Misioneros con el poder del Espíritu Santo, 2 de 2

[Predicación a una Asamblea de la Renovación Carismática en San Salvador. Junio de 2014.]

Tema 2 de 2: El Espíritu te da las herramientas y armas necesarias

* Efesios 6 nos recuerda que estamos en combate espiritual, y que debemos revestirnos de las armas de Cristo. Tal es la obra que realizan los dones del Espíritu Santo.

* El don de entendimiento nos ayuda a conocer el sentido propio de la Palabra de Dios; la presencia de Cristo en la Escritura; el progreso de la revelación.

* El don de ciencia nos ayuda a descubrir la presencia y el actuar de Dios en la naturaleza, en la historia y en nuestra propia vida, más allá de sus contradicciones y de nuestros propios pecados.

* El don de consejo nos hace sensibles a las inspiraciones de la gracia, de modo que seamos guiado, más allá de nosotros mismos, por la voluntad divina. En un desarrollo ulterior, este mismo don nos concede ayudar a otros a discernir qué es lo mejor para sus vidas.

* El don de temor de Dios, en una primera fase, le quita la máscara al pecado, de modo que no estemos ciegos a las terribles consecuencias de pecar. En una fase más avanzada, infunde en nosotros el temor de ofender a Dios de quien nos sabemos viva y gratuitamente amados.

* El don de piedad, en una primera fase, nos hace sentir hijos de Dios y así nos permite establecer una relación cálida, de afecto y confianza con nuestro Padre del Cielo; en una segunda fase, nos inspira la sensibilidad y delicadeza para todo lo que atañe a la relación con Dios, en términos de devoción, liturgia y vida espiritual. Aún más, nos hace percibir y compartir la compasión divina hacia los pequeños y desposeídos.

* El don de fortaleza, en una primera fase, nos capacita para resistir burlas, indiferencias y ataques por razón de la fe; en una segunda fase nos da el vigor para emprender arduos, y sobre todo útiles proyectos para la gloria divina.

* El don de sabiduría une el SABER y el SABOR, de modo que respiremos la atmósfera de Dios y participemos de su perspectiva sobre los asuntos del mundo de cara a la eternidad.

Misioneros con el poder del Espíritu Santo, 1 de 2

[Predicación a una Asamblea de la Renovación Carismática en San Salvador. Junio de 2014.]

Tema 1 de 2: El Espíritu renueva en ti el misterio de Cristo

* Los dos grandes momentos del Espíritu Santo en la vida de Cristo son, por supuesto, la Encarnación y la Resurrección.

* El misterio de la Encarnación nos recuerda que sólo desde la disponibilidad y docilidad, a ejemplo de María, dejaremos a Dios ser Dios. La humildad y la fe son la preparación objetiva para que el Espíritu haga de nosotros nueva arcilla y en nosotros modele a Cristo, Nuevo Adán.

* La vida del Resucitado es vida de Aquel que ha vencido la muerte y sus esbirros. Es tener capacidad de decir una palabra nueva y fuerte en todo ámbito de la vida humana, no como simple cambio sino como verdadera participación en el Reinado de Cristo. Esto cuenta y vale particularmente para los laicos.

Todo lo que el Espíritu puede hacer en tu vida

[Predicación en la Parroquia de San Rafael Arnaiz, en San Marcos, El Salvador, con motivo de la Solemnidad de Pentecostés de 2014.]

* El texto bíblico nos habla de una transformación notable en los Apóstoles desde el momento en que recibieron el Espíritu Santo. Quedaron atrás la cobardía, la ignorancia y la vanidad, y en cambio de ellas llegaron la valentía para proclamar el señorío de Cristo, la profunda comprensión de la Palabra y la voluntad divinas, y la primacía del bien común de la Iglesia por encima de los intereses personales y aun de la propia vida.

* Hay varios modos de descubrir un poco más de cerca las riquezas de ese cambio. Uno de esos modos es tomando comparación a partir de nuestro propio cuerpo y sus funciones. En esta ocasión, hablamos de cómo el Espíritu renueva nuestros ojos, nuestras pasos y nuestro corazón.

* Necesitamos ojos nuevos para admirar y agradecer las obras de Dios; para reconocer a Cristo en la persona de los pobres; y para acoger el plan de Dios, preguntando menos “por qué” y más “para qué” suceden las cosas.

* Necesitamos pasos nuevos, pasos de renovada agilidad, para alcanzar aquellos lugares adonde el Señor quiere que vayamos, y en cierto sentido nos necesita. ¡Él ha querido necesitarnos, no de modo absoluto pero sí real!

* Necesitamos sobre todo un corazón nuevo, que no ame con la “lógica de la transacción” sino con la “lógica de la gratuidad;” un corazón que se abra a la fraternidad sincera, más allá de los impulsos de la conveniencia “carnal;” un corazón que sea audaz en buscar aquellas “periferias existenciales” de las que viene hablándonos el Papa Francisco; un corazón que sea capaz de creer en una esperanza mejor, que derrota incluso a la muerte.

Familias firmes en la fe, 2 de 2

[Predicaciones a un grupo de parejas y otros laicos, en San Salvador. Junio de 2014.]

Tema 2 de 2: Pequeño catecismo sobre la familia

* ¿Por qué es indispensable la defensa de la familia, de cara al futuro de la sociedad?

* ¿Hay límites en la intervención del Estado cuando se trata de legislar sobre la familia?

* ¿Qué bases biológicas y en general corporales hay para afirmar la diferencia, complementariedad e igual dignidad entre el hombre y la mujer?

* ¿Qué bienes particulares vienen a los hijos del hecho de tener como referencias de educación y autoridad al hombre y a la mujer, y no por ejemplo dos hombres o dos mujeres?

* ¿Por qué se afirma que nuestra época se encuentra particularmente escasa de verdaderos papás, y qué repercusiones tiene ello en cuanto los hijos?

* ¿Si es verdad la complementariedad de los sexos, por qué se promueven vocaciones de celibato en la Iglesia?