[Serie de conferencias ofrecidas en la Cátedra “Pedro de Córdoba” de la Universidad Santo Tomás, en Bogotá, durante el segundo semestre de 2015.]
* La predicación, en la medida en que proclama la obra de Dios, ha de seguir el modelo de las obras de Dios; y la primera de ellas es la creación.
* Vemos que en su creación Dios no establece un lenguaje directo con el hombre, que le resultaría “aplastante” sino que se deja conocer a la vez que invita al hombre a que le conozca. Tal es el fundamento de la predicación “indirecta.”
I. Concepto
* La predicación indirecta (PI) es una forma comunicativa que apunta a la predicación propiamente dicha (PPD) pero que se adapta en su fondo o en su forma para hacer posible o más eficaz una comunicación posterior más directa.
* Las funciones de la PI son preparar, complementar y ambientar la PPD.
* La PI no es mediocridad ni concesión frente a los poderes de este mundo sino parte de la providencia que conduce, en su debido tiempo, a la plenitud del lenguaje directo. Lo cual implica que una predicación perpetuamente indirecta es una traición al lenguaje del evangelio.
II. Preparar
* La idea central aquí es “preparar el terreno.”
* La iniciativa del “Atrio de los gentiles” es ilustrativa de esta función de la PI. Se trata de crear espacios académicos que quiten prejuicios.
* Santo Tomás escribió la Suma contra gentiles como un modo de encontrar un puente o terreno común con personas no creyentes o de otra fe. La propuesta de Tomás es el uso dela razón y la búsqueda de la sabiduría.
* Otros terrenos comunes para quitar prejuicios y levantar puentes pueden ser las cuestiones de justicia, ecología o también los diálogos sobre necesidades humanas más profundas.
III. Complementar
* La idea central aquí es que nuestra condición antropológica hace que toda comunicación integral utilice lenguajes no verbales.
* Por eso la PI acude al arte, la literatura, la formación humanista (educación).
* La política, en la medida en que defiende, desde su propio horizonte epistemológico, aquellas causas que se apoyan en la ley natural.
* En varios sentidos, la globalización, en cuanto posibilidad de proclamación de un bien humano pleno, es una forma muy alta de PI, según aquello que decía Pablo VI: buscar el bien de todo el hombre y de todos los hombres.
IV. Ambientar
* Como bien lo decía la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, reunida en Santo Domingo, la evangelización exhala de suyo una atmósfera que ha de convertirse al final en un ambiente: un algo que se vive y se respira. El nombre propio de esta aspiración irrenunciable para nuestra fe es: cultura cristiana.
* Elementos en la dirección de una cultura auténticamente cristiana son la difusión de las vidas de los santos; los testimonios de conversión ofrecidos por celebridades del mundo del arte, el espectáculo o la ciencia; y sobre todo, la adecuada presencia en medios de comunicación y las redes sociales.