#LaudesFrayNelson para el Lunes de la Semana X del Tiempo Ordinario
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
#LaudesFrayNelson para el Lunes de la Semana X del Tiempo Ordinario
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[Predicación a una Asamblea de la Renovación Carismática en San Salvador. Junio de 2014.]
Tema 2 de 2: El Espíritu te da las herramientas y armas necesarias
* Efesios 6 nos recuerda que estamos en combate espiritual, y que debemos revestirnos de las armas de Cristo. Tal es la obra que realizan los dones del Espíritu Santo.
* El don de entendimiento nos ayuda a conocer el sentido propio de la Palabra de Dios; la presencia de Cristo en la Escritura; el progreso de la revelación.
* El don de ciencia nos ayuda a descubrir la presencia y el actuar de Dios en la naturaleza, en la historia y en nuestra propia vida, más allá de sus contradicciones y de nuestros propios pecados.
* El don de consejo nos hace sensibles a las inspiraciones de la gracia, de modo que seamos guiado, más allá de nosotros mismos, por la voluntad divina. En un desarrollo ulterior, este mismo don nos concede ayudar a otros a discernir qué es lo mejor para sus vidas.
* El don de temor de Dios, en una primera fase, le quita la máscara al pecado, de modo que no estemos ciegos a las terribles consecuencias de pecar. En una fase más avanzada, infunde en nosotros el temor de ofender a Dios de quien nos sabemos viva y gratuitamente amados.
* El don de piedad, en una primera fase, nos hace sentir hijos de Dios y así nos permite establecer una relación cálida, de afecto y confianza con nuestro Padre del Cielo; en una segunda fase, nos inspira la sensibilidad y delicadeza para todo lo que atañe a la relación con Dios, en términos de devoción, liturgia y vida espiritual. Aún más, nos hace percibir y compartir la compasión divina hacia los pequeños y desposeídos.
* El don de fortaleza, en una primera fase, nos capacita para resistir burlas, indiferencias y ataques por razón de la fe; en una segunda fase nos da el vigor para emprender arduos, y sobre todo útiles proyectos para la gloria divina.
* El don de sabiduría une el SABER y el SABOR, de modo que respiremos la atmósfera de Dios y participemos de su perspectiva sobre los asuntos del mundo de cara a la eternidad.
[Predicación a una Asamblea de la Renovación Carismática en San Salvador. Junio de 2014.]
Tema 1 de 2: El Espíritu renueva en ti el misterio de Cristo
* Los dos grandes momentos del Espíritu Santo en la vida de Cristo son, por supuesto, la Encarnación y la Resurrección.
* El misterio de la Encarnación nos recuerda que sólo desde la disponibilidad y docilidad, a ejemplo de María, dejaremos a Dios ser Dios. La humildad y la fe son la preparación objetiva para que el Espíritu haga de nosotros nueva arcilla y en nosotros modele a Cristo, Nuevo Adán.
* La vida del Resucitado es vida de Aquel que ha vencido la muerte y sus esbirros. Es tener capacidad de decir una palabra nueva y fuerte en todo ámbito de la vida humana, no como simple cambio sino como verdadera participación en el Reinado de Cristo. Esto cuenta y vale particularmente para los laicos.
[Predicación en la Parroquia de San Rafael Arnaiz, en San Marcos, El Salvador, con motivo de la Solemnidad de Pentecostés de 2014.]
* El texto bíblico nos habla de una transformación notable en los Apóstoles desde el momento en que recibieron el Espíritu Santo. Quedaron atrás la cobardía, la ignorancia y la vanidad, y en cambio de ellas llegaron la valentía para proclamar el señorío de Cristo, la profunda comprensión de la Palabra y la voluntad divinas, y la primacía del bien común de la Iglesia por encima de los intereses personales y aun de la propia vida.
* Hay varios modos de descubrir un poco más de cerca las riquezas de ese cambio. Uno de esos modos es tomando comparación a partir de nuestro propio cuerpo y sus funciones. En esta ocasión, hablamos de cómo el Espíritu renueva nuestros ojos, nuestras pasos y nuestro corazón.
* Necesitamos ojos nuevos para admirar y agradecer las obras de Dios; para reconocer a Cristo en la persona de los pobres; y para acoger el plan de Dios, preguntando menos “por qué” y más “para qué” suceden las cosas.
* Necesitamos pasos nuevos, pasos de renovada agilidad, para alcanzar aquellos lugares adonde el Señor quiere que vayamos, y en cierto sentido nos necesita. ¡Él ha querido necesitarnos, no de modo absoluto pero sí real!
* Necesitamos sobre todo un corazón nuevo, que no ame con la “lógica de la transacción” sino con la “lógica de la gratuidad;” un corazón que se abra a la fraternidad sincera, más allá de los impulsos de la conveniencia “carnal;” un corazón que sea audaz en buscar aquellas “periferias existenciales” de las que viene hablándonos el Papa Francisco; un corazón que sea capaz de creer en una esperanza mejor, que derrota incluso a la muerte.
La Resurrección, el Anuncio de la Paz y el Don del Espíritu Santo: ¿cómo se relacionan?
Cuando Dios nos ordena algo, con esa misma Palabra nos está dando la fuerza interior para realizarlo y vivirlo.
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Segundas #VisperasFrayNelson para la Solemnidad de Pentecostés
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Criterios para discernir entre las obras propias del Espíritu y algunas falsificaciones frecuentes.
