«Sois una carta de Cristo» (2 Cor. 3,3)

«Sois una carta de Cristo» (2 Cor. 3,3)

Todo esto lo expresa San Pablo de una manera maravillosa sirviéndose de una imagen bellísima (2 Cor. 3,1-6).

En polémica con los falsos apóstoles que andan presentando o pidiendo cartas de recomendación, Pablo les dice a los corintios que él no necesita ese tipo de cartas, pues ellos mismos son su carta: una comunidad transformada por el Evangelio es la mejor prueba de la autenticidad de su apostolado (cf. 1 Cor. 9, 1-2).

Sin embargo, inmediatamente después de decir: «vosotros sois nuestra carta», matiza afirmando: «sois una carta de Cristo». Evidentemente, él sabe muy bien que no es en absoluto el principal agente de la transformación operada en los corintios; ha sido Cristo mismo quien la ha realizado, aunque -eso sí- con su colaboración («redactada por ministerio nuestro»).

Ahora bien, la colaboración de Pablo con Cristo ha sido la de servir de instrumento a la acción del Espíritu: mediante su ministerio, la acción del Espíritu ha ido escribiendo «en el corazón» de los corintios esa carta; ha realizado esa transformación profunda que ahora se manifiesta al exterior y puede ser «conocida y leída por todos los hombres».

En estos versículos no se habla explícitamente de la predicación, pero todo el contexto demuestra claramente que el «ministerio» de que se habla es precisamente el anuncio del Evangelio.


El autor de esta obra es el sacerdote español Julio Alonso Ampuero, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

La Iglesia y la democracia

Generalmente nosotros los Católicos defendemos a los pueblos de las dictaduras porque coartan la democracia, y creo que debemos seguir haciéndolo. Pero ¿tememos que dentro de la Iglesia se trabaje desde la democracia? — V.C.

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La democracia es mejor que el totalitarismo: en eso estamos de acuerdo. Y también comparto tu opinión en cuanto al daño que causa la arrogancia clericalista.

Pero la democracia tiene sus graves límites; por ejemplo: manipulación de masas; falta de alternativas; marginación de voces valiosas pero no mayoritarias.

Si Cristo hubiera sometido a votación la cruz o el martirio, su propuesta no hubiera “pasado”…

La escucha y la participación tienen un valor pero si se absolutizan, por ejemplo pensando la Iglesia en términos de democracia, estamos desfigurando el carácter profético y el valor mismo de la revelación.

Un pasaje bíblico muy interesante al respecto es aquel del becerro de oro en el desierto. Aarón, que aprobó el asunto, estaba respondiendo a la voluntad popular…

Volviendo al clericalismo, el problema no es su dimensión sacramental, ni la autoridad que debe tener el obispo y proporcionalmente el sacerdote, sino el orgullo o la llegada de otros intereses (mundanos) al corazón del consagrado. Si él mantiene su mirada en Cristo y en el modo de Cristo ser líder a partir del servicio, la fe florecerá y la caridad abundará.

La Iglesia en México vuelve a advertir sobre la Santa Muerte

“El culto a la Santa Muerte “no es agradable para Dios”, tal como señaló el portavoz del arzobispado de San Luis Potosí (México), Juan Jesús Priego Rivera, quien sostuvo que esta práctica de ninguna manera forma parte del rito católico o cristiano en general, por lo que pidió a los fieles católicos descartar a esta falsa deidad que más bien tiene rasgos del satanismo…”

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LECTIO 2021/11/09

LECTURA ESPIRITUAL: De los Sermones de San Cesáreo de Arlés, obispo

#LectioFrayNelson para la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán

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Sobre El Juego del Calamar

“Ante la popularidad de la serie televisiva El Juego del Calamar, también conocida como Ojingeo Geim o Squid Game y difundida por la cadena de streaming Netflix, el sacerdote dominico Nelson Medina advierte: “No es simple entretenimiento”…”

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