Himnos litúrgicos para la Virgen de Guadalupe

Guadalupe!

Para Laudes:

Ayer, alba en el alba, subiste presurosa
por servir a tu prima, cual sierva ante los siervos.
Hoy a México bajas, cual Rosa misteriosa,
para anunciar al indio que en sus ratos acerbos

jamás estará solo; porque jamás, oh Madre,
has sido en nuestra historia cobarde subterfugio;
porque tú eres la escala ante el Hijo del Padre:
¡tú el regazo y el puente; tú, defensa y refugio!

Eres cifra y compendio de nuestra patria suave;
eres signo y substancia de nuestra nueva raza;
eres lámpara y cuna, eres báculo y ave,
eres vínculo y nudo, eres tilma, eres casa.

Por tus manos en hueco, patena de ternura,
consagramos al Padre de todos los consuelos,
por el Hijo, en la Llama quemaste la amargura
del sudor hecho lágrimas y el júbilo hecho anhelos.

Amén.

Para Vísperas:

Morenez de morena hermosura,
no nevado candor de jazmín;
sí amalgama, crisol que madura
nuestra sed del Amor, mar sin fin.

Ella es reina, nosotros vasallos;
ella es río, nosotros la sed;
ella estrella, nosotros los rayos;
ella nave, nosotros la red.

Sobre el surco del llanto, sus ojos,
sobre el hambre de Madre, su amor;
sus dos manos, que quitan abrojos
en la noche de América: sol.

Cuando el valle se viste de sombras
y el silencio es la voz del hogar,
te loamos, Señor, que te nombras
el Amor no agotado de amar.

Amén.

Apremiados por el Amor – Retiro de Conversión, 5 de 5

[Predicación ofrecida primero en Adviento de 2013 para la comunidad hispana en Bernardsville, NJ.]

Tema 5 de 5: Parejas renovadas en el amor

* Por la inmensa importancia que tiene la pareja como raíz de toda forma de comunidad humana, conviene sacar algunas conclusiones y aplicaciones prácticas dirigidas a la familia, a partir de “la Fuente que no se cansa.”

* Tres son las trampas principales que se ciernen sobre la pareja y la familia: (1) Ver el amor sólo en clave de deleite, sea sensual, emocional o de otro género; (2) Ver la fidelidad sólo como una restricción de la libertad, es decir, poco más que una prisión; (3) Ver la vida humana como una transacción, según lo dicho de la “lógica de la transacción” en una predicación anterior.

* Si caemos en esas trampas, como sociedad, lo que nos aguarda es amargura, soledad, y el vano intento de llenar con cosas de consumo y tiempos de entretenimiento los vacíos de un corazón que fue hecho apara amar a Dios y al prójimo.

* Para vencer esas trampas hay que seguir la ruta de la letra “L,” primera en la palabra LOVE, amor, en inglés. La L desciende y después mira al frente. El que se sabe colosalmente amado, sabe que amar no es deleitarse sino traer un bien inmenso, verdadero y gozoso a aquel a quien uno ama. Y la fidelidad no es entonces un compromiso externo, ni por tanto es una coacción: es la expresión de un amor maduro que quiere entregar no sólo el presente sino también el pasado y el futuro.

Apremiados por el Amor – Retiro de Conversión, 4 de 5

[Predicación ofrecida primero en Adviento de 2013 para la comunidad hispana en Bernardsville, NJ.]

Tema 4 de 5: Movidos por el Espíritu

* Para comprender la novedad de la “fuente” del amor de Cristo, conviene recordar la diferencia entre su propuesta y la manera que el mundo considera usual y normal en el trato entre la gente. El modo mundano lo llamamos la “lógica de la transacción” porque corresponde a la idea de que todo tiene que ser recíproco: “yo sonrío al que me sonríe; ignoro al que me ignora; pago con la misma moneda; quiero a los que me quieren, y tengo detalles con la gente que los tiene conmigo…”

* Lo grave de esa manera de pensar es que hace imposible el perdón y no deja espacio a la misericordia: ¿por qué hacer un bien al que falló o al que de hecho busca mi mal? ¿Por qué tender una mano al discapacitado, al inútil para la sociedad, al que no podrá retornar la inversión que hagamos en él?

* Frente a esa lógica implacable y dura, Cristo trae una abundancia de amor que “no se cansa;” que “no lleva cuentas” (1 Corintios 13); que retrata el infinito mismo de Dios. por eso el primer Nombre del Espíritu Santo en esta reflexión es: DON. El amor de Dios, que unge a Jesús de Nazareth y que, desde él se derrama en los cristianos, es abundancia de gracia, de regalo, de DON.

* Ese DON inmenso es activo y transformante. Lo que no puede nuestro corazón se parece a lo que el hierro no puede alcanzar jamás en su frialdad. El FUEGO del herrero logra, sin embargo, maravillas; y así logra Dios hacer de nosotros amigos suyos, y santos.

* Transformados por su gracia, capaces de lo que parecía imposible, somos enviados por ese mismo Espíritu, no como un simple trabajo sino como un gozo que se comparte, según lo que nos dice el Papa Francisco: “es la gratitud que brota de un corazón verdaderamente atento a los demás. De esa forma, cuando un evangelizador sale de la oración, el corazón se le ha vuelto más generoso, se ha liberado de la conciencia aislada y está deseoso de hacer el bien y de compartir la vida con los demás” (Evangelii Gaudium, 282).

Apremiados por el Amor – Retiro de Conversión, 3 de 5

[Predicación ofrecida primero en Adviento de 2013 para la comunidad hispana en Bernardsville, NJ.]

Tema 3 de 5: La fuente que no se cansa

* Vamos al Capítulo 4 del Evangelio de San Juan. Encontramos a un sediento que promete agua: es Cristo Jesús ante una mujer samaritana. El lenguaje del Señor quiere despertar la sed que corre más profunda que la simple necesidad de un poco de agua. Esa es la sed que Él quiere saciar; la sed que apunta a un amor, a una fuente, a un motor que no se cansa.

* Y el mismo Cristo es el espejo más perfecto de ese modo de amor. Frente a la traición de los amigos, el odio de los enemigos, la crueldad de la tortura y la perspectiva de una muerte deshonrosa, su amor no se cansa, no disminuye, sino que al contrario brilla con más fuerza.

* Es evidente que las fuerzas humanas, por sí mismas, no llegan a tanto. Incluso el heroísmo y la coherencia, cuando llegan al extremo de dar la vida por una causa, llevan el sello del desprecio, la venganza o el odio a los verdugos. Nada de eso hay Cristo ni en sus mártires. Su amor brota de una fuente más alta y tiene poder para llevar hasta la altura misma de la eternidad gozosa.