Un Mensaje a los Ministerios de Música

La música está inscrita en nuestro ser. Llevamos ritmo y melodía en los procesos más básicos, incluyendo la respiración y la circulación, así como el acto mismo de nacer. No es extraño que la música tenga tanta capacidad de influencia en nuestra actitud, o en la manera como nos abrimos o cerramos a lo trascendente. Hacer música entraña entonces una gran responsabilidad porque supone acceder a una forma peculiar de influir sobre otras personas.

(1) La música crea una atmósfera; facilita o dificulta un ambiente de fe. Hay que evitar caer en un ambiente puramente de fiesta, si no es de veras un ambiente de fe.

(2) La armonía es muy importante en la música. Nos habla de cómo diversas experiencias de fe, y de hecho: diferentes personas, pueden concurrir en la creación de una sin-fonía. Pero el presupuesto es que haya armonía entre lo que presentamos en un congreso o en un oro, y lo que es la vida nuestra de cada día.

(3) Los ministerios de música son caminos de servicio, y ello quiere decir que la pretensión de protagonismo arruina la obra de evangelización.

(4) Un poco de creatividad es buena porque despierta, inspira y motiva. Pero usar el ministerio para presentar sólo o principalmente las propias inspiraciones va en contra de un verdadero propósito de evangelizar. Una buena medida es que por lo menos dos terceras partes de lo que se interprete en una asamblea ha de ser previamente conocido por la asamblea.

(5) ¿Y cómo está nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia Católica? Un exceso de entusiasmos por la música protestante ha producido tres desfases: (a) demasiado subjetivismo y énfasis del “yo”; (b) contenidos doctrinalmente sesgados o incompletos; (c) adaptación de cualquier estilo musical: puede atraer a algunos, pero puede alejar a otros.

Con espíritu de fe y de generoso servicio a Dios y a la Iglesia daremos fruto abundante, en el Nombre del Señor.

Vidas Consagradas, 8 de 12, Espiritualidad de la Encarnacion

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 8: Espiritualidad de la Encarnación.

La Encarnación de nuestro Señor Jesucristo es un evento tan completamente singular que la única comparación posible es con la creación misma. Él es, de hecho, el “primogénito” de la nueva creación.

Si en la primera creación Dios obró a partir de la nada, la nueva “nada” es María Santísima, es decir, su disponibilidad absoluta a Dios la hace transparencia de su obrar e incluso de su ser. La Encarnación ha de ser vista como una especie de creación a partir de la carne de María, a partir de su “nada.”

Pero ese obrar libre y creador de Dios “a partir de” no se puede compaginar con la idea de una especie de intimidad entre Dios y la mujer, que es lo que queda supuesto si uno mira a José como excluido del misterio de la Encarnación, o si se piensa que María aportó sus cromosomas, dejando a Dios la aportación de lo que daría el varón. Dios no viene a reemplazar al varón, sino a bendecir y consagrar el amor de una pareja, pero de un modo nuevo, que sólo puede llamarse virginal. Por eso ha de decirse que María es Madre virginal de Cristo, y José, padre virginal de Cristo.

Esta inmensa santidad tanto de José como de María no fue preservada por Dios por vía de aislamiento, separándolos del mundo miserable y pecador, sino por vía de servicio. En la humildad está el secreto para escapar de las tupidas redes del demonio.

Vidas Consagradas, 7 de 12, Espiritualidad de Nazareth

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 7: Espiritualidad de Nazareth.

Nazareth es una hermosa pero muy humilde villa en Galilea, la región más despreciada de lo que fue la Tierra Prometida. Los creyentes de Nazareth pertenecen, sin duda, a lo que la Biblia llama los “anawim,” es decir, aquellos que han hecho el itinerario completo de la fe, hasta descubrir en Dios su única fortaleza, guía y alegría.

Ese itinerario es el del Antiguo Testamento: es una peregrinación que lleva de los bienes exteriores a las realidades del corazón. Sus etapas principales son: (1) Descubrir que es bueno estar con Dios, y que Él es mi delicia. (2) Darse cuenta de que hay obstáculos que me alejan de ese Dios sabio y bueno, y esos obstáculos los he puesto sobre todo yo mismo, de modo que debo dejar de buscar tantos culpables afuera. (3) Descubrir el regalo y el don de la esperanza, como confianza en Él.

Vidas Consagradas, 6 de 12, Maternidad

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 6: Maternidad.

La primera vez que la Biblia alude a ser madre, es con motivo del nombre de Eva, que suele traducirse por “madre de todos los vivientes” pero que igual puede significar “madre de todo lo que tiene vida” o “madre de cada dimensión de la vida.”

La biología y la fisiología mismas de la mujer le dan una capacidad de amplísima percepción y de empatía integral, que hacen de ella, como una Eva, que lleva por dentro un universo posible. En ello hay una enorme riqueza pero también hay una fuente de posibles conflictos con otras “Evas.”

La solución para tal situación suele encontrarse en la combinación de dos cosas: (1) Recurso a la uniformidad (basada en un reglamento) que permite eliminar desperdicio de fuerzas en tratar de imponer gustos o preferencias. (2) La presencia de la “Madre” que con su trato personalizado ayuda a compensar la despersonalización a la que puede llevar la regla, si se idolatra.