[Predicaciones a un grupo de parejas y otros laicos, en San Salvador. Junio de 2014.]
Tema 2 de 2: Pequeño catecismo sobre la familia
* ¿Por qué es indispensable la defensa de la familia, de cara al futuro de la sociedad?
* ¿Hay límites en la intervención del Estado cuando se trata de legislar sobre la familia?
* ¿Qué bases biológicas y en general corporales hay para afirmar la diferencia, complementariedad e igual dignidad entre el hombre y la mujer?
* ¿Qué bienes particulares vienen a los hijos del hecho de tener como referencias de educación y autoridad al hombre y a la mujer, y no por ejemplo dos hombres o dos mujeres?
* ¿Por qué se afirma que nuestra época se encuentra particularmente escasa de verdaderos papás, y qué repercusiones tiene ello en cuanto los hijos?
* ¿Si es verdad la complementariedad de los sexos, por qué se promueven vocaciones de celibato en la Iglesia?
[Predicaciones a un grupo de parejas y otros laicos, en San Salvador. Junio de 2014.]
Tema 1 de 2: Josué, un hombre firme en la fe
* Josué, hijo de Nun, el ayudante de Moisés, recibió el encargo de hacer entrar al pueblo elegido en la tierra prometida. Mas esta tierra no estaba aguardándoles sino que estaba ocupada por pueblos idolátricos que daban culto a los baales.
* Josué se da cuenta de que las atractivas promesas (falsas) de los ídolos pueden tener peso en el corazón de los hebreos. Pero el error fundamental no está en lo que prometen sino en que la religión de Baal mira la relación con la divinidad como un negocio en el cual uno saca tanto como invierte. Ello por supuesto es una iniciativa de lo que hace grande la salvación de Dios, a saber, que es el amo lo que le mueve.
* También nuestro tiempo tiene sus idolatrías que siguen persiguiendo la seguridad, prosperidad y fecundidad de aquellos baales. Y por eso también en nuestra época hace falta que, con una actitud resuelta, los cristianos digan: De eso, en mi casa, jamás.
#LaudesFrayNelson para la Solemnidad de Pentecostés
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Sentido y lugar del Tiempo Ordinario en el conjunto del Año Litúrgico.
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Primeras #VisperasFrayNelson para la Solemnidad de Pentecostés
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#LaudesFrayNelson para el Sábado de la VII Semana del Tiempo Pascual
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[Predicación a una asamblea de la Renovación Carismática Católica en San Salvador. Junio de 2014]
Parte 2: Cuarta razón por la que requerimos del Fuego de Dios
(4) Sólo el Espíritu hace posible la transmisión fiel y eficaz del Evangelio. Esto conviene verlo en Cristo y luego en los discípulos de Cristo.
(4.1) Cristo significa “Mesías,” “Ungido.” Para comprender qué es un mesías, conviene hacer el contraste entre los únicos tres reyes (los únicos tres ungidos) que tuvo el pueblo de Dios mientras estuvo unificado. Son ellos: Saúl, David y Salomón. En términos de comportamiento moral todos tuvieron graves falencias pero hay algo que hace sobresalir a David. Mientras que Saúl llegó a creerse gran cosa por su capacidad militar, y salomón se apoyó demasiado en su sola inteligencia humana, a David nunca se le olvidó ser oveja por el hecho de ser pastor del pueblo de Dios. Eso es lo propio de un mesías: acoger el don de Dios, ponerlo a su servicio, y tener siempre presente que el don es de Dios y no propio.
(4.2) Nosotros necesitamos fuego para evangelizar. (4.2.1) Lo mismo que Jeremías, necesitamos esa experiencia de la Palabra viva que no podemos retener, aunque ella nos acarree burlas, ataques o indiferencia. (4.2.2) Para rehacer nuestras fuerzas, necesitamos calor de hogar de fe, y eso es lo que nos concede la comunidad creyente. (4.2.3) Vivimos en un mundo de muertos-vivos, de zombies, y nuestra motivación no puede depender del reconocimiento o los aplausos de los demás. Hay que llevar adentro el motor.
[Predicación a una asamblea de la Renovación Carismática Católica en San Salvador. Junio de 2014]
Parte 1: Tres de las cuatro razones por las que requerimos del Fuego de Dios
* El pasaje de los Discípulos de Emaús (en Lucas 24) nos recuerda que el fuego de amor hacia Cristo puede resfriarse y pasar por crisis. También demuestra que Cristo mismo, desde la fuerza de su resurrección, puede infundir un nuevo ardor en nuestro caminar de fe. Lo cual conduce a la pregunta: ¿por qué necesitamos del Fuego Nuevo que trae el Resucitado? Hay cuatro poderosas razones, de las cuales en esta enseñanza examinamos tres:
(1) El fuego purifica: (1.1) El germen de tentación que lleva al pecado no soporta la alta temperatura de amor de la Cruz de Cristo. (1.2) El Espíritu es un amor mejor que hace palidecer y facilita descartar los falsos amores que llevan a idolatría.
(2) El fuego nos hace dóciles: como el hierro que transformado por el calor puede ser forjado. Y nótese algo: Ningún argumento convencerá al hierro frío de que puede tomar la forma sublime que sólo le dará la forja. Por eso el fuego no discute: obra.
(3) El fuego nos hace hermanos: sólo molidos por el poder de la Palabra, que tritura nuestros ídolos, y remojados y horneados por el Espíritu llegamos a ser Pan vivo que da vida al mundo.