el rebaño de Cristo es anterior a Constantino.

* Simplemente, hay un problema que hay que plantear y resolver: ¿cómo conservar la frescura del encuentro personal con Cristo cuando debe suceder a millones de personas que además comparten todo tipo de vínculos de órdenes no religiosos, como por ejemplo: económicos, laborales, políticos?

* Una complicación adicional brota de la cultura de nuestro tiempo, que falsifica las palabras. Ejemplos típicos:

(1) Tolerancia NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE respeto a la conciencia del otro sobre la base de su dignidad humana, SINO convivencia no agresiva dentro de los parámetros de la ley convencional y positiva.

(2) Autenticidad NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE una vida expresada desde lo más propiamente humano en su integralidad SINO expresarse de modo primario, espontáneo, irreflexivo; incluso cínico.

(3) Libertad NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE ausencia de coacción para buscar lo que es verdadero y bueno SINO posibilidad de obrar como a uno se le venga en gana.

(4) Amistad NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE “hacer al amigo todo el bien” SINO ser aliado incondicional, o sea: cómplice, compinche.

(5) Misericordia NO SE QUIERE QUE SIGNIFIQUE amor de caridad que se conmueve ante la necesidad del hermano y busca hacerle el bien, SINO obrar con un extraño como si fuera “amigo.” (Y véase el anterior número (4) sobre la manera como se entiende “amigo”).

* A menudo estas redefiniciones, parte de una dura guerra semántica, tienen el propósito de servir a la imposición de un “pensamiento único” y a la idolatría del dios Mercado.

Conversión Pastoral, 08 de 12, Homilías

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 8 de 12: Homilías

* Reflexión a partir de algunos textos de Evangelii Gaudium, tomados de los siguientes numeros:

135. La homilía es la piedra de toque para evaluar la cercanía y la capacidad de encuentro de un Pastor con su pueblo.

136. Renovemos nuestra confianza en la predicación, que se funda en la convicción de que es Dios quien quiere llegar a los demás a través del predicador y de que Él despliega su poder a través de la palabra humana.

137. Hay una valoración especial de la homilía que proviene de su contexto eucarístico, que supera a toda catequesis por ser el momento más alto del diálogo entre Dios y su pueblo, antes de la comunión sacramental.

138. La homilía no puede ser un espectáculo entretenido, no responde a la lógica de los recursos mediáticos, pero debe darle el fervor y el sentido a la celebración. Es un género peculiar, ya que se trata de una predicación dentro del marco de una celebración litúrgica; por consiguiente, debe ser breve y evitar parecerse a una charla o una clase.

Este mismo contexto exige que la predicación oriente a la asamblea, y también al predicador, a una comunión con Cristo en la Eucaristía que transforme la vida. Esto reclama que la palabra del predicador no ocupe un lugar excesivo, de manera que el Señor brille más que el ministro.

141. Uno se admira de los recursos que tenía el Señor para dialogar con su pueblo, para revelar su misterio a todos, para cautivar a gente común con enseñanzas tan elevadas y de tanta exigencia. Creo que el secreto se esconde en esa mirada de Jesús hacia el pueblo, más allá de sus debilidades y caídas.

Conversión Pastoral, 07 de 12, Equipo

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 7 de 12: Equipo

* La Iglesia en Cruz: vertical y horizontal
+ La fe que nos salva no es fruto de un consenso de voluntades humanas. Es la respuesta a la predicación de los apóstoles.
+ La fe la recibimos; es un don que en el momento mismo de darse establece una dirección “vertical,” que va de arriba hacia abajo: una jerarquía. Por consecuencia, lo jerárquico en la Iglesia no es un añadido posterior, con fines de funcionamiento, sino parte misma del modo único como nace la comunidad creyente: a partir del testimonio de los apóstoles.
+ Sin embargo, ello no autoriza a la prepotencia, la vanidad o el clericalismo, que son todas enfermedades en las que Cristo pierde su lugar y su significado. La autoridad debe existir pero somo servicio, a la manera de Cristo.
+ Además, está la dimensión “horizontal”: todos, jerarcas o no, hemos sido salvados por misericordia; todos hemos recibido también don del Espíritu, y cada carisma tiene su lugar e importancia en la vida del pueblo de Dios.