Vidas Consagradas, 5 de 12, Fraternidad

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 5: Fraternidad.

No vive la religiosa su consagración en soledad sino en comunidad. Y para ser comunidad no basta con compartir una tarea, que equivale a ser colegas, o compartir un ideario, que equivale a ser camaradas o compañeros. Hay que aprender a ser hermanos.

La Revolución Francesa habló de una “fraternidad” contradictoria, porque carece de padre común. Ese modelo de fraternidad se ha entrado en la Iglesia, y consiste en compartir entusiasmo por un proyecto o por alcanzar una meta. Ese modelo de fraternidad es una trampa para la vida religiosa porque la Hermana que se siente mal o en crisis por definición no comparte el mismo nivel de entusiasmo por los proyectos comunes, y entonces, según este modelo, su conexión de fraternidad se debilita o rompe, llevando al aislamiento. Es un círculo vicioso que puede terminar con la salida de la comunidad.

Tampoco vale hablar de “sororidad,” que equivale a convivencia de quienes se reconocen como hermanas. Una religiosa no vive con mujeres porque le gusta vivir con mujeres sino porque le gusta la Persona, el Mensaje y la Esperanza que Cristo ofrece.

Vivir en fraternidad es, en cambio, reconocer que una misma vida, una misma sangre redentora y un mismo amor del Espíritu nos hacen a unos miembros de los otros. Esto, desde el punto de vista teológico. Desde un punto de vista práctico, la vida en comunidad permite eliminar o disminuir enormemente el “ruido” del deseo, con lo cual es posible amar en libertad.

Ser, pues, hermanos, o hermanas, es un modo de ayudarnos mutuamente en el servicio a Dios y la búsqueda común de la santidad.

Vidas Consagradas, 4 de 12, Ser para Dios

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 4: Virginidad Consagrada.

Consagrarse alude, o al sacramento del orden, o a la decisión de dedicarse sólo a Dios. Esta dedicación es ante todo visible y real, como dedicación del corazón.

Ser virgen para Dios es establecer una relación esponsal con Cristo, de modo que los intereses de Cristo, la gloria de cristo, y el amor que Cristo reciba pasen a ser el centro del ser y hacer de la persona consagrada.

Vidas Consagradas, 3 de 12, Disculpas que alejan de la Cruz

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 3: Disculpas que alejan de la Cruz.

Toda evangelización es como una especie de traducción, pues debe expresar un mensaje en las categorías y el imaginario de nuevos oyentes. Sin embargo, a veces la traducción no es fiel. Eso sucede con lamentable frecuencia cuando se trata del misterio de la Cruz de Cristo. A menudo este misterio se disimula usando variados pretextos que pueden resumirse en cuatro:

(1) La Cruz es real pero quedó ya en el pasado; debemos centrarnos sólo en el Cristo vivo y resucitado (disimulando incluso, en la iconografía, las huellas de la Pasión).

(2) Si hablamos mucho de la Cruz alejaremos, asustados, a los que nos escuchan; hay que tratar de ofrecer a un Cristo más atractivo y, por ejemplo, cercano a los jóvenes.

(3) En la vida real lo que interesa es que las Hermanas (o los frailes) puedan convivir unos con otros, y para eso lo que importa es manejar los temperamentos.

(4) El apostolado hay que hacerlo evaluable, y en los indicadores de presupuesto o de cartera morosa es difícil hacer entrar la Cruz.

Estas disculpas causan gran daño al alejarnos del camino por el que Dios ha querido que seamos capaces de superar las adversidad y heridas que siempre se presentan en el camino de la vida.

Vidas Consagradas, 2 de 12, Tres Grandes Olvidos

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 2: Tres grandes olvidos.

Cambios recientes, globales y acelerados, han creado una mentalidad que es como una atmósfera que uno se acostumbra a respirar, y que modela el modo de pensar, a veces de forma inconsciente.

Entre esos cambios hay que destacar: (1) El individualismo rampante. (2) La lógica del mercado (crear frustración, crear deseo, otorgar satisfacción efímera). (3) La primacía de la tecnología.

En parte como consecuencia de esos cambios, se generan tres grandes olvidos: (1) Ha desaparecido la abnegación. (2) No sabemos cómo “perder tiempo” juntos, es decir: cómo tener convivencia no utilitaria. (3) Se ha dormido nuestra sensibilidad para la poesía como lenguaje supremo.

Vidas Consagradas, 1 de 12, Tentaciones de los Superiores

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 1: Tentaciones de los Superiores.

Leyendo los libros de 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, y 1 y 2 Crónicas, encontramos que tres son principalmente las tentaciones de quienes gobiernan en Nombre de Dios:

(1) Ser tan pastor que me olvide que soy oveja.

(2) Aguardar secretamente el pago de parte de Dios, en compensación por los esfuerzos.

(3) Mirar la relación con los súbditos como si creara un vínculo de trueque con ellos–lo que implica esperar de ellos la propia alegría o bienestar.