Familias Sólidas, 2 de 2, Pautas de crecimiento familiar

[Predicación a un grupo de parejas en la Parroquia de María Reina, en Puerto Azul, Guayaquil. Septiembre de 2014.]

Tema 2 de 2: Pautas de crecimiento familiar

* Hay cuatro áreas en las que particularmente urge crecer, si queremos familias sólidas, capaces de rebelarse ante el nuevo orden mundial impuesto:

(1) Recuperar el lugar del varón como cabeza del hogar: cabeza, en sentido integral, que implica liderar la oración, la formación en la fe, y la capacidad de articular una respuesta frente a los desafíos reales del mundo.

(2) Hay que ayudar, sin imponer, a que los hijos descubran sus talentos y fortalezas, como criterio primero para definir su profesión u oficio.

(3) La mejor asesoría para escoger pareja es acostumbrar a los hijos a observar qué lugar ocupa Dios y qué lugar ocupan los necesitados en el esquema de vida de las posibles candidatas o candidatos, según el caso.

(4) Y no olviden los padres que el mundo que enfrentarán sus hijos va más allá de lo que han conocido en el hogar. Por eso es preciso vincularse a comunidades, grupos, movimientos o asociaciones que defiendan nuestra fe y valores.

Familias Sólidas, 1 de 2, Invitación a la sana rebeldía

[Predicación a un grupo de parejas en la Parroquia de María Reina, en Puerto Azul, Guayaquil. Septiembre de 2014.]

Tema 1 de 2: Invitación a la sana rebeldía

* Cuando el entorno contradice nuestros principios, deseos o necesidades, hay dos reacciones posibles: asimilarse uno al ambiente adverso, o adaptar ese ambiente a lo que uno considera que necesita. La Escritura es clara: lo nuestro es transformar nuestra mente (Romanos 12) y ser sal de la tierra, sal que da sabor y que no teme ser escozor (Mateo 5).

* El mundo, en efecto, trata de “domesticarnos” usando cuatro estrategias principales:

(1) La ley de las mayorías, según la cual empezamos a considerar como “normal” lo que es muy común.

(2) El mal ejemplo de las llamadas “celebridades”

(3) Las seducciones y ventajas (temporales y parciales) que trae el pecado, sobre todo, el pecado “estructural”

(4) El miedo y las amenazas contra quienes quieren romper la hegemonía del orden impuesto.