* Ser líderes
+ El presbítero está llamado a “ir delante” en el conocimiento de Cristo, y en el amor y obediencia a su Evangelio.
+ Su labor no es la de consultor ni se reduce a “acompañar” las opciones de la gente porque a menudo esas opciones son determinadas por eficaces métodos de los centros de poder económico y político para “lavar” el cerebro a las masas.

* Afianzar la unidad en el presbiterio y luego en la comunidad
+ Vemos en la Sagrada Escritura que el individualismo anterior a la Pascua se abre a una experiencia de comunión muy profunda. Es fruto del Espíritu que se consolida en la oración. ¿Qué otras lecciones nos deja?
(1) Importancia de volvernos a la palabra de los apóstoles.
(2) Gestos específicos de compartir y de solidaridad.
(3) Reconocer los enemigos comunes (las persecuciones, muchas veces sutiles, que padece la Iglesia hoy)
(4) Recordar que el corazón de toda diócesis es el seminario.

Conversión Pastoral, 06 de 12, Sencillez de vida y fidelidad doctrinal

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 6 de 12: Sencillez de vida y fidelidad doctrinal

* La sencillez, la austeridad y la sobriedad apuntan hacia un cristianismo que se concentra en el anuncio fundamental del amor transformante de Dios. Ese modo de ver la fe parece dejar en segundo plano la contextura moral tanto de quien predica como de quien escucha. Unas cuantas reglas sencillas, propuestas por el Papa Benedicto, ayudan a evitar malos entendidos y posiciones extremas:

(1) No a la pasividad: “estoy tranquilo y seguro en la verdad que conozco bien”

(2) No al relativismo: “estoy tranquilo y seguro en mi verdad, que yo mismo defino y conozco bien”

(3) Sí a la acogida, venciendo el asco.

(4) Sí a la misión, venciendo la pereza, la comodidad y el pesimismo.

(5) Sí al camino, a la resolución de hacer camino con el hermano, venciendo el conformismo.

Conversión Pastoral, 05 de 12, Austeridad y celo misionero

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 5 de 12: Austeridad y celo misionero

* La conciencia del don que uno recibe cuando se abre plenamente al don de la fe se convierte, en primer lugar, en una fuente de abundantísima alegría.

* El tesoro recibido trae pronto otro fruto: la escala de los antiguos bienes se ve reducida. Lo que antes fascinaba, hasta el punto de encadenarnos en idolatría, pronto pierde poder. De esa manera, el don de la fe invita, y casi empuja, a una vida más sobria, más sencilla, más austera.

* La secuencia sigue: el corazón que depende menos de las complacencias y bienes del mundo es mucho más libre; ese don de libertad se traduce en disponibilidad, agilidad, capacidad de salir de sí y de darse a los demás. La alegría de sabernos amados se traduce entonces en celo por anunciar a otros los bienes recibidos.

Conversión Pastoral, 04 de 12, Alegría

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 4 de 12: Alegría

* La alegría es la expresión de la respuesta que brota ante el exceso de amor que Dios ha manifestado “pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1,3).

* Es un contrasentido anunciar con tristeza una buena noticia. La evangelización sólo es posible desde una experiencia inicial de gozo; un gozo tan grande, que reclama ser compartido.

* Por el contrario, cuando la fe cristiana se quiere reducir a sus “resultados,” es decir, al tipo de comportamiento que debe garantizar, entonces la alegría se extingue y sólo queda el deber frío, el imperativo categórico kantiano, que puede complacer a nuestra razón pero que tiene todas las carencias de la Ley de Moisés.

* La alegría, en cambio, la verdadera alegría cristiana, se parece mucho a un genuino enamorarse: la persona que se sienta plena, e incluso desbordada por el amor de su pareja, simplemente no considera la posibilidad de ser infiel. En este sentido, la perseverancia fiel va ligada a un ministerio vivido con alegría y gratitud.

Conversión Pastoral, 03 de 12, Caricaturas sobre Benedicto y Francisco

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 3 de 12: Caricaturas sobre Benedicto XVI y Francisco

* La lectura de signos de los tiempos no es una acumulación de datos: es traer a nuestro corazón y pensamiento lo que viven nuestros hermanos; de modo eminente esta “lectura” la realizan nuestros obispos.

* Hay caricaturas que pretenden disminuir, calumniar o despreciar a Benedicto mientras exaltan a Francisco; se valen de mitos como:
+ Habría una corrupción total en la curia vaticana.
+ Benedicto sería adicto a la pompa y lujo.
+ Francisco es puro evangelio; lo que hubo antes de él, pura mundanidad.

