Primeras #VísperasFrayNelson para el Domingo I de Adviento, Ciclo A
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Primeras #VísperasFrayNelson para el Domingo I de Adviento, Ciclo A
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DOMINGO I DE ADVIENTO, CICLO A
El año litúrgico quiere que nuestra vida entera sea liturgia en unión con Cristo y alrededor de Cristo.
El Mesías, cuyo origen es “desde antiguo” hace realidad en nosotros la novedad del plan original y primero de Dios.
El Cántico de Zacarías refleja el gozo del corazón que descubre la bendición abundante del Dios compasivo.
Una breve catequesis sobre las fechas dentro del tiempo litúrgico del adviento.
Explicación sobre las dos fases del adviento.
Las razones de nuestra alegría no están en que las cosas vayan bien sino en que, gracias a Dios, pueden mejorar realmente.
Grave contradicción padeció Juan Bautista: admirado pero poco obedecido.
El adviento no es sólo dulce espera o amable camino al encuentro: implica quitar obstáculos.
La conversión no es complicada: es reconocer que uno no es grande sino pequeño, y que Dios no es pequeño sino grande.
El adviento es movimiento, encuentro que tiene su plenitud en Cristo.
Cuando Dios separa al pecador de su pecado, y después destruye el pecado, se cumplen tanto su justicia como su misericordia.
Sólo el corazón fascinado por Dios, el que ha experimentado su poder, siente genuina admiración, santo temor y deseo de evangelizar.
La salvación no es relato de fantasía, sino acontecimiento que muestra la entrada bendita de Dios en nuestra historia.
Dios cura de la sordera ante todo para que podamos escuchar su Palabra; y cura de la ceguera ante todo para que podamos contemplar sus maravillas.
Así como es cierto que Dios anuncia grandes bienes, es necesario que nos preparemos nosotros para tener hambre de lo que nos anuncia y concede.