Los arqueólogos aseguran que se trata de la tumba del apóstol Felipe, uno de los 12 discípulos que acompañaron a Jesús de Nazaret.
El descubrimiento ha tenido lugar en Pamukkale, la antigua Hierápolis, en Anatolia Occidental (Turquía), ciudad en la que murió Felipe, tras haber predicado en Grecia y Asia Menor.
El descubrimiento ha sido realizado por la misión arqueológica italiana emprendida en 1957, compuesta hoy por un equipo internacional, dirigido desde el año 2000 por Francesco D’Andria, profesor de la Universidad de Salento.
Un resultado importante en la búsqueda de la tumba de san Felipe, recuerda “L’Osservatore Romano”, ya se había logrado en 2008, cuando el equipo sacó a la luz la calle procesional que recorrían los peregrinos para llegar al sepulcro del apóstol. Ahora se ha logrado esta nueva meta.