* Otras caricaturas exaltan con nostalgia a Benedicto, como si Francisco fuera a destruir la doctrina y acabar con la Iglesia.

* Las grandes preocupaciones de Benedicto: subjetivismo y relativismo; armonía superior entre razón y fe; tienen eco en Francisco, pero de otro modo, según examinaremos. [Más de la relación entre estos Papas aquí.]

Conversión Pastoral, 02 de 12, Pablo VI y Juan Pablo II

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 2 de 12: Leyendo signos de los tiempos

* Pablo VI
+ Extremismos del postconcilio: progresismo y tradicionalismo
+ Búsqueda de una relación constructiva Iglesia – Mundo
+ Relanzamiento de la alegría.

* Juan Pablo II
+ Denuncia de un humanismo sin Dios
+ Aporte profético sobre la teología del cuerpo

Conversión Pastoral, 01 de 12, Introducción

[Retiro espiritual para sacerdotes de la Diócesis de Yopal, en Colombia; Enero de 2014.]

Tema 1 de 12: introducción

* Permanente necesidad de la conversión.

* Disculpas usuales: Que se conviertan…
+ Los ricos / Los poderosos
+ Los violentos / Los cobardes
+ Los jóvenes / Los viejos
+ Los que no piensan como yo

* Dos tipos de conversión
+ El modelo “Mateo”
+ El modelo “Betania”

* Señales de conversión interior:
+ Manera de distribuir el tiempo
+ Temas de conversación espontánea
+ Iniciativas de renovación pastoral

ABC de la Familia para el Siglo XXI, 2 de 2

[Predicación en el Encuentro de la Asociación de Padres y Madres Orantes, en Chía, Cundinamarca, COLOMBIA. Diciembre de 2013.]

Tema 2 de 2: En dónde se debilita y cómo puede fortalecerse la familia

* Hay cuatro características, muy buenas en sí mismas, pero en grave condición actualmente, que suelen ser muy importantes para los noviazgos actuales. Interesa mirar al periodo de noviazgo porque es ahí donde tanto hombres como mujeres se plantean la posibilidad de formar una familia.

* Las cuatro características muy valoradas hoy son: compatibilidad y autenticidad, por una parte; respeto y libertad, por otra parte.

* La dificultad está en que estas características suelen verse y vivirse desde una perspectiva excesivamente subjetiva, de modo que:

(1) Ser “compatibles” equivale a que cada uno se considera “satisfecho” con lo que encuentra y logra del otro. Así está abierto el camino a una amenaza: ¿Y cuando no nos sintamos satisfechos?

(2) Ser “auténticos” equivale, en esta visión moderna, a mostrarse uno como es; obrar desde dentro y desde la propia convicción o las propias opciones. Y de ahí una nueva amenaza: ¿Y si mañana las opciones o prioridades “auténticas” de mi pareja son otras?

(3) “Respetarse” suele equivaler a reservarse cada uno “espacios” de tiempo, de privacidad, de antiguas amistades o afectos, que efectivamente son amenazas indescifrables.

(4) Ser “libre” equivale a que nadie, ningún contrato, puede retenerme donde no quiero estar. Con esa óptica, no hay modo de casarse si no es preparando el divorcio.

* Si se quita el sesgo subjetivista, desaparecen, por supuesto, las mencionadas amenazas: ser compatibles, auténtico, respetuoso y libre equivale, en óptica cristiana, a buscar el bien del otro, y eso en realidad se traduce en buscar la gloria para Dios en la vida de la pareja y de la familia.

ABC de la Familia para el Siglo XXI, 1 de 2

[Predicación en el Encuentro de la Asociación de Padres y Madres Orantes, en Chía, Cundinamarca, COLOMBIA. Diciembre de 2013.]

Tema 1 de 2: Qué es y qué función cumple la familia

* El ser humano nace indefenso y necesitado de atención, cuidados, compañía, educación y afecto. Su infancia es notoriamente larga, si se la compara con otras especies animales.

* La institución, anterior a la sociedad, que hace posible la inserción de nuevos seres humanos en el conjunto del tejido social, de modo que se garantice a la vez la continuidad y la renovación y mejoramiento de la misma sociedad es la FAMILIA.

