De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo le puedes decir: basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Que nada te distraiga de tí mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.