* Por eso la función primordial de la familia es transmitir un núcleo de valores, convicciones y destrezas que hagan posible esa inserción futura en la sociedad. Claramente este derecho y deber de quienes fundan la familia, es decir, los progenitores, es anterior a toda otra organización social. El derecho que les asiste es natural, de razón, y y en ningún caso es concesión del Estado o del ordenamiento legal que la sociedad tenga. Debe considerarse abuso del Estado usurpar la tarea fundamental de la transmisión del núcleo mencionado.

* Por eso hay también en la familia un segundo deber: enseñar a defender, por los medios lícitos, y sobre la base de la razón, los valores, convicciones y destrezas que se consideran fundamentales. Faltar a este deber equivale a entregar los hijos al poder de las modas y de los más diversos intereses de cualesquiera grupos.

* Un tercer deber de la familia es enseñar que, sobre la base de ese núcleo, es posible y deseable la diversidad, y que esta diversidad no empobrece sino que enriquece con su variedad y complementación a la sociedad entera. Es bueno, entonces, que los hombres sean claramente hombres, y las mujeres sean mujeres. Es bueno que se aprecien los dones de las diversas edades. Es bueno que haya siempre espacio para los discapacitados o enfermos. Es bueno, en fin, que las orientaciones vocacionales y profesionales sean distintas en los distintos grupos y personas.

Una guía de perplejos, 8 de 8, Sugerencias del Papa Francisco

[Retiro para formadores, misioneros y superiores, ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, en Sasaima, Colombia, Diciembre de 2013.]

Tema 8 de 8: Sugerencias del Papa Francisco

* En los números 222 a 237 de su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium el Papa Francisco ofrece algunas indicaciones generales que iluminan la labor de hacer socialmente presente el Evangelio.

(1) El tiempo es superior al espacio

Lo explica en el n. 223: “Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad. Es una invitación a asumir la tensión entre plenitud y límite, otorgando prioridad al tiempo. Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos. Darle prioridad al espacio lleva a enloquecerse para tener todo resuelto en el presente, para intentar tomar posesión de todos los espacios de poder y autoafirmación. Es cristalizar los procesos y pretender detenerlos. Darle prioridad al tiempo es ocuparse de iniciar procesos más que de poseer espacios. El tiempo rige los espacios, los ilumina y los transforma en eslabones de una cadena en constante crecimiento, sin caminos de retorno. Se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad.”

(2) La unidad prevalece sobre el conflicto

Lo explica el Papa en el 228: “De este modo, se hace posible desarrollar una comunión en las diferencias, que sólo pueden facilitar esas grandes personas que se animan a ir más allá de la superficie conflictiva y miran a los demás en su dignidad más profunda. Por eso hace falta postular un principio que es indispensable para construir la amistad social: la unidad es superior al conflicto. La solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierte así en un modo de hacer la historia, en un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida. No es apostar por un sincretismo ni por la absorción de uno en el otro, sino por la resolución en un plano superior que conserva en sí las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna.”

(3) La realidad es más importante que la idea

Leemos al Papa en el 232: “La idea –las elaboraciones conceptuales– está en función de la captación, la comprensión y la conducción de la realidad. La idea desconectada de la realidad origina idealismos y nominalismos ineficaces, que a lo sumo clasifican o definen, pero no convocan. Lo que convoca es la realidad iluminada por el razonamiento. Hay que pasar del nominalismo formal a la objetividad armoniosa. De otro modo, se manipula la verdad, así como se suplanta la gimnasia por la cosmética.[185] Hay políticos –e incluso dirigentes religiosos– que se preguntan por qué el pueblo no los comprende y no los sigue, si sus propuestas son tan lógicas y claras. Posiblemente sea porque se instalaron en el reino de la pura idea y redujeron la política o la fe a la retórica. Otros olvidaron la sencillez e importaron desde fuera una racionalidad ajena a la gente.”

(4) El todo es superior a la parte

Esta explicación nos da el Papa en el 235: “El todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas. Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios. Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia. Del mismo modo, una persona que conserva su peculiaridad personal y no esconde su identidad, cuando integra cordialmente una comunidad, no se anula sino que recibe siempre nuevos estímulos para su propio desarrollo. No es ni la esfera global que anula ni la parcialidad aislada que esteriliza.”

Una guía de perplejos, 7 de 8, Para salir de la perplejidad

[Retiro para formadores, misioneros y superiores, ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, en Sasaima, Colombia, Diciembre de 2013.]

Tema 7 de 8: Para salir de la perplejidad

* Cuatro recomendaciones generales para vencer la perplejidad que se experimenta ante la dificultad de transmitir nuestra fe y nuestros valores:

(1) HISTORIA. Sin la luz de un buen contexto histórico, lo único que nos queda de los grandes fenómenos sociales es como la cancha vacía y sucia de un estadio, sin entender qué se jugó ni si fue justa o injusta la victoria. No importa si la gente que participa de esas corrientes y amplias transformaciones es consciente o no de lo que viven, o si ignoran hasta qué punto ellos mismos, y sus decisiones, son consecuencias de hechos y tendencias que les anteceden y superan. Aunque la gente misma no lo sepa es bueno y saludable para nosotros, como servicio a la misma gente, saberlo.

(2) MAGISTERIO. No somos ni los primeros ni los últimos en plantearnos cómo transmitir la fe. Numerosos documentos de nuestros legítimos pastores dan pistas claras y análisis certeros sobre los mismos escenarios que tratamos de comprender mejor para servir mejor. Es tiempo de dejar de ver los documentos eclesiales como simples “tareas” o “cargas” y empezar a verlos como subsidios y herramientas que nos ayudan grandemente.

(3) DISCERNIMIENTO. Es preciso superar la idea de que lo antiguo, por el solo hecho de ser antiguo, es bueno (o malo), o que lo nuevo, por nuevo, ya es malo ( o bueno). Como guía de lectura de la realidad, el discernimiento nos invita a aplicar, en términos muy amplios, lo que el Papa Benedicto XVI llamó la “hermenéutica de la continuidad,” buscando el crecimiento orgánico del bien.

(4) ACTITUD. Para tender puentes necesitamos cambios de actitud en nosotros, sin pretender que otros den los primeros pasos. Esto incluye: conocimiento de sí mismo, humildad, caridad, oración y finalmente, diálogo.

Una guía de perplejos, 6 de 8, Modernidad y Postmodernidad

[Retiro para formadores, misioneros y superiores, ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, en Sasaima, Colombia, Diciembre de 2013.]

Tema 6 de 8: Modernidad y Postmodernidad

* Ante todo, hay que distinguir Modernidad, que alude a un fenómeno cultural con luces y sombras, y modernismo, que hace referencia a una tendencia herética de la que ya hemos hecho una presentación en la anterior predicación.

* Según lo ya explicado, el rasgo más típico de la Modernidad es el papel protagónico que le da a la razón humana. En sí mismo, esto es bueno, pero, como anotaba Jürgen Habermas, el énfasis racional se ha concentrado casi completamente en la “razón instrumental,” es decir, en la capacidad de analizar esquemas, situaciones y procesos para transformarlos según el propósitos de cada sujeto.

* Por supuesto, la razón instrumental abre posibilidades de desarrollo pero también de explotación y desastre. Y todo ello ha sucedido. A impulso de la máquina de vapor, la revolución industrial cambió las reglas de juego en la economía, convirtiendo al sistema de producción no en un camino para satisfacer sino para crear necesidades.

* Los cambios psicológicos, familiares, sociales y ecológicos de la aplicación indiscriminada de la razón instrumental terminaron pasando su factura en dos espantosas guerras mundiales y en una estela de desastres ecológicos irreparables. Como quien despierta de un profundo letargo, el mundo de Occidente se vio de pronto con un desastre a su alrededor, y sin una brújula a mano.

* La exigua propuesta del existencialismo (Sartre) fue dar el nombre de libertad a la desorientación, y convertir la felicidad en una etiqueta de libre postura y remoción. No es extraño que por ese camino se llegara a la Revolución de Mayo de 1968: el subjetivismo ignorante y arrogante trataba de poner cara dura a su triste destino (Camus) o renunciaba a toda significación para refugiarse en paraísos falsos de placer fácil: sexo y droga (hippismo).

* El nuevo contexto viene marcado por un profundo escepticismo hacia la racionalidad misma, es decir, el centro vital de la Modernidad es puesto en cuestión. La Post-Modernidad pretende conservar espacio para la verdad sólo en dos ámbitos: en la Ciencia (y claro está, su derivada, la tecnología), y en la “verdad subjetiva” es decir, en la confusión entre verdad y autenticidad, como si presentarse y asumir los propios deseos como se presentan fuera garantía de una especie de verdad.

* La postmodernidad cuestiona también las “grandes pertenencias,” es decir, el considerarse uno, ante todo, como hijo de una nación, , miembro de un partido, fiel de una iglesia. Las “grandes narrativas,” sean de tipo filosófico-metafísico o religioso, caen en descrédito porque las “grandes instituciones” se han mostrado hipócritas, traidoras o en todo caso, insuficientes para evitar los desastres que el siglo XX presenció.

* En el mundo postmoderno lo que caben son las pequeñas fidelidades y las pequeñas felicidades: la escala se reduce, las esperanzas se redimensionan, a caballo entre el cinismo y la resignación.

* Es importante subrayar que hay frutos buenos, reales y posibles, tanto en la Modernidad como en la Postmodernidad. Lo más sabio, por supuesto, será tratar de incorporarlos todos. De la Modernidad hay que rescatar los valores de la racionalidad, el progreso, la civilidad y la búsqueda de una cosmovisión (u omnicomprensión). De la Postmodernidad no debe dejar perderse lo que tiene en dirección a la humildad, la ternura y la comunidad.

Una guía de perplejos, 5 de 8, Raíces del Modernismo

[Retiro para formadores, misioneros y superiores, ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, en Sasaima, Colombia, Diciembre de 2013.]

Tema 5 de 8: Raíces del Modernismo

* Al revisar la raíz de la “perplejidad” dominante en nuestro tiempo llegamos al subjetivismo. No es un simple capricho de moda. Tiene raíces históricas que lo vinculan a un movimiento cultural largamente gestado y realizado. Hablamos del modernismo.

* Partimos del siglo XII, en que se destacan dos fenómenos: el surgimiento de las universidades, y el desplazamiento, motivado por el comercio, del polo de desarrollo hacia los “burgos,” que luego serían las grandes ciudades. En ambos casos hablamos del despuntar de nuevas formas de poder: el estudio y el comercio, que vendrán a competir cada vez más frontalmente con los poderes hasta entonces consolidados en la sociedad de cuño cristiano,a saber: el clero y la nobleza. Singular atención merece la Universidad de Bolonia, que lidera la búsqueda de un ordenamiento estrictamente “civil,” es decir, ligado a la “civis,” y no conectado entonces con la asamblea de los fieles, la “ecclesia.”

* El siglo XIV es, en general, tormentoso para la Iglesia. Los varios episodios de la devastadora peste han hecho colapsar el ordenamiento social y eclesial, privando a Europa de cerca de una tercera parte de sus habitantes. Muchas vocaciones de pésima calidad, sin casi instrucción alguna, deben asumir improvisadamente lugares de responsabilidad. De otra parte, las luchas intestinas en tierras italianas hacen que el Papa tema por su vida y entonces se abre un tiempo, de cerca de setenta años, en que el Obispo de Roma no habita en Roma sino en Aviñón, con el agravante de una curia mundanizada en todos sus aspectos. El final de este siglo encuentra a la Iglesia dividida en su cabeza, por el Cisma de occidente, que durará unos 40 años. La credibildiad de la Iglesia quedará resquebrajada de modo casi irreparable.

* El siglo XV es el tiempo en que las grandes ciudades comerciales de Italia ven llegada su oportunidad de florecer. Su modelo de crecimiento no será la comunidad cristiana, que se antoja atrasada y desprestigiada. Aquellos hijos de ciudades miran a las urbes de la Antigüedad y se consideran gente del “renacer;” consideran que en ellos y con ellos se da el Renacimiento de la gloria del mundo antiguo, idealizado como lugar de literatos, sabios, artistas y grandes hombres. A pesar de que la Iglesia aprovechará los talentos de algunos de los más notables renacentistas, el movimiento como tal surge al margen de la fe y su orientación no es el reino de Dios sino la gloria del hombre.

* El el XVI las cosas llegan a un punto de no retorno. Para Martín Lutero la autoridad decisiva no es ya más la Iglesia, a pesar de todas sus bulas y rescriptos. Lutero está convencido de que no haya nada por encima de su Biblia y su conciencia. Es un hito importante en la consolidación del subjetivismo y la autonomía cerrada que se impondrá después. Otro reformador protestante, Calvino, considera que puede organizar la sociedad humana según la Palabra de Dios omitiendo con plena conciencia todo el legado de quince siglos de cristianismo, simplemente porque ese cristianismo ahora está asociado con el catolicismo.

* Los avances espectaculares de la ciencia moderna, basada en el lenguaje matemático y la verificación por vía de experimentación, abrirán un capítulo nuevo en esta historia. Los hombres de fines del XVII y los del XVIII ya dejan a Dios un lugar sólo simbólico. La Biblia no les parece palabra “de Dios” sino un episodio más en la historia de las supersticiones y clericalismos. No son cristianos, pues les parece ridículo pertenecer a una religión: estos ilustrados y enciclopedistas son “deístas”: Dios queda en su discurso pero únicamente de modo anónimo, lejano y mudo.

* El siglo XIX dará el paso lógico: sacudir la idea de ese “dios” disecado e inútil. El ateísmo hace entrada arrogante en la escena pública y la fe ya solo puede ser un adorno, un capricho, o más probablemente, un estorbo. Para Engels o para Nietzsche, la tarea no es seguir discutiendo a Dios, porque Dios “ha muerto;” para ellos la tarea es construir la sociedad humana, y para ello, cuantos menos estorbos e interrupciones, mejor.

* La reacción de la Iglesia es comprensiblemente drástica: El Syllabus del beato Pío IX, y luego la encíclica “Pascendi” de San Pío X quieren dejar meridianamente clara la verdad católica por vía de denuncia de los enemigos de la fe.

* Otros intentan una vía de negociación. El caso más sonado es el de un sacerdote francés, Loisy, que pretende que la Iglesia asuma la manera de conocer de la ciencia, ys us resultados, con la autoridad y peso que antes se concedía solo a la autoridad apostólica. Tal es el modernismo: la pretensión de medir la fe por el tamaño de la aceptación que tenga, a la luz de la subjetividad racional, primero, pero también, ante la fuerza d elas presiones sociales, los gustos, o las conveniencias del sujeto.

Una guía de perplejos, 4 de 8, Ciclos en la vida del creyente

[Retiro para formadores, misioneros y superiores, ofrecido a las Hermanas Dominicas Nazarenas, en Sasaima, Colombia, Diciembre de 2013.]

Tema 4 de 8: Ciclos en la vida del creyente

* En la predicación anterior hemos visto la transmisión de la fe desde el punto de vista de aquel que la ofrece, es decir: el misionero, predicador, pastor o formador. En esta enseñanza queremos ver el fruto progresivo y avance típico que realiza la fe en quien la recibe. De modo ordinario, esto acontece por “ciclos.” Un amplia tradición católica reconoce esos ciclos, o etapas, o generaciones, en grupos de tres.

* En esta ocasión, y en referencia al tema central de este retiro, conviene mirar estos tres ciclos: sanación, crecimiento y maduración. una de las ventajas de esta nomenclatura es que permite asociar estos ciclos básicos con el testimonio que nos dan los evangelios.

* SANACIÓN: es el primer interés de los que se acercan a Jesús. Quieren obtener “algo” de él y no les interesa, en general, que su vida sea cuestionada o cambiada. por eso, su lugar de acceso a Jesucristo es el anonimato, la multitud. Su atención está focalizada en su propio yo. Hay, como se ve, enorme imperfección y egoísmo en esta manera de obrar, pero ya le explicó Dios a Santa Catalina: el alma humana es primero imperfecta, y sólo después perfecta.

* CRECIMIENTO: supone un llamado del Señor “a estar con él” (cf. Marcos 3). Esta etapa da fruto en un ambiente específico, que es la comunidad. Cuando el creyente vive de verdad esta etapa, su foco no son ya sus intereses de siempre, sino un nuevo ideal, un nuevo ser. Lo que anhela es alcanzar lo que Cristo le muestra que podría ser. Por eso toma una actitud proactiva que le lleva a desterrar vicios, cultivar virtudes y aprender sobre Cristo, la Biblia y la Iglesia.

* MADURACIÓN: supone un nuevo llamado, un nuevo “¡Sígueme!” de Cristo (cf. Juan 21). El centro focal ya no es el yo, ni antiguo ni nuevo, sino solamente Él, Cristo Jesús, su reino, su gloria, su Iglesia. El creyente que vive a plenitud esta etapa no se inquieta por al variación de circunstancias, o por la aceptación o no aceptación de su propia persona, porque está convencido que Dios obra de muy diversas formas, y lo único que en verdad interesa es su voluntad. A menudo esta opción acontece en soledad y misterio, y es hermana de la Cruz.